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Enoc

Publicado en05/07/2024 Por

Un ser que vivió una existencia NO convencional y su vida estaba guiada por misiones y hechos que se escapaban de la lógica de la tierra. 

Ya hemos visto varios casos de la Biblia, en los que se narran sucesos extraordinarios “como de otro mundo” en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, vimos la transfiguración de Jesús, que no solo es un suceso más que sobrenatural, sino que vincula o relaciona a los grandes de la tradición Judía, con Jesús, seres que también vivieron existencias NO convencionales y sus vidas estaban guiadas por misiones y hechos que se escapaban de la lógica de la tierra. 

Aquí, trataremos el tema de Enoc, uno de los grandes nombres de la biblia, pero, tengo que decirlo, también uno de los grandes problemas del Judaísmo y del Cristianismo, pues más allá de la existencia de Enoc, hay un libro de Enoc que ha sido una “papa caliente” para todo el mundo, durante milenios no se ha sabido si incluirlo o no incluirlo en el canon, y esto es lo que ha pasado: Lo retiran y lo incluyen TANTO, en el hilo del tiempo, que hoy no se sabe si es considerado bueno o malo por la ortodoxia o por los llamados “conocedores y autorizadores”. Pero, ¿quién era ENOC?, esta es la pregunta del millón, porque no hay seguridad de nada en la procedencia o en el origen de Enoc, nadie duda de que existió, pero su vida se pierde en el tiempo, Enoc es como Noé o como Abraham, no se sabe en qué tiempo vivieron, algunos dicen fechas absurdas y se han querido instituir como ciertas y como válidas, pero no son más que fechas absurdas, sobre Enoc hay varias teorías y es necesario mencionarlas todas porque son curiosas y lo llevan a uno a atar cabos y a hacer conexiones. Algunos estudiosos dicen, desde tiempos muy pasados, que Enoc es hijo de Caín, ¿recuerdan, el hijo de Adán y Eva?, dicen que fue el primer hijo de Caín y al mismo tiempo fue el abuelo de Matusalén. 

Otros dicen que Adán tenía otro hijo llamado Set y de él descendía Enoc, que fue también tatarabuelo de Noé. Otros dicen que era nieto de Abraham simplemente. 

Pero más allá de todas estas teorías, a Enoc siempre se lo vincula con los Elohim llegados del cielo y por esto su vida está entre el mito y la realidad, hoy se sabe que Adán no fue un hombre en específico, Adán es el nombre con el que se designa a la civilización Adámica y en los textos hebreos se habla claramente de ese misterio, inclusive en uno de los libros judíos encontrados en el Mar Muerto, en la colección encontrada y conocida como los Manuscritos del Mar Muerto, hay varias menciones de Enoc, en libros que han sido aceptados y súper-sagrados para la religión hebrea y las mejores versiones están escritas en Etíope, en ellas se dice que “Enoc aprendió durante trescientos años, todos los secretos de los cielos y también de la tierra nueva, de labios de los mismos Beni Elohim o los hijos de los dioses”, esto en aquella época fue un escándalo, si Enoc aprendió durante 300 años de los Beni Elohim, ¿cuál era la edad de Enoc?, ¿cómo así que los hijos de los dioses eran los Beni Elohim?, ¿cómo hablar de los dioses en una religión profundamente monoteísta?

Luego toda esta angustia se fue diluyendo en los textos del Génesis, muy parecidos a lo que se decía de Enoc, para qué rasgarse las vestiduras por algo que existe en “lenguaje” desde hace más de tres mil años, y es que en el génesis encontramos frases como la del Capítulo 1, Verso 26 “Entonces Elohim dijo: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” y en varias oportunidades la palabra Elohim es mencionada como plural y como singular y esto es normal, las civilizaciones actuales descienden de “otras humanidades” que vivieron en otros tiempos y estas viejas escrituras se refieren tanto a gente del espacio, como a historias de esas “otras humanidades” del pasado, es así de simple, esto no tiene ningún misterio, la dificultad está en abrir la mente y pensar en la existencia de otra realidad distinta a la que nos han enseñado. 

Pero sigamos con el Génesis, en el Capítulo 3 y el Verso 22 dice la biblia: “observen, este hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo lo bueno y lo malo”, se refieren a la civilización y dicen de nuevo “nosotros”. 

Los hebreos son originarios del Norte de Europa, no de África como los lingüistas se empeñan en decir, pero como estaban en toda la región del Mediterráneo, los textos judíos se encuentran en toda clase de idiomas, por ejemplo, del egipcio mezclado con otras tradiciones, sale el árabe y en otra línea paralela sale el etíope y de allí mismo el copto, pero esos no son los únicos idiomas de los textos sagrados judeo-cristianos, encontramos escrituras en latín, en griego, en turko viejo (escrito en rúnico), hay textos judíos en idiomas indo-iraníos, es decir en persa, en armenio y en germánico viejo, el idioma abuelo del alemán que conocemos. 

Y de las lenguas egipcias, textos judíos encontramos en todas ellas, en egipcio tardío, en demótico y en todas las variantes conocidas y desconocidas del copto. 

Pero continuemos con Enoc, muchos se han olvidado de la “persona” de Enoc, porque para todos Enoc es un libro, un libro que legalmente debería pertenecer al Antiguo Testamento porque está escrito en el mismo lenguaje del Génesis y del Éxodo. Actualmente, para los únicos que pertenece al canon es para la Iglesia ortodoxa etíope, pero no es aceptado por los cristianos por ser raro e inconveniente, no lo aceptan porque es de difícil comprensión, por más que se reconozca que es legítimo y que se encuentra en los famosos códices que reposan en la Biblioteca de San Pedro, conocidos como el Códice Vaticano y los papiros Chester Beatty. En el lado judío, también están los judíos más ortodoxos, y antiguos, conocidos como la Comunidad Judía Etíope, ellos también lo incluyen dentro de la colección sagrada conocida como Tanaj, pero los demás judíos, los modernos, excluyen el libro de Enoc de su colección canónica. 

La existencia y antigüedad del libro de Enoc es INCUESTIONABLE, por todas las versiones que tenemos del libro total o de sus fragmentos, nosotros conocemos a un personaje que es de origen griego, nacido en Ucrania, que su familia es dueña desde hace 200 años de un manuscrito (no datado) del libro de Enoc en idioma Ge´ez semítica antigua, el maestro mío conoce algunas páginas de ese libro, pero hay muchas otras versiones de los DOS libros de Enoc, en copto, en griego, en itálico latino viejo, hay varias versiones en arameo viejo, en hebreo arcaico y hay dos en lenguas desconocidas, como les digo, no solo están en manos de las religiones, también en colecciones privadas. Esto de las colecciones privadas es una desventaja, porque no es posible adelantar estudios, PERO tiene una gran ventaja, son cuidados y NO destruidos, entonces serán una SORPRESA para los años venideros, estos libros TARDE o TEMPRANO saldrán a la luz.   

Entonces, como les decía, NO es un solo libro de Enoc, se conocen en verdad como 7, aunque los más antiguos son 2, los demás fueron re-escritos entre el siglo I y el siglo V, y tienen bases, es decir, fueron escritos a partir de las tradiciones y los fragmentos de la antigüedad, son libros considerados angélicos, esto es un tema súper interesante, les voy a hablar de los libros de Enoc, de los vigilantes del cielo, de los ángeles caídos, de las pistas astronómicas, del viaje y regreso de Enoc al espacio, de las historias del diluvio asociadas a Enoc, es un tema lindo que me ha acompañado desde niña, en mi casa se hablaba de Enoc como cosa normal, mi padre lo citaba en todo momento y eso no se olvida, de esto seguiremos hablando.

EL LIBRO DE ENOC ó LOS LIBROS DE ENOC

Cuando nosotros investigamos todo lo que se relaciona con Enoc, llegamos a conclusiones increíbles, como la profunda relación de estos textos con la Cábala hebrea y sobre las memorias de los misterios del cosmos y del hombre. 

Enoc antiguamente era conocido también como Enoch o Janoc, en algunos textos se lo menciona como Janoj o Janoi y como les explicaba en un programa pasado, es de origen incierto, lo que está escrito en estos libros y que hace referencia a Enoc, lo sitúa como un ser que no tiene características o parámetros terrícolas, digamos que desde siempre se ha dado a conocer esto en todas las formas posibles, tanto de manera franca y expresa, como en las distintas formas de expresar la realidad que tienen las escrituras hebreas antiguas. 

El leguaje hebreo y arameo antiguo, la verdad, no son tan simples de entender, existen formas de hablar o de escribir y están perfectamente establecidas desde tiempos remotos, por ejemplo, entre los hebreos se conoce que algunos libros, desde el arameo y desde el hebreo están escritos en metodología o en forma de Hagadah, esto significa que su lectura o su comprensión debe entenderse exclusivamente desde las comparaciones místicas o alegorías, esto que les digo va más allá del idioma, es como si los viejos maestros nos dijeran: “mire, esto no lo lea de forma común, léalo de forma Hagadah, es decir, trate de percibir los secretos que están entre líneas”.

También hay otro método u otra modalidad de escritura que se denomina  Pésher y casi que solo es exclusiva para los que saben leer los párrafos proféticos y súper-secretos y estos métodos están reservados para los textos angélicos más secretos protegidos por la tradición. Ahora, ¿por qué tanta complicación en el lenguaje?, ¿por qué complicar la vida al lector de todos los tiempos? Esto es muy fácil de entender y lo comprendemos con un ejemplo muy claro, cuando nosotros ojeamos un libro bien avanzado de física o de química, no nos hacemos esa pregunta ¿verdad?, porque para nosotros es muy claro que esa es una información muy técnica del manejo especial y exclusivo de los “entendidos”, de los que saben de eso, igual ocurre con estos libros sagrados, no solo con los hebreos, también por ejemplo con lo que se conoce del Tao y por eso existen los maestros que saben leer esos textos y que tratan de explicarnos los vericuetos y las complicaciones de un tema en el que no estamos entrenados. Si regresamos a nuestro ejemplo, esa es la gran virtud de los buenos maestros de bachillerato, hacer que las mentes no entrenadas en estudios tan técnicos, entiendan de manera simple, algo que es muy avanzado. 

Así ocurre con los libros sagrados y particularmente con el libro de Enoc, hay que leerlo en “método Hagadah y en modo Pésher”, es decir, en su riqueza alegórica, profética y mística, es lo que los viejos maestros rabínicos llamarían “las Midrashim o la Midrash” de los libros, sus explicaciones, es algo muy bello, es como las pistas para leerlo más fácil o para leerlo mejor y para esto les voy a dar un ejemplo muy simpático, esto se parece mucho a cuando a uno le dan una dirección en Estados Unidos, con esa sola dirección es muy difícil llegar, entonces los gringos le dan a uno las “directions” que son como las señas, a veces largas y detalladas de cómo llegar, “doble por esta, siga tantas millas y se encuentra con tal cosa y allí busca el número”; los libros sagrados son como la dirección original y estas Midrashim o Midrash que les digo, es la explicación o las “directions”, que a veces se escriben y en otras ocasiones se utiliza como un solo método de lectura o de interpretación. 

Les hago estas aclaraciones súper necesarias en el caso del libro de Enoc o de los libros de Enoc, porque son especiales como los libros angélicos de la Cábala y es que tienen profunda relación, porque Enoc es considerado como depositario de los secretos celestiales y relacionado con los grandes seres encargados de traer los regalos del cielo, de entrada, Enoc en todos los libros es señalado como uno de los hijos de los Elohim, de Enoc se comenta su edad extraordinaria, sus poderes sobrenaturales, su contactación permanente con seres celestiales, su facilidad para moverse y transportarse y de esto no se habla solamente en los libros de Enoc, también en otros libros interesantes que se han descubierto recientemente, es el caso de un libro bellísimo que se encontró en la colección de los papiros del Mar Muerto, descubierta en 1947, este libro es el “Libro de los Jubileos” un texto apócrifo tanto para los judíos, como para los cristianos, en él se habla de Enoc y son textos originales que no se manipularon en estos dos mil años, son realmente como se escribieron en la época, de estos textos, como les he dicho en otras ocasiones, no conocemos ni el 10 por ciento. 

Cuando los expertos leen estos libros, no se explican por qué los Elohim o los Nefilim están citados en los viejos libros del judaísmo, algunos afirman que estas denominaciones, que con frecuencia se confunden con Dios, vienen de Ugarit de Siria y de Baalbek del Líbano y claro que los textos hebreos y arameos están alimentados por la civilización de Baalbek, de los Cananeos, por los persas y babilonios, esas sabidurías gigantes tienen los secretos de la creación, por esto el ángel Azazel, también mencionado como Azael, es mencionado con las mismas características por babilonios y persas, es el mismo concepto dicho en idiomas y en lenguajes distintos, el concepto de los Elohim que suele ser confuso, está en diversas culturas y está designado para los grandes seres de la antigüedad que fueron sabios, vivían cientos de años, tenían una proporción distinta, recordemos que en muchos textos angélicos se dice que muchos Elohim eran Nefilim, es decir que muchos de estos grandes seres eran gigantes y recuerdo que mi padre nos decía, cuando estábamos niñas, que las escaleras o los peldaños de Baalbek no estaban diseñados para gente común y corriente, eran enormes y estaban diseñados prácticamente para gigantes. 

Algunos investigadores dicen que en los libros sagrados “Dios habla con el término nosotros”, porque en la antigüedad los gobernantes y la gente muy importante decía “nosotros” cuando en realidad se referían solo a ellos, esto, desde luego, ES EQUIVOCADO, no es así, los que escribían en arameo o en hebreo no tenían tal costumbre, eso se hacía en Roma y en lo que hoy es Turkía, pero no lo hacían los hebreos, en Roma esto se llamaba el Pluralis Maiestatis o lo que se conoce en castellano como el Plural Mayestático y estos textos como el Génesis, el Éxodo, los libros de Enoc y los angélicos son textos muy anteriores a esa costumbre.

Y este es todo un misterio en los textos sagrados más misteriosos de los calderos, judíos y persas, cuando se habla de cierto comportamiento de los seres poderosos del pasado, que no obedecieron la norma y que son anteriores a las narraciones de la Civilización Adámica, en este punto se habla de los “ángeles de la observación y de la vigilancia”, seres que se consideran como ángeles caídos y que formaron varios grupos, en los textos hebreos más difíciles de leer, están los nombres de Tamiel y de Azaziel y se dice que ellos eran del grupo de 200 ángeles llegados del cielo para observar el proceso de la “llegada y superación de las almas adámicas” y mencionan a Set, que nadie habla de esto pero aparece en el Génesis, capítulo 5, verso 3 “Adán engendró un hijo a su imagen y semejanza y lo llamó Set”, entonces comenzamos a ver los significados ocultos de estos libros, ¿era Set el tercer hijo de Adán y Eva?, ¿de dónde llegaron los 200 ángeles vigilantes u observadores, que luego fueron tildados de “ángeles caídos”, ¿por qué dicen los libros sagrados que estos seres perdieron sus alas y por eso no regresaron a su patria que coincide con la Constelación de Virgo?, y al perder las alas, se esperaron y de todas formas regresaron utilizando la “escalera de Jacob”, ¿cuál era esa escalera?, ¿qué vio Enoc en sus aproximaciones a la luz antes de ser raptado por las nubes redondas y cristalinas del cielo?. Todo esto es interesante y tenemos que investigarlo y explicarlo con las pistas que tenemos.  

LOS SECRETOS DEL LIBRO DE ENOC

¿De dónde ha sacado la humanidad las historias del Niño Jesús, de sus padres y de sus abuelos? ¿De dónde sacó John Milton lo que escribió en el paraíso perdido? ¿Quién habló a los fieles de las grandes religiones judeocristianas de infierno, purgatorio y paraíso? ¿De dónde salió la historia de los ángeles caídos?

Todo esto en mucho ha sido por causa de los libros de Enoc, exactamente en el libro de la caída de los ángeles, aquí es donde se habla de ellos como vigilantes y observadores y de cómo, siendo ellos superiores, se unieron a mujeres humanas para crear una raza de gigantes, los famosos Nefilim, también humanos pero más altos y más conscientes, despiertos y poderosos. 

Estos Nefilim y los Elohim, eran los ángeles que llegaron del espacio. 

En el libro de Enoc de los vigilantes, esto queda muy claro; los Elohim ya habían venido, pero siempre regresan a “revisar” el proceso de encarnación de las almas, ellos tienen sus hijos que son los hijos de los Elohim, son los ángeles y algunos de ellos desobedecieron el mandato inicial y por esta razón se convierten en los ángeles caídos, los que se denominaban en antiguo griego "los egregori o los grígoris”, de toda esta historia es que nace en la tradición, el nombre de los demonios, de aquí es que sale el asunto de Lucifer, Asasiel, Ramuel, Tamiel, estos nombres en los libros sagrados son algo así como los líderes o los jefes de los ángeles caídos, de esto sale la historia del infierno que tantas interpretaciones ha tenido y tantas historias disparatadas. Dentro de todo lo que se dice en estos libros, se menciona la palabra “Sheol”, que muchos desde el arameo antiguo han interpretado como ‘infierno’, esto es inexacto, no es cierto, el Sheol hebreo corresponde más al “estado intermedio del bardo”, ese lugar o ese estado que hay después de cambiar el cuerpo o después de que el alma abandone el cuerpo, estas malas interpretaciones salen de no saber interpretar los libros sagrados, de no saber leerlos en Midrásico, aun cuando los profetas se refieren  y también Jesús habla del infierno y sus ángeles, habla de estos pasajes de Enoc y del Génesis que se refieren a esos primero ángeles o a esos primeros hijos de los iluminados que formaron aquellas humanidades que ya han existido en un pasado.

Por esto los libros de Enoc son casi que prácticamente “tratados” de historia atlante, también de historia polar e hiperbórea, ahora bien, estos son solo nombres, ya se los he dicho en programas pasados, los nombres REALES de esas civilizaciones, de esos seres y de los iluminados llegados del espacio, son y eran otros, nosotros les llamamos así para tener una guía y para saber de lo que estamos hablando, PERO esos no son los nombres; es decir, la civilización o humanidad polar, no se llamaba así, tenía otro nombre que en las lenguas de ahora no tiene equivalente, la referencia de polar, es por el polo, en otra época en la que no estaba congelado y las puertas estaban abiertas, lo mismo pasa con hiperbórea, ese no era el nombre, lo decimos para guiarnos en una vieja traducción que nos dice que vivieron “más allá del polo”, pero ese no era el nombre, igual pasa con los atlantes, les decimos así por el diálogo de Platón de Critias y Timeo, en el que mencionan una isla misteriosa llamada Atlas, de allí sale el nombre de Atlántida, pero tampoco es ese, hay pistas en la mitología celta y en las tradiciones suevas viejas, pero esos nombres han desaparecido con sus respectivas civilizaciones, algunos de ellos se pronuncian con los labios cerrados, eran otros mundos, eran otras personas que hablaban casi con la intuición . No hay, como les digo, equivalencia de esos nombres en las distintas lenguas de las actuales civilizaciones de la presente humanidad. 

Lo mismo ocurre con los nombres de lo que menciona Enoc en los textos y con los nombres de los ángeles en arameo antiguo. Les voy a poner un ejemplo, se habla en todos estos libros de un ángel llamado Taumiel que significa literalmente “El gemelo de Dios”, esto obviamente es un nombre y con el solo “nombre” ya se nos presenta una confusión, pero cuando nosotros leemos el contexto, exactamente en el libro de los vigilantes, muchos han interpretado este nombre como uno de los grandes demonios de la historia sagrada, pero si lo leemos en Midrash, nos damos cuenta que es un “concepto”, es como una idea avanzada de la dualidad. Si el ser interior es luz que nos anima y que hace posible la encarnación, existe para ese Átman una contraparte que influencia también los actos de esa alma encarnada, esa influencia contraria al Átman es la mente, el ego no transformado que en esas civilizaciones comenzaba a formarse como una energía negativa en cada uno y como un gran animal aterrador en la inconciencia colectiva de la humanidad, el gran ego mental de las civilizaciones, este es el ‘concepto’ del desequilibrio y es a lo que los libros sagrados viejos de hebreos y arameos denominan Taumiel o Taumel y es que esto de los ángeles y de la Cábala es tan complejo, que también existe y se menciona una jerarquía o un sistema de niveles para esas anti-séfiras, esas jerarquías se denominan en hebreo las Kifot o en arameo las Kelipot, las “emanaciones horribles”, algunas consideradas como ‘personificables’, es decir, con su anti-ángel regente, otras son un mero concepto, lo he dicho como una información que debemos saber, pero alrededor de este tema negativo nunca me he querido extender, no es bueno y no es conveniente, principalmente porque la humanidad está en una transición POSITIVA, entonces el plato de la balanza se debe inclinar hacia la luz para que se verifique el equilibrio, en ese orden de ideas, nuestra investigación y comentarios deberán ser solo de luz, mencionamos algunas cosas oscuras porque existen, porque debemos identificarlas, por el hecho de ignorarlas no dejan de existir, pero tampoco debemos convertirnos en “recordadores y replicadores del tema”. 

Esto de los nombres no es fácil de entender, esto de ser conscientes de que los nombres que sabemos no son los reales, que sabemos los nombres “pista”, pero esa es la realidad. Cuando vemos libros como el de Enoc, vemos una secuencia y una historia que se repite y se repite y se repite en otras tradiciones y civilizaciones; vemos la verdad del Samadi, el paraíso, vemos la historia de la gran inundación o del diluvio y la historia de las siembras del espacio, las adaptaciones para los cuerpos que encarnarán las almas de paso en un equilibrio de cuerpos y de recuperación de memoria que pareciera ser una constante en la evolución del universo y esto lo dice Enoc, que probablemente era un Nefilim o un Beni-Elohim y de la forma como escribió y como dejó constancia de su vida extraordinaria, era un ser muy especial, esto lo podemos ver en las frases de los libros, en lo que profetizaba desde la antigüedad y de cómo se adelantaba a lo que sería Jesús, esto lo podemos ver en el Libro de Enoc de las parábolas y que se reescribió 100 años antes de la llegada de Jesús. 

Esto lo podemos ver en el Libro de los sueños de Enoc y en las cartas de Enoc conocidas como “las cartas de las semanas” y en una serie de ‘partes’, algunas de colecciones privadas que siempre se ha creído que son continuación del libro apócrifo de Noé, verdaderamente se trata de la última parte del Libro de Enoc. Hay párrafos tan complejos, que ni siquiera se pueden leer en Midrash, porque aun así son inentendibles, sin embargo, los paralelismos entre el Génesis y Enoc son asombrosos, por ejemplo, lo que dice el Génesis en el capítulo 6, es toda una historia de cómo el hombre comenzó a agredir a los animales para alimentarse, de cómo inició el proceso de comer carnes de distintos animales. 

Pero quizá lo más impactante de Enoc es el legado de sus palabras en una experiencia francamente “extraterrestre”, era Enoc de aquí o ¿estaba de paso y era de afuera?, era un gigante Nefilim o era un hijo de Elohim o en español hijo de iluminados y poderosos, un Beni-Elohim, en un próximo programa vamos a concluir de forma no convencional este tema tan especial. 

ENOC, LOS ÁNGELES Y LA HISTORIA DEL EGO MENTAL

El Libro de Enoc sobre los vigilantes o ángeles caídos, no es solamente una narración de acontecimientos, dice algo muy profundo que se cumple para ángeles y no ángeles, que se cumplía en la antigüedad y que es vigente para todos nosotros y es una sentencia prácticamente universal, para el cosmos y la naturaleza: “solo prevalece el equilibrio, lo desequilibrado cambia, se muda, solamente los justos serán victoriosos”, esto tiene una profundidad increíble que podemos implementar en sociología, en psicología, en química y en física; lo estable, lo perdurable es lo equilibrado, lo que no tiene balance o equilibrio, tiende a modificarse, de esta verdad nace mucho de la ética y del equilibrio de la bondad, de esa ley racional y lógica; es además una sentencia definitiva para el ego, el ego es inestable, por lo tanto cambia, debe cambiar, debe mudar y equilibrarse, el ego por esto no es permanente y esto es lo que dice Enoc hablando de los reyes poderosos y de los ángeles soberbios, en este sentido Enoc solo habla de las enseñanzas primigenias de donde se deriva todo. 

Con todo esto que les he dicho y que podemos examinar, no niego que los textos sagrados son confusos, pues tienen relaciones increíbles unos con otros y son tantos los nombres y las distintas ideas que se asocian a esos nombres, que acabamos confundidos, con algo adicional, son varios los libros y de diversos temas, por ejemplo, en el caso del libro de Enoc, existe gran relación con el Zohar y con los llamados libros angélicos y exactamente con el libro perdido, el Shefer Raziel Ha Malac, un libro que les comento que existe en “Maestros de la Sabiduría Mística”. Ese libro se perdió hace mucho tiempo, algunos dicen que hace 3 mil años, es el Libro de los Secretos, un libro de tecnología extraterrestre y de las bases de la recuperación de la memoria ancestral, lamentablemente quienes lo tienen “embodegado”, no lo examinan y le tienen miedo, además, si lo leen, no lo entienden, su lenguaje es complejísimo, dicen que fue dictado por el mismo ángel Raziel, pero ¿quién es Raziel?, ¿Lo menciona Enoc?, aquí tenemos que hacer una aclaración, Enoc es un ser tan misterioso que muchos dicen que es un ángel, que es hijo de un ángel o que era uno de los Nefilim y que por eso habla con tanta propiedad de sus iguales o de sus “compañeros de trabajo”, Enoc cita a los ángeles guardianes y en esto, las distintas versiones, tanto en copto como en arameo antiguo, que puede reconocerse porque antiguamente los hebreos no escribían en cananeo como siempre ha sido, el arameo más viejo y el persa más viejo se escribían en letras cuneiformes fenicias muy antiguas, algunas tablillas de arcilla que se conservan nos hablan de un arameo que se escribía en fenicio con “estilete”, una ramita en forma de cuña, ……………. de la palabra cuña es que viene cuneiforme, pero de los libros angélicos más antiguos hay escrituras sobre cueros similares al de ovejo apergaminado y hay una clara derivación del cuneiforme utilizando varios tamaños de estiletes, esto hace que sean aún más complejos de leer, quienes algo saben del libro angélico secreto desaparecido, aseguran que es una colección de pergaminos gigantes numerados en cuneiforme, con escrituras en varios tamaños, esos son los libros relacionados con los de Enoc. 

Pero Enoc no menciona concretamente a Raziel, apenas se sugiere en estos libros que es el ángel secreto y Raziel significa “secreto”, pero sí habla de los ángeles de “alas de luz y de pensamiento”, es decir, seres que se transportan en la luz del mundo mental, los arcángeles que están próximos a la luz de la conciencia no son de este mundo ni son del plano físico, ni siquiera son ángeles astrales, se trata de los arcángeles de la eternidad del mundo mental, y los menciona como los cercanos a la luz, habla de Rafael, el ángel de la curación de las heridas por inconciencia del saber perdido, el ángel Rafael es el de la esperanza, con un mensaje muy parecido al óctuple sendero de Buda. También se menciona a Miguel o Micael el ángel de la armadura que defiende las puertas del cielo y aquí estamos hablando de vórtices y de otras dimensiones. 

Habla de Gabriel, el ángel de las grandes iniciaciones y en la narración de los textos sagrados vemos que en verdad aparece en la fundación del judaísmo, el cristianismo y el Islam. 

Habla de Uriel el ángel custodio de la tierra y del Sheol o estado intermedio entre la vida y la muerte. 

Nos habla de Ragel o Ragüel, el ángel de la ley y la justicia, muy parecido en apariencia y concepto e historia a Anubis el ser egipcio de la ley divina. 

También Enoc menciona a Siril ó Sariel que está relacionado con el proceso de desencarnación, es como el ángel de la muerte y al mismo tiempo rige la memoria de los remanentes, es decir, de los 22 caminos para llegar otra vez a la sagrada influencia del Átman.

Y menciona un ángel desconocido, Remiel, que a menudo se confunde con Ramiel, esto es equivocado, Ramiel es un nombre para la contraparte de una de las Séfiras y es negativo, el arcángel Remiel es el que rige a los seres que han despertado, que han sido iluminados, remiel es el ser que guarda las memorias de los Budas y de los Cristos. 

Ese proceso que menciona Enoc del encadenamiento de los ángeles caídos, se refiere a la pérdida de libertad, a “quitar las alas”, literalmente es coartar la libertad de regresar al espacio, a las esferas de donde llegaron sus padres, estaban en el pasado, condenados a reinar en el mundo físico de la tierra y sus alrededores, igual, el proceso de destruir a los gigantes, es gradual, es la desaparición de una civilización: los gigantes de Baalbek. Y esa es la relación que hay entre el Génesis, Atlántida y Baalbek, Baalbek viene de Baal, el becerro de oro, la era de Tauro, los signos astronómicos de la llegada de los ángeles al sistema solar, pero aquí hay algo muy especial que se habla en el Antiguo Testamento, se habla de dos incidentes con el becerro, uno en el Éxodo en el que el hermano de Moisés, el Sumo Sacerdote Aarón, fue obligado a hacer un becerro, porque Moisés se tardó muchos días en regresar. Muchos místicos dicen que esto ocurrió hace aproximadamente 32 mil años, es decir, no en la pasada era de Tauro, sino en la antepasada y hay otro incidente con el becerro que se narra en el Libro de Los Reyes (Antiguo Testamento), capítulo 12, verso 28, esto habría sido en el final de la era pasada de Tauro, hace más o menos 4.500 años, de cualquier manera, no podemos aventurarnos en fechas, cuando hablamos de Atlántida y de las primeras siembras polares y de Mú y de Hiperbórea, tenemos que pensar en muchos años y tenemos que pensar en otras proporciones y en otras jerarquías, por esto les digo que Enoc era de otro mundo y que su importancia en aquella era de los ángeles era muy grande, tanto que en los mismos textos los llamados ángeles caídos  y los hijos de éstos, es decir, los gigantes, le rogaron a Enoc que hablara por ellos, que intercediera, si nosotros consideramos que los ángeles caídos TAMBIÉN eran Beni Elohim, es decir, hijos de los Elohim, entonces ¿quién era Enoc?, probablemente era uno de los Elohim, era uno de los encargados de perpetuar el conocimiento del “regreso a casa” de reconquistar la memoria, de “recuperar las alas”, esto queda absolutamente claro en la parte del Libro de Enoc cuando narra su viaje al espacio, narra lo que vio, en medio de recuerdos y asombro; el siguiente párrafo es textual del Libro de Enoc:                  

“Me condujeron entonces a los cielos. Yo entré hasta detenerme frente a un muro que parecía hecho de sillares de cristal y estaba rodeado de lenguas de fuego. Al verlo sentí temor, pero atravesé las lenguas de fuego y me vi ante un gran palacio hecho de cristal labrado. Las paredes de aquel palacio semejaban un  suelo embaldosado de placas de vidrio y el piso era también de cristal. El techo era redondo como el firmamento de las estrellas y los rayos, habitado por querubines de fuego y la cubierta parecía de agua. Un océano de fuego rodeaba las paredes, y las puertas también ardían de resplandor. Todas sus puertas estaban abiertas de par en par. Era algo nunca visto en magnificencia, lujo y grandeza. El suelo era de fuego, los cielos rasos de rayos y círculos de estrellas y el techo de vivas llamaradas. Allí divisé un trono muy alto. Parecía como constelado de rocío y relucía todo alrededor como el sol a mediodía. 

Por debajo del trono brotaban torrentes llamas, y no se podía mirar de frente. En el trono estaba sentada la gran majestad; sus ropas relucían más que el sol y eran más blancas que la nieve pura. Diez mil veces diez mil consignatarios la rodean, y tienen poder para hacer todo cuanto le place. Y los que se hallan a su lado no se apartan de ella ni de día ni de noche, no se alejan un punto. Entonces me sacaron de allí y me condujeron a otro lugar. Vi los parajes de las luces y los pañoles que guardan los rayos y los truenos. Vi el nacimiento de todas las aguas de la tierra y el nacimiento de los abismos. Vi el sillar fundamental de la Tierra, y vi los cuatro vientos que sustentan la Tierra y la fortaleza del firmamento. Vi los vientos del cielo que sustentan y mueven el disco del sol y todas las estrellas. Vi los vientos que arrastran las nubes sobre la tierra; vi los caminos de los ángeles, y en el confín de la tierra vi la fortaleza del firmamento sobre ella. Vi un abismo insondable con columnas de fuego celestial, y vi que las columnas de fuego caían hacia abajo y no podía sondearse su profundidad ni su altura. Después de este abismo vi un lugar donde no existía la fortaleza del firmamento, ni la tierra firme abajo, ni el océano”. 

Este fragmento habla de ‘uno’ de los viajes de Enoc al espacio y para esto tiene que tener condiciones extraordinarias, estar preparado para un viaje de estos y tener el recuerdo y la lucidez de narrarlo en las palabras de la época. Enoc no menciona materiales ni tecnología, pero sí claramente la sugiere, habla de cristal, el techo redondo como firmamento de estrellas nos despierta la imaginación de las naves gigantes y no solo en este pasaje, también en otros, Enoc es cambiado de nave, todas en la transparencia de un techo que aísla, pero que deja ver las estrellas y el fuego al que se refiere es la visión solar directa. Pero Enoc comenta que vio a la Majestad Mayor, al ángel rector y en una pequeña descripción nos habla de lo que puede verse en otros estados y en otras dimensiones, de la luz, de las almas, del lujo y la magnificencia que hay más allá del espacio que conocemos y en cuanto a los rayos, estamos frente a una descripción con las palabras de eras antiguas, del comportamiento de la salida de un objeto en las capas estratosféricas. 

Estas narraciones de Enoc encajan con todo lo demás que hemos visto en otras civilizaciones, realidades que no podemos negar y que simplemente no entendemos por nuestro momento evolutivo atrasado, realidades que están escritas y reescritas y reescritas, una y otra vez, y en ese proceso, puede ser que la esencia no se pierda, pero su entendimiento se hace más difícil, se complica. Es uno de los grandes problemas de los libros sagrados, por su lenguaje, en ocasiones, son rechazados y sufren procesos dolorosos de transformación. 

El Libro de Enoc hace 2 mil años y hace 1.800 años, era admirado y custodiado y pertenecía al canon, los grandes padres de la iglesia, aún con sus problemas sectarios, aceptaron el libro de Enoc, pertenecía a los autorizados, luego, cuando desaparecieron los que sabían leer en modo midrásico, comenzaron a mirar con cara de inconveniencia a Enoc, después de que hasta los mismos Ireneo y Clemente de Alejandría habían aceptado y querido estos textos, los declararon heréticos, hasta el punto que ha muerto gente en el siglo IV, también en los siglos VI y VII. 

Enoc y sus libros son un enigma impresionante, como los libros angélicos y los de la Cábala, todo el mundo sabe por dónde está el misterio, pero prefieren “dejar los santos quietos” para no meterse en “berenjenales”, no obstante, esto es bellísimo y la enseñanza que contiene es sublime, por lo tanto, para quienes es de interés capital este tema y otros del mismo tenor, es IMPOSIBLE ser indiferentes y mirar para otro lado. 

LAS NARRACIONES AVANZADAS DEL LIBRO DE ENOC

Ya les he comentado que Enoc es un misterioso patriarca de la antigüedad como Moisés, Abraham o Noé, un patriarca que vivió la experiencia de la magia celestial en el exacto nacimiento de la religión hebrea, en el principio del judaísmo. Alrededor de Enoc se generaron escritos que se conocen como el libro o los libros de Enoc, que no han sido datados, es decir, no tienen fecha de escritura, se sabe por ejemplo de qué momento son las copias que se escribieron, pero se desconoce en qué momento fueron escritos por primera vez, y esto es también lo que ocurre con los primeros libros del Antiguo Testamento, grupo al que muy seguramente pertenece el Libro de Enoc. 

Enoc hace más de dos milenios era aceptado oficialmente por el judaísmo y en los primeros años del cristianismo primitivo, hace 1800 y 1900 años, se incluía en el canon de los textos más respetados, pero luego fue desechado y casi declarado herético, simplemente “por complicado”, por “inentendible”, porque nunca fue fácil leerlo, porque sus interpretaciones se prestaban para entender “otras cosas” y esto era evidente en cualquier versión, tanto en los que estaban escritos en Ge’ez, como en las versiones coptas o griegas. Sin embargo, grandes personalidades del judaísmo y del cristianismo primitivo escribieron sus comentarios acerca del texto, para resumir sus opiniones podemos condensar en una frase su concepto: “Es un libro sagrado y original, verdaderamente enigmático, no lo entendemos, pero es el más auténtico de todos”, eso lo dijeron los padres de la iglesia cristiana, los filósofos de la antigüedad y los más santos rabinos de hace 2.500 años hasta nuestros días. 

Lo más curioso del libro de Enoc es su recuento de circunstancias sobrenaturales, sus experiencias “más que mágicas” y esa puede ser la causa de su “no tenida en cuenta en el canon”, son tantas las historias con seres celestiales, con luces y con fenómenos aéreos, que en la medida en que pasa el tiempo se hace más evidente de lo que se trata y permiten estos textos “atar más cabos”. 

¿Quiénes eran estos seres celestiales de Enoc, de los que el profeta no se esconde para describirlos?, ¿qué poderes tenían y de qué forma se le presentaban, cómo los veía? 

Si analizamos uno de los versos del escrito, nuestras conclusiones son cercanas a la magia, veamos uno de los versos: “se me aparecieron dos hombres de gran estatura, sus rostros brillaban como el sol, sus ropas y sus voces eran magníficas”. Aquí, en esta narración, pensamos en los poderes trascendentales de los seres celestiales o de los seres elevados, como suelen ser las voces de los maestros en la 4ª dimensión y es que en el mundo espiritual sabemos que las voces de poder son impresionantes, en las dimensiones superiores se sabe que voces como la de Bajaji o las de los ángeles o las de instrucción de los grandes guías y maestros son verdaderamente inolvidables, lo mismo sus rostros y su fisonomía, entonces ¿quiénes eran los seres que aún en el plano material presentaban esas mismas características?

Adicionalmente, Enoc “volaba en palacios”, esto es curioso, en el programa pasado les leí un texto exacto en el que Enoc nos habla de una “estancia en la que subió al cielo” que era toda de cristal y de esas narraciones hay varias, en sus palabras de la época, se describe a sí mismo como distinto y a los que lo contactan como del espacio original de los emisarios del cielo, los vigilantes de los hijos del cielo o los mismos hijos del cielo que se mezclaron con las hijas de los hombres para formar una raza de cuerpos “con esperanza”, una raza resultante en la que encarnarían almas de Dios, con la memoria oscura de “la mezcla”, pero que poco a poco recuperarían la forma o los caminos para llegar al recuerdo y a la conciencia de esa parte de ángeles que tienen, y esto encaja perfectamente con la gran obra alquímica y con el trabajo espiritual que proponen los grandes iniciados en el mundo. 

Pero las pistas son inequívocas, es increíble ver en un libro de semejante antigüedad, explicaciones casi detalladas de mecánica celeste, de rotaciones, translaciones, órbitas, números de días y de cómo se desplazaban en el cielo esas “magníficas casas de cristal”. 

En un verso dice Enoc, en el capítulo 17, verso 1: “Después me llevaron a un sitio en el que sus habitantes son como el fuego ardiente, pero cuando lo desean son como humanos”, ¿quiénes son estos seres que adoptan la apariencia que desean?, ¿qué seres son tan elevados para que puedan hacer tal cosa?

En los capítulos 25 y 26, Enoc habla del gran árbol que vio desde el cielo, en la tierra y en cada uno de los hombres. Esta narración tiene increíble parecido con los escritos de la Edda Vikinga, pareciera que Enoc habla del árbol de Iggdrassil, él pregunta cuando está en la gran casa flotante de cristal y los ángeles del cielo le responden en frases increíbles acerca del aroma del árbol y de lo que se trata, en resumen, los ángeles le responden lo siguiente: 

“Ese árbol está sembrado en una montaña y esa montaña y el copo es el trono de Dios, y ese árbol se dará, será entregado a los justos y humildes, el fruto será el alimento de los elegidos y será trasplantado a los lugares santos, ellos entrarán al lugar santo del árbol y su fragancia penetrará la médula de sus huesos y se acabará el sufrimiento, entonces bendije a Dios por tener reservadas esas cosas a los justos y por prometer esto”. 

Siempre hemos comentado que el tema del árbol entre los libros sagrados es el de la “Gran obra”, es la columna y cerebro, es el sistema nervioso humano, esta es la verdad, cuando en los textos sagrados nos encontramos con una frase: “Centro corazón”, no podemos pensar en la víscera, ni en un punto en especial; debemos pensar en el SISTEMA NERVIOSO, en el complejo cerebro-espinal, ese es el centro corazón humano y cuando habla de los justos y de los humildes, se refiere a algo EXACTO, en lo que no hay términos medios, ni interpretaciones secundarias, cuando se habla de los justos, se habla de los equilibrados, a los que les ha llegado la intuición del conocimiento espiritual, los que desarrollarán sus cuerpos solares o iluminados, los fantasmas con esperanza, los cascarones que se llenarán de luz y contenido, esos son los justos, los que son equilibrados en el mundo espiritual, en conocimiento y en balance, y cuando habla de los humildes se refiere a un grupo de virtudes que son entendidas más desde el punto de vista budista, la gran transformación de la mente en el momento en el que se despierta la conciencia, a esa humildad se refiere, más a la claridad de la mente y a la ausencia del deseo y ese mundo del árbol, es la red del Dharma y del Tantra, esa es la esencia y el perfume del árbol, esto de la humildad NO es la pobreza y NO es la ignorancia, como se ha querido malinterpretar, esto de la humildad es en el sentido estricto de la palabra, es el anti-defecto, es la anti-soberbia, es el dominio de la mente. 

En estos libros de Enoc se habla también de otros aspectos interesantísimos y curiosos, aspectos de los que no hablan ni los que están en el tema espiritual, como lo que se dice en el capítulo 26: “Fui trasladado al centro de la tierra, con árboles de ramas permanentes y una montaña santa y ríos y hondonadas y habían lugares de árboles vivos y barrancos sin árboles”, en todo esto se habla de la conciencia y de la existencia de árboles, es decir, del desarrollo de “los que conocen”, de los que saben y cuando dicen “en el centro de la tierra” hablan de las ciudades sagradas, de Agarti, de los vórtices polares. 

Es bellísimo cuando Enoc se refiere a los árboles y señala que son los seres humanos, en el capítulo 32 dice: “vi un árbol distinto entre miles, grande, bello y magnífico y vi que los que comen su fruto aprenden gran sabiduría, un árbol sabio, alto como un abeto y el ángel dijo, ese es el árbol de cuyos frutos comieron tus padres, y es el árbol que abrió sus ojos y es el mismo árbol por el que perdieron la inocencia y fueron expulsados del Edén”. 

Muy del corte del Génesis, este párrafo nos muestra la pérdida de la memoria, la pérdida de la luz de los cuerpos, la memoria, la gran pérdida de la memoria ancestral y cuando leemos los capítulos 34, 35 y 36, recordamos los viejos textos chinos del Tao, son idénticos, casi no hay diferencia, nos habla de las puertas abiertas del cielo y de los símbolos de la evolución en los vientos y en las luces que pasan por los vórtices y habla de los ángeles, los nombres cambiantes de esos ángeles en la línea del tiempo y el manejo de esos ángeles del tiempo y del espacio, ¿podían o pueden viajar en la reunión conjunta y CURVA del tiempo y del espacio?  

EL LIBRO DE ENOC ES PARTE DE LA MEMORIA ANTIGUA

Hay sucesos importantes que se diluyen en el tiempo, eventos importantes de la historia que se pierden en la memoria de la modernidad y de la vida diaria. El ejemplo es el descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto, también conocidos como los Rollos de Qumrán, esto inició en 1947, cuando dos pastores beduinos de cabras encontraron los 7 primeros rollos, aún no se sabe con seguridad qué fue lo que se encontró, en el mismo momento en que se ubicó el sitio, iniciaron grandes transacciones comerciales, los documentos fueron divididos para aumentar su valor y fueron TANTAS personas las que se involucraron en la búsqueda, que hoy no es posible establecer qué es lo que está en manos de quién, a quién le vendieron papiros, dónde están, en qué colecciones privadas, cuáles están en universidades, qué papiros viajaron a otros países, cuáles se vendieron en Jordania o en Arabia Saudita, cuáles fueron los que salieron a través de Egipto, el Líbano o Israel por el Mar Mediterráneo, qué viajó a Roma y qué se quedó cerca del Mar Muerto. Lo que se sabe oficialmente, es que algunos documentos están en el Museo de Amán en Jordania, en los Museos de Israel y Rockefeller en Jerusalén, en el Monasterio de San Marcos en Jerusalén y en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y ¿los demás?, ¿dónde están los manuscritos que compraron personas de la época y que se sacaron de Tierra Santa?, eso no es oficial y por lo tanto pasó al olvido. Sin embargo, en la colección oficial, en la que han mostrado, y que puede verse en museos, está el Libro de Enoc, es una de las joyas encontradas en Qumrám, porque se encontró muy completo en su escritura, todo el texto no ha sido publicado, apenas lo que estaba escrito en arameo viejo y en hebreo del siglo III antes de Cristo. También se encontraron libros que están en Museos, como el Libro de los Jubileos que tiene un calendario solar importante, con grandes conocimientos de astronomía y muy vinculado con Enoc y otros escritos incompletos muy misteriosos que no han sido mostrados, en el futuro se sabrá de esto, pero en este tiempo sería tan revolucionario esto, que cambiaría por completo la percepción y la estructura de las grandes religiones. Entre los beduinos Tamireh hay muchas historias de lo encontrado en aquella época, algunos de ellos dicen que en las cuevas más “vertiginosas”, las que daban a un abismo y a las que solo se podía acceder con arneses especiales, fueron encontradas cerca del año 1954, algunas tinajas, cerca de 14, con unos papiros escritos al parecer en arameo, estos fueron negociados por unos señores muy elegantes que no “escatimaron en gastos”, favoreciendo a tres familias de buscadores, no se sabe al final cuántas tinajas eran y al parecer estas familias de nómadas del desierto, abandonaron sus caravanas y se fueron para Egipto y para Libia, con las fortunas entregadas por estos señores, los beduinos comentan que estos papiros eran distintos, las letras parecían brillar, las tinajas eran grandes y muy pesadas y los rollos estaban muy juntos y compactos, no estaban escritos en copto, todos estaban en arameo y hablaban de Enoc y de los ángeles, muy seguramente eran libros Shefer no conocidos; Shefer traduce libro de creación o libro o texto de formación, y como la historia de estos “encuentros” y de estas “negociaciones” hay muchas en Qumrán, de lo que se sacó en barcos, de lo que viajó al Líbano y de allí en avioneta a distintos lugares, de lo que se vendió en anticuarios de El Cairo o el famoso escándalo de los anticuarios de Belén; hay otra historia de una familia de beduinos que llevó en su caravana el tesoro encontrado, durante más de 10 años, desde 1950 en que fueron encontrados y al final los vendieron y terminaron en el aeropuerto pequeño de las afueras de Haifa; algunas de estas historias son probables y luego han aparecido circunstancias que las completan y corroboran, otras, han sido producto de la imaginación de los pastores beduinos del desierto y que son derivadas de uno de los descubrimientos más escandalosos del mundo moderno, no tan conocido y publicitado como quisiéramos, por causa de las manipulaciones de intereses poderosos, pero el pequeño porcentaje de lo que se conoce, ya es revolucionario. 

El Libro de Enoc o los libros de Enoc, son un puente entre lo físico y lo sobrenatural, es muy parecido al Génesis, pero también a los libros angélicos, inclusive se dice que los viejos judíos que trabajaron en los textos sagrados de la Cábala como Simeón Ben Yohai y Moisés de León, vieron textos antiquísimos como los de Qumran y estudiaron escritos inéditos y desconocidos de Enoc y es que los libros secretos y sagrados de la Cábala como el Zohar o el Shefer Yetzirá son muy como el lenguaje y la tradición de 

Enoc, casi se puede decir que los libros de Enoc forman parte de los textos cabalísticos. 

Las frases que narran los viajes de Enoc, los templos de cristal, los carros de luz y de fuego, los guardianes o vigilantes venidos del cielo o los ángeles de otro mundo, nos llevan a otras historias y a otros acontecimientos en la misma civilización hebrea u otras civilizaciones que dicen lo mismo. Los mismos narradores parecieran de otro mundo, esto ocurre con Ezequiel y con el mismo Enoc, todo es de “otro mundo”, la ascensión a los cielos, la anunciación de los advenimientos, las descripciones, las luces, los poderes, las edades y los detalles de los distintos protagonistas. 

Si nosotros examinamos otras culturas, y casi que leemos literalmente los escritos, vemos con claridad cómo es que seres sobrenaturales, salían y entraban a la tierra como “Pedro por su casa” con sus palacios flotantes de cristal y con sus carros de luz de fuego. 

Al leer estas escrituras, nos damos cuenta que eran seres poderosos que manejaban los elementos y con poderes especiales para transformar la realidad y solucionar lo que fuera, en un solo instante o durante años. 

Ellos hablaban de memorias prodigiosas de antaño, de civilizaciones de otros mundos, de otros espacios de donde vienen, con otras mentalidades, ellos de otro aspecto, más altos, más radiantes, más imponentes, como de una raza superior y además tenían ciertos elementos que obedecen a tecnologías que aquí no conocemos, artefactos que alcanzamos a percibir en esas escrituras que apenas difícilmente son medianamente similares a lo que ahora tenemos. Aún nosotros estamos en la edad de piedra, ¿cómo vamos a comparar, por ejemplo un helicóptero muy moderno, con una nave de cristal que entra y sale de la atmósfera de la tierra en cualquier momento?

Cuando leemos a Enoc, se nos viene a la memoria automáticamente la Edda Vikinga, el libro sagrado de los vikingos, esto es TAN parecido, en la Edda también aparecen carros que vuelan, seres sobrenaturales y tecnología del futuro, los atributos de Odín, Thor y Freya, son seres angélicos, de enorme evolución, que no solo se contactan con otras dimensiones y con el manejo de los elementos, también tienen una mente muy preparada y perfecta para mover la realidad, tienen la sabiduría “de los siglos”. 

También leyendo a Enoc, recordamos las distintas mitologías, llenas de seres sobrenaturales y carros voladores y nos preguntamos ¿Eran otros nombres para los mismos seres? ¿Yave, Odín y Zeus eran el mismo?, ¿Qué correspondía a las mismas descripciones?

Hay muchos parecidos en el mundo, entre los libros sagrados y las mitologías, son asuntos no muy publicitados, es increíble por ejemplo, que los hindúes hablaran en la antigüedad tan explícitamente del diluvio, ocurre exactamente en el Bhagavat Purana y el texto es idéntico al que encontramos en el Antiguo Testamento, entonces nos preguntamos ¿Yavé era el mismo Vishnú?

Con todo esto de Enoc, de Yavé, de Vishnú, de Odín, de Zeus, de los carros de fuego, de los misiles atómicos de la antigüedad, de los palacios flotantes de cristal que viajan, de los ángeles venidos de otros mundos, de la mezcla de las civilizaciones, del perfeccionamiento del cuerpo humano, llegamos a la conclusión que el universo está comunicado, que nos une el poder del corazón, que hay una fuerza central que nos une y que se manifiesta en las distintas inteligencias que viajan en el cosmos, pero formamos parte de una tela de luz cósmica, a la que Buda mencionó como Dharma y Krishna como Tantra, la misma fuerza que en Oriente es la base del Kí, TODO es lo mismo y cuando despertemos la memoria “los cabos estarán atados” y todo tendrá sentido, estamos en la época “del regreso” y de la “recuperación de la memoria perdida”.  

 

LOS TEXTOS APÓCRIFOS JUDÍOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

LOS MISTERIOSOS LIBROS DE ENOC

Alrededor del tema y del nombre de Enoc hay mucha confusión, Enoc es una figura bíblica muy polémica, porque con él se encuentran las grandes verdades y misterios, no sólo el origen de la religión judaica, sino del origen del hombre y mucho más reciente, del origen de la presente humanidad.

Como ya lo hemos hablado en otros programas, el origen de Enoc es incierto, de su procedencia hay toda clase de teorías, tanto, que para los estudiosos de la religión judaica hay varios Enoc, aunque el más aceptado es el que se presenta como hijo de Set y Set es el hijo misteriosos de Adán y Eva, Set por tanto es el hermano menor de Caín y Abel, Set era un gigante que vivió 912 años solares, Set era considerado como un Elohim, o un descendiente de ÉL, en la antigüedad ÉL era equivalente a Elohim, o en acadio era equivalente a Ilú, los distintos nombres de Dios en los idiomas predecesores del arameo y del hebreo, pero ¿qué diferencia existe entre los Elohim y los Nefilim? en los textos sagrados aparece perfecta la diferencia, los Elohim son los mismos Elohah o son los mismos “ÉL” que en la traducción exacta son “los dioses”, esto en tiempos pasados, como es obvio, era un escándalo, porque no solamente se referían los textos a los Elohim, sino que hablaban de “Ellos” como si fueran varios, los “auxiliares de Dios”, los venidos del cielo en platos de luz o en burbujas de energía, los Elohim eran ángeles que tenían poderes y facultades que superaban las humanas y que no eran de aquí, ellos eran mágicos, igual que los platos o que las esferas de donde bajaban, ellos, los “ÉL” o los Elohim o Eloháh, no cometían errores, porque eran perfectos y estaban tan intercomunicados que parecían uno sólo, aunque era evidente que eran varios distribuidos por el mundo, su poder era tal, que se comunicaban como uno sólo, como si existiera entre ellos un comando central, eso eran los Elohim.

Los Nefilim eran distintos, también eran gigantes, muy similares a las descripciones de los atlantes y en los textos antiguos se decía que eran los “Ángeles Caídos”, porque en hebreo viejo y en caldeo “Nafal” es caer y Nefilim viene de Nafal, pero el término es malentendido con el pasar de los años, en realidad Nafal es descender, entonces podría interpretarse como los ángeles descendidos, un término arcaico que designa a los ángeles venidos de otros espacios que se mezclaron con la gente que ya estaba en la tierra, de tal forma que su descendencia, también mágica y gigante era mezclada, era adaptada de la tierra, terrestre, esa era la diferencia, pero esas diferencias son muy desconocidas y los que probablemente guarden más tradición de las traducciones correctas sean los Etíopes, ellos sí contemplan dentro de su Tanaj, dentro de su antiguo testamento los libros de Enoc, ellos sí saben las historias del Rey Og y de los secretos de los gigantes de Orión, pero han sido apartados por ser considerados extraños, la tradición Etíope es respetada y la Biblia Etíope se considera real y auténtica, pero rara y difícil y esto es considerado por judíos y cristianos, con otro detalle del que no se habla, en la Biblia etíope hay otro apócrifo y es el “libro de la distribución de los días de la Ley”, que ha tratado de tener traducciones más leíbles, pero que es extraño a ojos de la gente del común, es el mismo “libro de los jubileos” y es una de las joyas de los manuscritos del mar muerto de Qumram, este libro nadie lo entiende, porque es una explicación mística del génesis, más rara y más hermética que el mismo génesis.

Lo cierto es que la palabra Enoc es sinónimo de escándalo y de escándalo del grande, en asocio con Enoc, vemos textos que nos hablan de extraterrestres, de gente que llega de otros espacios, de otras estrellas, de traslados al cielo a edificaciones de cristal y dentro de esos cristales, energía de naves indescriptibles, hablan de viajes cósmicos, de evoluciones humanas por mezclas extraterrestres de aventuras en el espacio, en esos libros místicos existen las narraciones de la entrega a Enoc de artefactos mágicos, como el entregado por el Elohim Uriel, le entregó unas tablillas que no sólo contenían conocimientos secretos, sino que también hacían magia, estas tablillas, con sólo tocarlas, transportaban la visión y la memoria de Enoc al pasado, lo podían hacer ver otros espacios y lo podían llevar al futuro, con si mente y su memoria, en esas tablillas Enoc leyó los secretos y cerró los ojos y pudo ver lo que ocurriría a la Tierra en la época de At, es decir, el cambio en superficie de la distribución de las aguas y de las tierras, en otras palabras, el diluvio y en otras palabras, el mismo hecho catastrófico de la Atlántida. En el libro de Enoc podemos ver el nombre de los ángeles que, por misión, tendrían que mejorar o que cambiar el género humano con sangre celestial al mando de un ángel llamado Shemihaza y esto es lo que se conoce en la antigüedad como la rebelión de los ángeles, que en realidad no es una rebelión, es una misión difícil de ingeniería genética para adelantar espiritualmente a los cuerpos, para que el alma avanzara varios escalones en la escala celestial, este es el origen de los gigantes sabios o de los Nefilim, aquí es donde se sabe que Enoc es un Nefilim y que es encargado de recibir conocimientos secretos, Enoc recibe la forma de trabajar con metales y el comportamiento de las diversas mezclas metálicas en el espacio, no es como se decía anteriormente que se trataba del conocimiento para hacer objetos decorativos y armas, NO, era el conocimiento de las aleaciones en el espacio, igualmente recibió las bases de la magia y del equilibrio, en esos libros se habla de la sabiduría del ángel Shemihaza, para crear energías custodias, para romperlas, para conocer el momento de la llegada de los fuegos del Sol y de las puertas de tiempo que se abren en ciertos lugares fijos y Sahariel, otro ángel le reveló los secretos del cascarón o de la esfera blanca, es de pensar que se refiere a la luna.

Al mismo tiempo, Enoc aparece como un validador de una fuerza que lo manipula, una fuerza que no lo deja pensar, que le dice que todo es pecado, que aprender la ciencia que equilibra y recupera, es pecado y se hace evidente, la presencia en la antigüedad de dos fuerzas que están en pugna, que están en guerra, una especie de Elohim que controlan los tiempos de la humanidad, frente a otros Elohim, que son llamados los vigilantes o los rebeldes y queda también en evidencia que en esa era remota había un ser humano supeditado a estas pugnas, pero sin embargo, aprendiendo mucho de una y otra parte, en un bando estaban los ángeles al mando de una fuerza misteriosa y en otro bando los otros ángeles al mando de Shemihaza y las órdenes eran contradictorias, a los ángeles como Rafael o Gabriel se les dio la orden de enseñar secretos, pero también de castigar aquellos que los utilizaran indebidamente y en el caso de no conocer la diferencia, deberían callar y se les dio la orden de incapacitar y de tener a los ángeles al mando de Shemihaza, y ponerlos presos durante varias generaciones, porque enseñaron lo que no debían, cuando no debían, donde no debían y con las motivaciones equivocadas, esos ángeles también enseñaron toda clase de memorias y de sabidurías, se habló de un mundo de destierro semejante al Hades o al infierno, en una dimensión intermedia, en un mundo de cavernas, con un hueco central, la cueva de los Nefilim, con toda su tecnología y con toda su sabiduría, para controlarlos, los mismos ángeles deberían establecer ciudades cristalinas celestiales en las entradas y deberían custodiar con amor a los prisioneros, que tanto se parecían a ellos, a los propios ángeles y aquí la historia tiene componentes en diversas tradiciones, en los cuentos célticos, en las sagas de Islandia y Escandinavia, en los puranas hindúes y hasta en las epopeyas griegas y romanas, en la Eneida de Virgilio, por ejemplo, hay una descripción del Hades o del infierno, muy similar a la de los libros de Enoc.

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