Un desafío a la resistencia y a la paciencia
Esta es una frase que resume la situación actual, es una frase – mandato de lo que debemos hacer en este momento, resistir ante el caos y sufrir con paciencia lo que se avecina, para reconstruir el presente y crear el futuro.
El caos general que vivimos en la actualidad, no es más que el reflejo exacto del caos interior de un animal con alma llamado hombre, un ser que dentro de cientos de años alcanzará el título de humano, en este mientras tanto, el hombre refleja en el entorno, su propia situación interior, este mundo es la copia de la codicia del hombre, de sus exageraciones, está subdesarrollado gracias a la pereza, está sometido al miedo, los seres quieren lo de los demás, la envidia crece a pasos agigantados, también crece la sensualidad, la satisfacción de los sentidos, cualquiera diría que en todos los anteriores defectos nace la gran violencia de la tierra y aunque sí contribuyen en gran medida, es la soberbia, la madre de las guerras, la soberbia es un defecto agresivo, generador también del atraso y la injusticia ¿Qué es la soberbia?, es un defecto mental que se divide en dos aspectos; el orgullo y la vanidad, por orgullo existen las clases, por orgullo existe la degradante segregación racial, por orgullo algunos minimizan a otros con sus blasones, escudos y pergaminos, por orgullo no hay conversación, por orgullo no hay acuerdos, no hay resultados, no hay nobleza, por orgullo no hay análisis ni reflexión, ni se manifiesta el amor necesario para decir, yo cedo, yo considero, yo comprendo, yo me pongo en lugar de..., ese es solo el orgullo, también existe la vanidad, la vanidad es el punto de partida de la guerra, la guerra se genera por la enorme vanidad de los líderes, ellos dicen “yo quiero tal cosa y por lo tanto eso es lo que todos quieren”, “ lo que a mí me parece es lo que todos quieren”, “todos quieren ser como yo”, “ la voz mía es la voz de todos”, esta deformación de la mente es la causa de la guerra, que luego a su vez degenera en el gusto del “poder sobre el otro” en el que prima doblegar la voluntad de los demás, a la fuerza, esto en los mundos internos es un delito, genera una consecuencia kármica, difícil de transformar en vidas y vidas, es el terrible acto de “considerar lo mío y no tener en cuenta al otro y además doblegarlo”, tal hecho es verdaderamente kármico.
La solución está en el desarrollo interno, la solución está en la iluminación, de lo que les he hablado años y años. La gente también me pregunta, ¿de los problemas físicos, ¿cuál es la solución?, la solución de la gran crisis económica que tenemos en este momento es el orden mental y el positivismo.
Cuando les hablo de orden mental, les estoy hablando de los números, de las cuentas y de la realidad, es necesario aterrizar y comprender la VERDAD en calidad y cantidad, ¿qué tenemos?, ¿qué no tenemos?, ¿qué podemos hacer?, ¿qué no podemos hacer?, ¿cómo prever la situación cuando la crisis empeora?, ¿me comporto como si existiera crisis?, ¿o, solo lo digo de palabra, pero de hecho no me he enterado?, ¿qué debo corregir, ¿en qué debo hacer una pausa? Debemos sentarnos en una mesa, con un papel y un lápiz y debemos hacer cuentas, es el orden mental, es contestarse todas las anteriores preguntas y es un porcentaje importante de la solución.
Cuando les hablo de positivismo, les hablo del poder de la mente humana, les hablo del poder de la fe y de que todo lo que generamos, lo podemos realizar en el mundo material, solo debemos creer en ello, solo debemos estar convencidos, con misión, con compromiso, con realidad, pero siempre con esperanza, pero esperanza real, con optimismo, con alegría, con positivismo OBJETIVO, con amor, con fe en la gestión propia y en la de los otros, solo así podemos hacer el enorme exorcismo que requiere esta gran crisis.