El pájaro de Sakara

Publicado en17/11/2017 Por Hilda Strauss

En 1898 fue encontrado en Sakara, Egipto, un artefacto de madera que fue inmediatamente catalogado como un pájaro, o halcón, en el Museo del Cairo, y que solo hasta hace 40 años empezó a generar dudas y cuestionamientos.

El objeto se tornó en enigma debido a sus características aerodinámicas: tiene dos alas de 18 centímetros, un ala ligeramente más pequeña y con una curvatura y un cuerpo de 14 centímetros. El modelo es perfecto, con una cola simétrica y vertical. A la fecha, se han generado un gran número de copias exactas del pájaro de Sakara y, sorprendentemente, todas han planeado a la perfección. De hecho, todas alcanzan un recorrido relativamente largo y lo más extraordinario es que se comportan como un boomerang, ya que vuelven a su punto de origen una vez lo lanzan.

Muchos científicos se han interesado por el pájaro de Sakara, entre ellos, el Dr. Khalil Masiha, que en sus estudios sacó a relucir una leyenda egipcia muy antigua y sorprendente, en la que se encuentra escrita, en letras del egipcio hierático viejo: “Regalo de Amón”.

Recordemos que Amón es el famoso ser sobrenatural de Tebas, de cabeza y ojos grandes; una figura bellísima del antiguo Egipto, que se destacaba por su inigualable sabiduría y amor, que se transportaba por los aires sin necesidad de naves y que llegó a ser conocido como el Dios de los Vientos. Su imagen está cerca de las inscripciones en las que se habla de otras dimensiones, de otros planos y del “camino perdido para abrir los ojos”. Su regalo más grande era la “Ciencia de ver y de darse cuenta”. Sin duda, era un ser especial que también nos obsequió un objeto increíble, que sigue en estudio y del que, incluso, se ha dicho que tiene alguna relación con los diseños propios del “vacío”.

El pájaro de Sakara es un misterio que sugiere la visita de seres inteligentes a nuestra tierra, que al mismo tiempo son nuestro origen; un misterio que corrobora que, efectivamente, existió una influencia externa casi divina.