Eucalipto: energía plateada
El árbol de eucalipto forma una imagen elemental plateada, verde, gris y blanca, cuando deja manifestar su influencia, es poderoso el efecto obtenido.
El elemental es muy sensible, para trabajar con él, basta con sentarse relativamente cerca del árbol y hacer una pequeña meditación en la que es necesario decir a la fuerza elemental: "Poseo una entidad en el punto céntrico de mi existencia, que desde hace años y años habla y hace obras en la naturaleza, él es la fuerza crística del universo y tiene desde siempre y hasta siempre el poder de crear, conservar y destruir; por el poder de su fuerza, por su jerarquía y sabiduría Les necesario que el gnomo de esta planta impregne los ambientes físicos, astrales y mentales de estos recintos y cambie drásticamente las energías”.
El elemental del eucalipto tiene el aura plateada y verde oliva encendido, su fuerza transmutadora es más intensa que la de las demás plantas, debe utilizarse la práctica en casos graves de secuencias kármicas repetidas, es decir, cuando el pago de la deuda kármica sigue una línea continua y se presentan las llamadas "rachas en las que no hay algo que nos salga bien; la forma de organizar el elemental es de la siguiente forma:
1) Se hace la meditación, reflexionando de la manera anterior mente citada.
2) Tomar varias ramas de eucalipto, pueden ser compradas, del árbol que tenemos o de otro árbol. Quemar algunas hojas y saturar el ambiente del olor desprendido, impregnar el suelo del recinto con agua y esencia de eucalipto, colocar una rama a la entrada, tratando de sellar el pequeño espacio o luz que deja la puerta entre el borde inferior y el piso; dejar así media hora.
3) Llenar un recipiente grande, con agua, agregar varias ramas de eucalipto y un poco de la esencia, cuando hierva, bajar de la estufa hasta que esté tibio, bañarse el cuerpo con esa cocción y secarse.
4) Colocar una rama de eucalipto debajo de la cama durante dos meses, cambiándola semanalmente. Este gnomo tiene el poder de Suavizar la deuda kármica, ayuda efectivamente a quien percibe agobiado de problemas, no por compasión, él obedece el poder crístico y cambia la atmósfera próxima por propia conveniencia; es indispensable, durante el proceso, encomendar con firmeza y mando, el cambio deseado, pero dentro de las normas de amor y reverencia que debemos observar con todas las criaturas de la naturaleza.