¿Por qué la gente ignora lo poderosos que son?

La razón detrás de esto es el Ego, un conjunto de defectos que viven en la mente, el conjunto de mercaderes que irrespetaban el templo y que el Cristo desalojó con un látigo, diciendo a todos “que la casa de mi padre no es espacio para tratar”. Ese eso es el que nos engaña, que nos ciega ante el enorme poder que tenemos para desarrollar nuestras metas y cumplir nuestros objetivos.

La mente es una máquina sofisticada de cristal, un cuerpo crístico divino, que desafortunadamente está plagado de egos, egos que nos entretienen con tonterías, nos distraen de la verdad con estrategias tan hábiles, que nos obligan a olvidar nuestros objetivos, a ser perezosos y a hacer trabajos a medias, sea por espejismos llamativos o por angustias tontas.

Pero es momento de reflexionar, de pensar distinto y de trabajar con la voluntad superior.

Cada uno de nosotros somos mucho más de lo que evidenciamos, somos más de lo que mostramos y de lo que percibimos. Todo lo que queramos lo podemos lograr, pues tenemos una mente poderosa.

La forma de contrarrestar el Ego es la misma forma de neutralizar el Karma: con conciencia. Tenemos que inicial el proceso, repitiéndonos una y otra vez que lo vamos a lograr, dándonos órdenes efectivas y positivas, para que la mente las cristalice. Para que los proyectos se formen, hay que cambiar de actitud y de vibración, ¡no más negativismo!

Esto se llama Proclamación, y es una afirmación o una orden solemne:

• Vamos a impregnar a los que se encuentran cerca de nuestro positivismo, y de ese positivismo, vamos a contagiar a todos de la voluntad del cambio.
• No más tristeza, todo es alegría, trabajo, prosperidad, abundancia y cambio positivo, y vamos a ver cómo los sueños nuestros y de los demás se cumplen.
• Vamos a ser saludables, comer con conciencia, estudiaremos todo aquello que consumimos, evitar aquello que nos hace daño. Vamos a cuidarnos.
• Nuestra siguiente orden mental, es que vamos a meditar en todas las formas posibles, con mantras, con llama de Ghî, con limpiezas y con energías.
• Somos afortunados, felices, prósperos, espirituales, sensibles, inteligentes, tenemos el poder de lograr TODO, podemos ser equilibrados, hermosos, saludables, iluminados, tenemos el poder para hacerlo.
• Nuestra última orden es compartir sin egoísmos y sin avaricia, el conocimiento, la sensibilidad, compartir sin limitaciones todo esto que se nos facilita comprender. No podemos obligar a nadie a que piense como nosotros, no podemos molestarnos porque los demás no estudian lo que nosotros investigamos.

Una de nuestras sagradas misiones es ayudar, ayudar y ayudar, principalmente con nuestra enseñanza.

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