La biblioteca de placas metálicas de la cueva de los Tayos
Existe un lugar en Suramérica lleno de misterios, un lugar desconocido para todos, inclusive para los que viven allí, es un lugar en donde la naturaleza puede camuflar y esconder cualquier cosa, queda en Ecuador, en el hermano país, en el piedemonte de los Andes, justamente en donde nace la Selva Amazónica.
Ese lugar es conocido como La Cueva de los Tayos o mejor diríamos “Las Cavernas o los Túneles de los Tayos” y ese nombre viene de unas aves que naturalmente viven en estas cavernas que tienen la apariencia de “palomita o algo de Buho” para dar una idea, esto es sólo un nombre guía, pero estas cavernas tienen mucho más misterio que lo que proviene del nombre de esas aves.
Las personas que viven allí son los indígenas Coangos o los Arútas que ocupan lo que desde la antigüedad se conoce como “La Nación de la Selva Shuar”.
Son varias entradas, en este programa ya hemos hablado de las cuevas de los Tayos, hay una que es la más conocida en la provincia de Santiago Moroni; después de superar varios vericuetos intrincados, en los que se pueden encontrar varias secciones curiosamente rectas, se llega a unos túneles increíbles que tienen medidas espectaculares, hay galerías, por ejemplo del largo de Bogotá, estoy hablando de 30 kilómetros, con anchos entre 50 y 100 metros y alturas de techo de 10, 15 o 40 metros en distintas partes, son varios los túneles, el más explotado y más saqueado es uno enorme que mide 18 kilómetros y del que sólo hay explotados 6 kilómetros, afortunadamente estas cuevas son un misterio y los que llegan allí con la negra idea de saquear dan vueltas y vueltas, caminan en círculos, tienen problemas de luz, llegan a puntos con otras salidas y se asustan con todos los sonidos y efectos extraños que ocurren allí.
Pero hace muchos años, a principios del siglo XX, en los años veinte y treinta, varios indígenas y un sacerdote, muy querido por la gente de allí, exploraron la caverna de entrada y llegaron a una galería enorme casi a ciegas y encontraron apiladas contra las paredes unas láminas grandes de oro y de otros metales con figuras que indicaban historias de una civilización desaparecida y no contemplada por la historia, eran muchas láminas. Otras, increíblemente grandes, de 26 o 28 metros de ancho por 120 centímetros de alto, es decir para recubrir paredes enteras, de una plata purísima, muchas de ellas sacadas de las cavernas y puestas en la iglesia y en la casa cural y guardadas por el curita que les comento, el Padre Crespi, que mientras vivió las protegió, muchas placas de esas fueron fotografiadas hace muchos años por el investigador Von Daniken, pero no todas, lo que alcanzaron a sacar de las cavernas fue bastante y lo que saquearon en todo el siglo XX las personas que lograron entrar a las cavernas es verdaderamente cuantioso, pero afortunadamente el sitio es inaccesible y es difícil y esto ha logrado que lo explorado sea muy poco, lo cual quiere decir que lo saqueado es poco si tenemos en cuenta lo que hay en esos túneles, su extensión, su misterio y los constructores o “modificadores” y obviamente su antigüedad.
Si hay misterios en el mundo, la Cueva de los Tayos es el ejemplo más grande, lo que allí se encontró podía decirse que era sumerio o babilónico ¿En Ecuador? Parecía caldeo o hebreo arameo arcaico y pregunto de nuevo ¿En Ecuador? El padre Crespi tomó muchas fotografías antes de morir y quería hacer un museo y varios documentales, él mismo sale con su enorme sotana mostrando las placas metálicas gigantes de varios metales con repujados que muestran las cosas más raras jamás vistas en arqueología, historias contadas en dibujos, hay una placa escrita en el cuneiforme viejo de Sumer, en lo que se conocía en el Éufrates como Trazo Gag, algunas de esas láminas de oro y plata estaban en forma de plegables de hasta 12 folios, todo estaba en el museíto que el Padre Crespi, ya muy viejito, improvisó en la parte posterior de la iglesia, allí tenía piezas de oro puro y aleaciones de otros metales de objetos que cualquiera diría que eran de Babilonia, muchos objetos, algunos eran plateados, pero ante el análisis eran de oro y lucían como esas guarniciones que se hacían hace 100 años de lo que se conocía como antimonio, hay fotografías del Padre Crespi y videos, en los que se puede ver al curita con investigadores como Moricz y como Stanley con las placas misteriosas de todos los metales, apiladas en la sacristía, con el asombro de los que iban a verlas, muchos investigadores las vieron, inclusive Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna, fue a ecuador y quería ver al menos la entrada de los Tayos, él mismo vio los Domos de piedra y metal de 50 centímetros que tenía el padre Crespi y el mismo Neil Armstrong dijo que aquello parecía más un OVNI que un domo, él mismo dijo: las cosas hay que llamarlas por su nombre, esto es la representación de un OVNI.
Pero las cosas se complicaron, el padre Crespi envejeció y en sus últimos años no podía cuidar como correspondía esos tesoros y, aún en vida, saquearon bastante esa sacristía y cambiaron las piezas originales por burdas latas con figuras graciosas para nada relacionadas con lo descubierto, placas que no se sabe dónde están, si las vendieron, si las conservaron, si las fundieron, porque cada placa de 26 metros pesaba un montón, eran de plata y cuando los indígenas le regalaron esto al padre Crespi, lo arrastraban, porque no podían levantar la pieza completa, el padre Crespi murió hace 33 años y en el momento de su muerte las piezas fueron llevadas a diferentes destinos, las teorías son casi mitológicas, algunas crónicas dicen que las placas de oro desaparecieron como por encanto, otras teorías dicen que como esas placas fueron regalo de los indígenas, entonces eran de la iglesia y por lo tanto la mayoría fueron llevadas a Roma. Otros dicen que fueron vendidas al gobierno de Ecuador por 10 millones de dólares, pero al indagar sobre el asunto, los funcionarios se ríen y dicen que eso es absurdo.
Hay otra historia paralela a esta de la que no se habla mucho y esto no está muy documentado, pero también los mormones visitaron los Tayos, porque el Ángel Morón o Moroni que se menciona en el libro de Smith coincide con las placas de oro y del nombre de la provincia “Morona Santiago”, pero ellos fueron muy discretos y esto nunca trascendió y no se sabe que pasó allí, de eso no se sabe tampoco nada, ni pistas ni detalles. La puerta grande, que más parece una entrada de Baalbek que un lugar perdido en la selva ecuatoriana, está custodiada por la Guardia Nacional en acuerdo con los nativos Shuar, pero esto también es un misterio; los nativos son muy celosos con los Tayos, no es fácil entrar con el gran historial de saqueos, ellos tampoco son muy dados a comentar cosas de lo que su propia historia ancestral sabe que hay en esos túneles que ellos saben que continúan por debajo de los Andes hasta el Pacífico y muchos de ellos dicen que las galerías corren hasta Colombia y se comunican con puntos allí que pueden ser considerados como “entradas al cielo”.
De las placas sólo hay fotografías, lo que existió en vida del Padre Crespi, aunque algunos dicen que el Padre no pudo conservar ni un cuarto de lo que le regalaron los indígenas, aún en vida de él muchas piezas fueron sacadas al extranjero y el resto después de su muerte y los Shuar son conscientes que el padre ya estaba muy viejito y era confiado e “inocentón” de manera que poco podía hacer. ¿Dónde están esas placas? ¿Dónde están las láminas de 26 y 30 metros? ¿Qué hicieron con las piezas babilónicas? Me imagino que en algún momento se conocerá la verdad.
LAS CAVERNAS DEL ECUADOR
UN MISTERIO QUE TODOS LOS DÍAS TIENE MÁS ENIGMAS
Estas cuevas o cavernas del Ecuador, son las famosas cavernas de los Tayos, conocidas también como los túneles de los Tayos, que son famosas entre los indígenas, siempre han sido conocidas por ellos y sus entradas están entre la selva espesa del Ecuador, en esas selvas nace o está el borde de la selva amazónica.
Los indígenas dicen muchas cosas que de ser ciertas, estaríamos ante una tecnología desconocida, algo que se escapa de nuestra razón, tanto los indígenas como muchos investigadores alemanes, húngaros y holandeses, dicen que allí hay una biblioteca de placas metálicas, una colección de placas con un alfabeto que pareciera ser tridimensional, es decir, en un relieve que nosotros no conocemos y en esos túneles que en ocasiones salen a la superficie, hay galerías subterráneas enormes con los objetos más fabulosos e increíbles del mundo, esas galerías en ocasiones son tan grandes como una pequeña ciudad y los objetos que contienen confunden al explorador; no se sabe si son del pasado o del futuro, es el misterio de la cueva de los Tayos y al preguntarles sobre: ¿Cómo regresar? Ellos dicen algo que causa aún más intriga, ellos dicen, pareciera que los túneles y pasadizos se mueven y confunden a los visitantes, túneles que se mueven como las escaleras de la película de Harry Potter.
Cuando se “armó” el escándalo del descubrimiento de la cueva, comenzaron las manipulaciones, llegó el gobierno del Ecuador y emisarios del gobierno británico, inclusive llegó el astronauta Neil Armstrong y el criticadísimo investigador Von Dӓniken y los resultados nunca se conocieron, sólo declararon que se habían perdido en los túneles, que era algo muy grande e inhóspito, que las cuevas eran intrincadas y difíciles, que la exploración tardaría años y que era “muy interesante”, pero todo quedó en el cuasi-olvido, es un tema que también por inconcluso, llama la atención, por esto las cavernas o túneles de los Tayos serán tema obligado.