La inteligencia

Con frecuencia, temas como este son tratados desde diferentes puntos de vista, desde el meramente psicológico, hasta el filosófico y social.

Tenemos la definición y la posición de  Aristóteles frente a la inteligencia, la de Kant, la de Nietzsche, todos opinaron, la dividieron, la clasificaron y trataron de concebir el origen de su desarrollo y sus diferentes formas de manifestación.

Es común también que ciertos temas se analicen sin involucrar el aspecto espiritual, la inteligencia suele ser uno de ellos, yo me pregunto ¿existe algún tema que no tenga su profunda relación con el espíritu?, ¿hay algo que no sea espiritual?

Todo es espiritual y más la inteligencia que se origina en los cuerpos superiores del hombre, la inteligencia es un atributo superior del hombre, está condicionada por muchos  factores: La recurrencia o el karma, el nivel de conciencia y evolución, la herencia, los factores ambientales, el desarrollo de la sensibilidad, todos importantes, todos determinan su mayor o menor manifestación. Pero ¿qué es la inteligencia?

Las definiciones dependen de las corrientes psicológicas y filosóficas y son complicadas o simples dependiendo de la terminología y de la profundidad del contenido.

Inteligencia puede ser la percepción de algo, analizado con criterio propio.  Los filósofos incluyen términos antipáticos que hacen difícil esta comprensión, “palabrotas” que tienen definiciones tan enredadas, que caeríamos en el error de convertirnos en un tratado de filosofía aburridor e inentendible.

¿Cómo explicar la abstracción y la conceptualización, cómo hablar de la concepción intuitiva, cómo asimilar el término inferir?

Todo esto tiene que ver con la inteligencia. Cada postulado, cada palabra, cada frase, cada aporte, es un mundo, algo tan importante, que de palabras y opiniones podríamos escribir libros.

Si, por ejemplo, nosotros analizamos el idealismo alemán, vemos que Kant decía: “Una cosa es el intelecto y otra es la razón”, esa sola frase desató polémica y regó tinta en la época como no se tenga idea.

Luego Nietzsche dijo: “el instinto es superior a la inteligencia”, esto también fue complicado en la época, él simplemente explicaba la incapacidad de la mente inteligente para comprender procesos orgánicos instintivos como la respiración.

Entre los filósofos han sido desarrollados verdaderos tratados acerca de la inteligencia, algunos hablan del espíritu, otros tienen definiciones abstractas y volátiles imposibles de  entender fácilmente, otros dividen la inteligencia y la ubican por etapas. Más allá de estos conceptos está la existencia de la mente y la existencia del espíritu, verdades irrefutables que sitúan a la inteligencia en una escala  de  entendimiento y comprensión entendible por la mayoría de personas, sin palabrotas y sin explicaciones escolásticas y pseudofilosóficas. 

En primer lugar, la inteligencia está relacionada con la mente, en la mente se encuentran: los defectos, las virtudes, el poder mental, la creatividad y en todas ellas el elemento de la inteligencia.

Desde un punto de vista espiritual, la inteligencia es un instrumento del conocimiento, es un elemento que nos permite acceder a la sabiduría.

Un error común es confundir la inteligencia con el entrenamiento y con la  acumulación de datos en la memoria, son propiedades que trabajan simultáneamente y se relacionan, pero que no se pueden confundir con la inteligencia.

Por ejemplo, un ingeniero y un iletrado, pueden ser muy inteligentes, aunque no sean igualmente entrenados.

De igual forma, un analfabeta y un ingeniero pueden tener inteligencia deficiente debido a su baja  sensibilidad.

También es claro que algunas condiciones  estimulan la inteligencia: Las imágenes, los sonidos, la disciplina, la meditación, el entrenamiento, la educación, la memoria, todos son inductores de inteligencia, son circunstancias que vivimos en mayor o menor proporción por karma y que pueden hacer que seamos más o menos  estimulados a nivel mental.

Por ejemplo:  Los viajes, el gusto por la lectura, la educación, las disciplinas espirituales, son lujos que por ley de karma tenemos o no tenemos y que indudablemente nos despiertan la sensibilidad frente a cosas y circunstancias.

Por otro lado, la inteligencia, también  por cuestiones kármicas y del entorno, puede desarrollarse más en un aspecto que en otro, en este sentido y por esta misma causa se han determinado varias clases de inteligencia, que no son  verdaderamente varias clases o varias inteligencias, es la misma inteligencia, desarrollada en más proporción en determinado factor, por ejemplo:

• Inteligencia práctica:  Es la de la facilidad para solucionar  problemas prácticos o de la supervivencia, también  la capacidad para adaptarse a una situación y elegir los elementos idóneos para actuar y adaptarlos a las circunstancias.

• Inteligencia de relación y acumulación: Es la relacionada con la memoria, el impacto de las imágenes en la mente  (memoria fotográfica), está determinada por la capacidad y el entrenamiento de la mente para guardar registros de memoria, imágenes y datos.

• Inteligencia cultural:  Es la de aquellos que  tienen fama de súper cultos, toda una biblioteca, pueden hablar de arte, desde el punto de vista de la implementación de la luz y el purismo del estilo, pueden hablar del significante y el significado de las palabras, para ellos la música es símbolo de status, y reconocen rápidamente el sello musical y el director de orquesta, PERO, su sensibilidad no es la que analiza, ni su comprensión de corazón, su percepción no es espiritual, es tan solo la habilidad para discernir, la destreza para aplicar algo aprendido a eso que ven y oyen, es una inteligencia llana, superficial, educada, no profunda, no genuina, adquirida, desprovista de criterio propio, su medida es patronada. 

• Inteligencia entrenada: De cierta forma, todos la tenemos, es la inteligencia, sensibilidad y destreza por causa  de nuestro oficio, el médico tiene, por decir algo, algo de inteligencia en terapéutica y anatomía, el ingeniero en números y estructuras. Tal inteligencia es inútil si nosotros no le aplicamos, sentido práctico y sensibilidad espiritual, a cuántas personas conocemos, que son muy entrenadas pero que su sensibilidad no comprende ni asimila nada.

• Inteligencia Espiritual: Está matizada con  la intuición despierta, la voz del alma que nos da la certeza de la respuesta a los grandes misterios de la mente. Es una inteligencia abierta, desapegada de conceptos aprendidos, que da cabida a la verdad, a las nuevas investigaciones, es una inteligencia inquieta, que indaga, busca, cuestiona, no se limita, no encuentra, ni crea barreras, es una inteligencia libre.

• Inteligencia estética:  Es la del sibaritismo y el gusto por lo estético, todo lo que está  relacionado con la percepción sensual, es decir, de los sentidos, es la inteligencia de las formas y las proporciones, es la inteligencia de los artistas.

• Sabiduría: Es la inteligencia superior de los maestros y seres iluminados, su percepción es directa desde el ser por medio de la intuición superior, en ese estado, el  poder de la mente se desarrolla y todas las inteligencias son desarrolladas ¿por qué razón?, muy simple, la inteligencia nace de la sensibilidad y la sensibilidad es desarrollada en la concentración y meditación, un ser desarrollado aumenta el estímulo por vivencia, dado que recuerda sus recurrencias pasadas.

La suma de todas las inteligencias es el ser interior y quien trabaja por encontrarlo, es el más sabio, e inteligente de todos.