Diferencia entre alma y espíritu
No es lo mismo alma que espíritu, y no es lo mismo alma y mente, son entidades y conceptos distintos del mismo ser humano y no es lo mismo mente o alma, que cuerpo astral, son conceptos diferentes.
Es un tema delicado, no es claro, no es muy entendido a escala general ¿Qué es qué? Alma, espíritu, mente, sentimiento, intelecto, pensamiento, cuerpo material, cuerpo astral, encarnación, todos estos conceptos se han mezclado en el tiempo y se han confundido en las religiones, espiritualidades y en las interpretaciones de los libros sagrados.
Aunque la mente entiende conceptos trascendentales y de cierta forma “inefables”, requiere el punto de partida de una pequeña explicación para registrar la verdad, para pensar de nuevo acerca de las entidades que conforman a ese ser humano que aún es desconocido.
No es lo mismo alma que espíritu, y no es lo mismo alma y mente, son entidades y conceptos distintos del mismo ser humano y no es lo mismo mente o alma, que cuerpo astral, son conceptos diferentes.
En ciertos casos el nombre confunde, los nombres en distintos idiomas, nos pueden despistar de la verdad, nosotros tenemos unos nombres latinizados para estos conceptos, alma viene de ánima y espíritu viene de Spiritus, juntos, vocablos latinos, pero el asunto se complica cuando nos vamos a ver la pronunciación en los demás idiomas, aquí nace la confusión, por ejemplo en Griego alma se dice Psykhe y espíritu se dice Pneo o Pneuma y se genera automáticamente la confusión, por ejemplo, porque Psykhe se asimila a la mente, en este caso se cambian los conceptos y Pneo o Pneuma se asimila a la respiración. Pero sí analizamos el hindi y su profunda raíz que es el Sanscrito llegamos a entender que espíritu se dice Átma o Átman y la palabra Átma es complicadamente parecida a alma, en tanto que el término Budi se acepta en los círculos espirituales como alma, esto si lo asimilamos al Sanscrito, en hindi espíritu es Bavna y alma es Átma, en hebreo el caso es distinto, porque alma es Nefésch y espíritu es Rúash, no hay confusión, son términos no conocidos, apenas son mencionados como tal en frases bíblicas con sus traducciones hebreas.
Vemos entonces que el principio de la confusión está en los nombres, los nombres son los primeros que nos han llevado a asignar conceptos distintos “a lo que no es” y a pensar que dos cosas distintas “son lo mismo”.
Tal vez, una de las formas más hermosas y efectivas para explicar el concepto, es con un ejemplo que ya existe y es el Bágavat Gita, en el que el alma conduce los carros de los cuerpos en la Batalla de la vida, el alma es el conductor y los caballos del carruaje son los sentidos de percepción interna y material, Aryuna es el conductor, es el alma y Krishna es el espíritu, es el Ser, que le dice a Aryuna, cómo debe ser su pensamiento y su procedimiento, Krishna es el Ser perfecto que está de pie cerca de Aryuna en el carruaje y le explica los misterios de la batalla y del Ser y en general, el libro es una charla en pleno campo de batalla entre el espíritu que es Krishna y el alma, que es Aryuna, El Bágavat Gita pertenece al Maha Barata, una obra épica absolutamente espiritual.
Pero ya puntualizando en la explicación de estos conceptos, veamos qué es cada uno: ¿Qué es el espíritu? El espíritu es el Ser, es el Átman, es el Ain de la Cábala o el Ruash Nesha Maj de la viejísima tradición hebrea, el Ser es ese átomo divino que alienta nuestro centro corazón, el fragmento de Dios que está en lo más profundo de nosotros, en el lenguaje místico es como una catedral, en la que el templo o la estructura sagrada es lo mismo que los cuerpos, el altar con el Sagrario es el Ser y el oficiante o sacerdote es el alma.
El Ser o el espíritu es el Cristo interno, es la ventana sagrada que se conecta al infinito, es la sagrada presencia de Dios que se conecta con todo, por esto es que existe el poder del corazón, la red del Darma existe, porque existe en el Ser o el Átman que conecta el corazón de todas las criaturas del universo, grandes y pequeñas, el Ser es la esencia, es el fragmento de Dios en presencia infinita en el Cosmos, es el Wesen o el Sein de la Edda Germana, la “gota” del océano universal en cada uno de nosotros, así lo explicaba el maestro Ramakrishna hace 100 años, decía, “Dios es el océano y el Ser de nosotros es una gota de ese océano y esa gota y ese océano tienen la mismas características, al final de la jornada, esa gota regresará al océano y se fundirán para siempre”, eso es el espíritu o el Ser, es una ventana y un fragmento de Dios en nosotros, esa parte esencial que no se modifica, que siempre permanece pura y de la que nos alejamos en el viaje de la búsqueda, en la intensa batalla de las encarnaciones, esa esencia nos habla y nos guía, pero nuestra conciencia adormecida no oye su voz, esa es la voz del Ser, de la conciencia, la voz del Cristo interno. Jesús nos enseñó el hermoso y sublime secreto del Átman, encarnando la verdad del padre, una verdad que ha prevalecido aún con los cambios de los textos sagrados, Jesús encarnó la verdad del Ser, Él representó la simbología espiritual en su propia sagrada persona, ¿esto cómo se interpreta? Lo voy a decir de manera simple para que sea entendido, aún a riesgo de desvirtuar la enseñanza porque aparentemente quede muy sencilla y colonial: Es como sí Jesús nos hubiese dicho: “Yo voy a representar el papel del Ser, piensen que yo soy el Ser y que ustedes son el alma y los cuerpos”, Jesús vino a representar en su presencia y persona, el misterio del Ser y para que fuera más fácil para nosotros, Él dijo: “Piensen que yo soy el Ser” y en esa representación del Ser nos dijo sus preciosas palabras, tan místicas que encontramos en el Evangelio de Juan, en el Capítulo 14, en el Verso 6 “Yo soy el camino, la verdad y la vida, Nadie llega al Padre sino por mí, sí ustedes realmente me conocieran, conocerían también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen y lo han visto”.
Este pequeño versito contiene la verdad más sublime del mensaje del adorable Jesús, el Ser es la vía para llegar a la conciencia, es la única verdad y la existencia de todo, Jesús representa la existencia del Ser y dice: Nadie llega al Padre sino por mí, es decir, la forma de llegar al Padre es oyendo de nuevo la voz de la esencia, regresando al Ser, representado en Jesús, esto es en el estudio místico, en la meditación, en el despertar de la conciencia y en la ascensión de la luz, “Quien me conoce , conoce al Padre”, esto significa que, llegando al misterio del Ser, se conocen completamente los misterios del Cosmos, es el mensaje de los Cristos y los Budas y a sus Apóstoles les dijo:
“Y desde este momento lo conocen y lo han visto”, ésta sola frase encierra la gran iniciación en los misterios mayores de Todo su colegio apostólico, es la prueba del despertar de la conciencia de sus discípulos, ya llegaron al Ser, lo han visto y han comprendido los misterios del universo en su intuición superior.
El alma es un concepto distinto, es ya más nosotros, es más nuestra individualidad, el alma es lo que nos caracteriza en el mundo espiritual, no hay que confundir la personalidad mental con la personalidad del alma, el alma es una entidad que se enriquece a través de las encarnaciones, el alma es nuestra identidad en los siglos y en los milenios, esa entidad que encarna de mundo en mundo, de planeta en planeta, es lo que adquiere la experiencia espiritual en los cuerpos encarnados, eso es el alma, es el que maneja el carro, es Aryuna y el Ser es el consejero, el que dice a dónde se dirige el carro.