Tiempos Difíciles
Estamos viviendo el vórtice de la mente, vivimos en el tiempo en el que la mente de la humanidad hace verdaderas transformaciones, el momento del cambio, de la inquietud espiritual, del descubrimiento de hechos extraordinarios
Estamos viviendo el vórtice de la mente, vivimos en el tiempo en el que la mente de la humanidad hace verdaderas transformaciones, el momento del cambio, de la inquietud espiritual, del descubrimiento de hechos extraordinarios, es una frontera en la que aún la mente duda, se hace preguntas un instante en el que aún la mente es ingenua de lo que existe y lo que no existe, en medio del fragor de la gran batalla mental, entonces, también la mente sufre de cansancio, de agotamiento de su propia lucha y se estanca en ilusiones, en la negación del esfuerzo y del sacrificio, en la no aceptación de la transformación y regresa a los procesos básicos, aquí nace el fanatismo, en el que todo es seguir a alguien sin reflexionar y dejar quieto el proceso propio del interior.
A escala general, el fanatismo es el sustrato ideal para la pereza, con el fanatismo no hay que pensar, solamente dejarse llevar este es uno de los grandes males de la vida moderna.
El fanatismo conduce a no tolerar la diferencia, a no comprender al otro que piensa distinto, a no admitir que los demás piensen o actúen de otra forma, es la fuerza que se impone ante los demás para doblegarlos y someterlos ante una idea.
No solo son fanáticos aquellos que idearon e hicieron el atentado de Estados Unidos, no solo es fanático quien se muere de ira porque los demás no pertenecen a su religión o a su secta, es también fanático quien no soporta y no comprende las ideas, los sueños, la angustia y el proceso interno de los demás, es aquel que vive dentro de su burbuja egocéntrica y piensa que los demás son absurdos porque no se parecen a su propio ego, este es el origen del horror del fanatismo, es uno de los males de la inconsciencia y es la razón de ser de la pérdida de objetividad de la mente, el egocéntrico engaña y se engaña, porque ve todo con el filtro de su ego, solo tiene un objetivo; lo que él piensa y lo que él quiere, entonces el egocéntrico es fanático, violento y amenazante, la egolatría, la inconsciencia, el desconocimiento de las leyes cósmicas y la mala interpretación del sacrificio a la humanidad, es la causa del horror que presenciamos el día anterior.
Estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos de desconcierto, de asombro ante el poder animal de la mente, pero de forma acelerada, de forma distinta, todo ocurre de manera rápida y absurda. Por ejemplo, la guerra que padecemos nosotros en Colombia es una rareza, estamos matándonos con cuentagotas desde hace más de cincuenta años, en estos tiempos difíciles, la guerra no es así, las guerras son rápidas, 1 semana, 2 semanas, en un solo ataque mueren miles de personas, en cuestión de minutos fulminan dos torres de concreto, llenas de gente y de arquitectura y fortaleza increíble.
Debemos comprender que con el tiempo, las guerras son más cortas, desde Hiroshina en el 45, en menos de 3 minutos murieron cien mil personas, es la fuerza del ego, la brutalidad del yo humano, es lo que se opone a la evolución es lo que se contrapone a la gran transformación de la bestia apocalíptica ¿cuál es la bestia apocalíptica?, no es una persona, ni es el código de barras, ni es una organización secreta, ni un extraterrestre, es el EGO MENTAL, esa es la bestia, nuestra urgencia mayor para solucionar estos males, es atacar la causa y la causa es nuestra propia mente.
Es necesario cambiar nuestra vibración, es urgente reconocer el momento actual de luz, es de vida o muerte que veamos la realidad del camino espiritual, la realidad de la tendencia de la mente, lo que vivimos todos, la angustia y el dolor que nos produce no ser conscientes:
- Todos tenemos problemas.
- Todos sufrimos por los demás.
- Todos tenemos riesgos.
- Todos libramos la batalla de la vida.
- Todos nos preguntamos si las grandes y pequeñas respuestas son verdad o son mentira.
- Todos buscamos incesantemente la estabilidad.
- Todos buscamos la verdad y aunque todo sea difícil, aunque todo sea complicado siempre debemos tener optimismo y esperanza, debemos pretender la felicidad, debemos conocer los recursos que tenemos para lograrla, debemos rodearnos del aura y de la luz de la buena vibración, debemos luchar para ser prósperos, para estar tranquilos.
- Estamos también en los tiempos de la naturaleza, del conocimiento de las plantas, del descubrimiento de otras dimensiones, estamos en la época de las preguntas espirituales, es un tema que agrada, que interesa, que mueve el alma, estamos en la era de la libertad, en la que todos podemos investigar meditar, averiguar, oír, hablar y estudiar lo que pueda evolucionarnos, lo que pueda impulsarnos hacia el camino del equilibrio, podemos en estos tiempos conocer las energías, saber dónde están, dónde se manifiestan, qué significan, hoy podemos conocer cuáles son los sustratos del poder mental, la ciencia de los signos, de las inscripciones, de los aromas y del conocimiento, antes oculto, esa sabiduría que solo era guardada para iniciados y escogidos y ahora podemos conocer , es la gran ciencia de la MAGIA BLANCA, la gran ciencia de la MAGIA BUENA, de la MAGIA CORRECTA, de la magia que ayuda, de la magia que impulsa, es la gran ciencia de la magia energética practicada por los grandes guías de la humanidad, como Jesús, como Sidarta y como Babaji.
La energía se manifiesta de diversas formas y dependiendo de la modalidad, establece puentes invisibles con la mente, para activarla, para despertarla, para estimularla podemos ver el caso de las inscripciones sagradas, veamos el ejemplo del Sello Celta ¿por qué se dice que es signo de energía positiva, abundancia y prosperidad?
Simplemente porque puede establecer fuerzas de estímulo a nivel mental, con códigos que ya existen en la mente, nosotros tenemos el conocimiento de los lenguajes sagrados en las células, la sangre y la mente, todos tenemos en nuestra memoria akásica conectada con el ADN, el código de la memoria y esto puede activarse con un signo sagrado como el Sello Celta que contiene 2 mantras y dos runas.
¿Qué puede hacer que seamos exitosos o fracasados, infelices o felices?
La respuesta es la mente, la mente se rodea de los medios para el éxito o para el fracaso, la mente puede impregnarse de melancolía, inconsciencia, irreflexión e inamovilidad, en ese momento somos fracasados e infelices, pero la mente también puede rodearse de optimismo, de fe de sus propias capacidades, de esperanza, de vibración positiva, de ayuda hacia los demás, de frases positivas, de ánimo, de perdón, de reconstrucción, de trabajo, de esfuerzo, de buenas intenciones, de amor por la humanidad, de enseñanza, de generosidad, de volver a comenzar, de buen humor, de risa, de conocimiento natural, de energía positiva, de mantras, de análisis del ego, la mente debe llenarse de “me voy a corregir” de “voy a transformar este defecto que me hace sufrir y hace sufrir a los demás”, la mente debe erradicar el pesimismo, el sufrimiento, la mente es la que debe sacudirse las malas rachas, la mente debe repetir frases positivas, las debe ubicar en su pantalla mental y bañar estas imágenes con energía positiva. Recuerdo ahora la meditación que les recomiendo en la caja del sello celta, en una de sus partes dice: “Véase en estado de profunda tranquilidad, vea con la imaginación sus problemas solucionados, véase sonriente y feliz, imagine que le rodean las mejores cosas, todo lo que usted ha soñado, véase estable y próspero”, ese ánimo positivo no es un consejo, es un deber nuestro en estos tiempos difíciles, ánimo para nosotros, ánimo para el que está decaído, es un deber y una misión de amor con nosotros mismos y con la humanidad.