El ego, el yo y la voluntad
Existe una confusión generalizada sobre estos 3 conceptos: Ego, yo y voluntad. La equivocación es justificada, dado que en las distintas ramas de la psicología y de las ciencias herméticas se han definido los términos de diferente forma, y, cada disciplina de estas, a su manera, pretende definir algo que no conoce y que no está en posibilidad de entender completamente.
Para hacer este análisis, es preciso separar debidamente los componentes humanos, es necesario conocer que nosotros somos una entidad compacta con varios aspectos, es un concepto similar al de una cebolla, la cebolla es una entidad, pero tiene varias capas y un centro o corazón.
Generalmente pensamos que nuestro único componente es el cuerpo físico, porque es lo que vemos, lo que podemos percibir con los sentidos y creemos equivocadamente que pensamos por la simple unión de las neuronas, creemos que al dormir el cuerpo queda en hibernación por obra y gracia de la magia, esto obviamente no es así, el asunto es más complejo y tiene más componentes y dimensiones.
Nuestro cuerpo es un carro, un dispositivo físico en donde se manifiesta el alma, es la forma material que se interpreta como una ventana del ser, del atman o del espíritu divino. El cuerpo físico nuestro es una computadora perfecta, llena de conexiones, redes inteligentes y memorias imposibles de explicar y ¿por qué, siendo solamente un vehículo, debe ser tan sofisticado?, la razón es clara, debe estar conectado con los demás componentes que le dan vida, movimiento y funcionamiento.
En los libros sagrados del Vedanta en India y en los frisos y figuras que aún podemos ver, existe una figura exacta para este ejemplo: Está en primer lugar un ejército y frente a él un carruaje movido por siete caballos guiados por un manejador y en la parte alta y posterior un ser de luz indicando el camino al guía. La interpretación es simple, los caballos son los cuerpos y cada uno de sus adornos son los sentidos, el carruaje es la encarnación, el guía es el alma y el ser de luz es el Atman o el ser espiritual, el mismo Cristo interno.
En esa magnífica computadora que es nuestro cuerpo, corre el impulso electrónico de la vida en sus delicadas y sofisticadas conexiones, principalmente en el sistema cerebroespinal, en este sistema se encuentra la unión con los demás ingredientes trascendentales, otros cuerpos sutiles que podemos diferenciar en dimensiones superiores.
El combustible y el movimiento de ese sistema nervioso, viene de la quinta dimensión, es decir del mundo mental y es lo que corre, se conecta y se desconecta por cada filamento y neurona, es un sistema altamente evolucionado, solamente comprendido por iniciados y clarividentes, porque aunque todos tenemos mente e intelecto y pensamos todo el día, no somos conscientes de la existencia y del origen de la mente.
El cuerpo o la energía que más nos es familiar después del cuerpo físico, es el cuerpo astral ¿por qué?, simplemente porque es el que se despega todas las noches inconscientemente y vaga por la dimensión siguiente en los mismos espectros e imágenes que la mente crea POR COSTUMBRE, por esta razón es que el ama de casa se sueña haciendo oficio o atacada por sus miedos, por esta razón el ingeniero se sueña haciendo puentes y el estudiante se sueña en el colegio, sencillamente porque la mente repite en imágenes todo lo que hace en el día, no obstante nuestra ignorancia, no es difícil concebir el desdoblamiento, no es difícil comprender que todas las noches, sale de nosotros un fantasma con nuestra misma figura y sumido en la inconsciencia, vive en un escenario que la mente inventa siempre nuevo, siempre renovado.
Más allá de estos cuerpos de carne y hueso el físico, de tiempo el astral y de fuerza mental, está un cuerpo ideal en dimensiones que no podemos concebir, es el cuerpo de luz, de donde vienen todas nuestras emanaciones áuricas, es el más elevado de los cuerpos inferiores es el cuarto cuerpo, denominado por algunos: Cuerpo causal o cuerpo del origen mismo de un animal pensante llamado humano.
Los restantes 3 cuerpos se manifiestan en planos tan espirituales y tan sutiles, que no pueden ser concebidos por nuestra mente, que están más allá de nuestra inteligencia, más allá de nuestro conocimiento. La voluntad es un cuerpo superior, que está más allá de la misma causa, está más allá de la eternidad, en la 7 dimensión, es un cuerpo relacionado con nuestra misión, con nuestro apostolado en la tierra, por ejemplo, de ese cuerpo parte la orden para que Hilda tenga determinada personalidad y desarrolle una afinidad por los micrófonos y por los medios para propagar una guía, por medio de esa voluntad superior las personas siguen una línea de karma y se definen por una tarea específica, es el cuerpo que proporciona el empuje y la fuerza para prevalecer en los propósitos y para mantener la vida.
En la octava dimensión vive el alma que guía toda la encarnación, se llama alma humana porque es lo que nos diferencia unos de otros, el alma es lo que hace que yo sea Hilda y él sea José Fernando, el alma nos hace particulares pero a nivel profundo, tiene que ver con la personalidad, claro que sí, pero va más allá, tiene que ver principalmente con nuestra identidad espiritual.
En la novena dimensión o novena esfera superior está el ser, nuestro Cristo íntimo, la llama divina que se ha desgajado del centro del cosmos, es lo que permanece inmutable en el eterno trasegar de las encarnaciones, es el Ain Suf., de los hebreos, el Atman de los Hindúes, el Brill de los Celtas, el Olk de los Mayas, el Self de las psicologías viejísimas bretonas, interpretado como el “Sí mismo”, este “Ser” no es el mismo ego, no es el mismo yo, el ego es la entidad defectuosa que se desenvuelve en la 5 dimensión, es el error mental que crea imágenes y que inventa escenarios, es el gran dramaturgo de la tragedia de Maya o del karma, muy diferente al Atman o al Cristo, de este tema seguiremos hablando.
EL EGO, EL YO Y LA VOLUNTAD
En el destino está el trabajo espiritual, está el camino de la iluminación, pero sin la angustia de la amenaza, sin el chantaje de un líder religioso, sin la extorsión demente del posible armagedón, es un camino simple de autorealización, de autocorrección, de autoregeneración, en una evolución que exige de parte nuestra, actividad, movimiento, proyección positiva hacia el despertar. Todos somos clarividentes en potencia, todos tenemos el oído interno sin desarrollar, todos tenemos el gran poder de la intuición superior y la capacidad humana de desdoblarnos conscientemente y de viajar en la 4ª dimensión y aprender de los grandes maestros de los centros de sabiduría del planeta tierra.
Pero para esto es necesario comprender qué es el ego y qué es el ser, tenemos que saber que la evolución no es mecánica, la evolución es activa requiere de parte nuestra conocimiento, equilibrio y objetividad, el ego no se transforma por el solo hecho de estar vivos, no nos podemos convertir en el maestro potencial que vive dentro de cada uno de nosotros por obra y gracia de nada, no, tenemos que trabajar duro, meditar mucho y analizarnos permanentemente para disolver el ego y llegar hasta el ser.
¿Cómo vive el ego, de qué se alimenta, cómo se desarrolla y crece?:
Cuando estamos recién nacidos, nuestro cuerpo es inmaculado, nuestras conexiones nerviosas no han recibido la descarga del ego negativo, solamente ha completado su entrada el yo de la ira y la energía mental defectuosa de la ansiedad, recién nacidos tenemos algunos miedos mentales y se comienzan a formar algunos traumas, así entra de nuevo el ego a nuestro cuerpo, pero el ego ya existía, seguimos con todos los yoes de encarnaciones pasadas, con la energía mental negativa del cuerpo pasado. Pero en este proceso surge una pregunta inmediata ¿por qué no entran todos los egos en el bebé recién nacido?.
Simplemente porque no se encuentra esa nueva materia en condiciones de recibir esa carga energética, pero en la medida en la que el cuerpo crece y se presentan las condiciones mentales los defectos van entrando poco a poco, haciendo que ese niño se convierta con el tiempo en un adulto lleno de defectos, miedos, traumas y energía negativa en su mente. Cuando es una persona común y corriente y con un nivel evolutivo normal, todo se presenta a favor del desarrollo del ego y la contaminación de la mente, cuando en el caso contrario, se trata de un ser especial, las condiciones de ese ser se restringen al extremo para evitar que ese ser sea contaminado, para evitar su contacto con la energía mundana de la civilización. La humanidad es fiel reflejo de la tragedia personal de la gente “el niño crece hasta convertirse en un adulto malicioso y egóico” igual sucede con la humanidad, “antiguamente vivimos una época de gran valor espiritual y crecimos hasta convertirnos en una horda de gente llena de egoísmo y de yoes negativos.
Pero en ese conocimiento que debemos tener acerca del ego, también comprende un dato de importancia trascendental “El ego o el error en el pasado vio un principio, entonces también tiene un final”, caso contrario ocurre con nuestro verdadero ser interior, no ha tenido principio, entonces no tiene final, por esta razón jamás morimos, por esa razón es que nosotros cambiamos y cambiamos de vestido pero somos eternos, es la principal propiedad de nuestro real ser.
Esa disolución o para ser más exactos, esa transformación del yo diabólico humano, está en el despertar de la conciencia, está en la iluminación, no en el pasado como piensan muchos, no en los golpes de pecho ni está en el dolor, el pasado no regenera, el recuerdo no redime, los golpes de pecho no sirven de nada ni el dolor despierta la conciencia, en el momento en el que tenemos claro que el ego se transforma con análisis, con estado de alerta y con meditación, estamos en el camino genuino de la evolución, pero esto es como una empresa y en primer lugar es necesario conocer el inventario, ¿será posible que no tengamos ni idea de cuáles son los defectos que tenemos?, muchos hablan de una pista o guía con los defectos capitales y aún con un concepto tan popular, muchos se ven en dificultades para recordar cuales son:
- Orgullo, referente a la falsa dignidad.
- Avaricia, manía de acumular cosas sin necesitarlas.
- Lujuria, excesos relacionados con el sexo.
- Envidia o codicia, querer tener lo de otros.
- Gula, comer o tener vicios por placer sensorial.
- Ira, ser impacientes e intolerantes con los demás.
- Y pereza, ser inamovibles o impasibles frente a deberes y obligaciones, apatía y desánimo para todo.
Pero al ver este incompleto y defectuoso inventario, rápidamente analizamos que faltan “objetos” por contabilizar en los anaqueles de nuestra mente.
Todos los seres humanos tenemos defectos básicos que son aproximadamente los capitales, tenemos defectos pasados a nosotros por karma de familia, tenemos por ejemplo miedos de vidas pasadas, otros miedos por trauma de niñez o juventud, tenemos cargos de conciencia o remordimientos inútiles que nos dejan avanzar, tenemos muletillas o sustratos negativos que son algo así, como “bocadillos mentales”, que la mente utiliza para depositar su energía no manifestada, esa energía no manifestada tiene un nombre moderno y pomposo, se llama ansiedad, esas muletillas son los vicios y las repeticiones obsesivas, tendencias mentales que la psiquiatría moderna ha tratado de concebir y de definir sin ningún resultado; el cigarrillo, las drogas, el alcohol, el ruido, las manías, la insatisfacción, y de cierta forma, los apegos y los fanatismos desmesurados, señalan la fuerza del yo en nuestra vida, todo esto es necesario cambiarlo en energía positiva.
Cada defecto entró en nuestra mente obedeciendo unos códigos de entrada “similar a una clave de acceso”, esa “clave” es un conjunto de condiciones determinadas por la ley del karma. De igual manera es posible trabajar esas mismas “claves” o “códigos” para transformar esos egos en energía que ilumina.
Cuando hablamos de estado de alerta, debemos entender que hablamos de conciencia minuto a minuto, segundo a segundo, hablamos de estar conscientes en todo instante de lo que somos, hacemos y de la razón de nuestro actuar, por ejemplo:
- ¿Quién soy?, soy Hilda Strauss.
- ¿Qué hago?, hablo en radio de espiritualidad.
- ¿Por qué razón actúo así?, por la misión de dar una pauta para el despertar.
- ¿Para qué lo hago?, soy un eslabón en la gran labor del genuino despertar.
- ¿Dónde estoy?, en la cabina de Radio Reloj.
- ¿Cuál es el tiempo?, es principio de siglo y de milenio un viernes de agosto en la Era de entrada de luz a la humanidad, del año 2004.
- ¿Es importante lo que hago?, es la espiritualidad de los demás y la mía incluso, y el espíritu es lo más importante del mundo.
- ¿Soy justa?, ¿soy equilibrada en esto?, en tanto ayudo a posibilitar el desarrollo interior de los demás, soy partícipe del equilibrio.
Estas 8 preguntas son toda una meditación, es increíble el resultado que obra en nosotros el permanente estado de alerta, ¿se imaginan si hubiésemos hecho el ejercicio la última ocasión en que se manifestó en nosotros la ira?.
Y si a esto agregamos el estudio del ego en las condiciones que busca de nosotros para manifestarse, las “claves o códigos de los que les hablaba” y si adicionamos una meditación de conexión mental en las noches y las mañanas, entonces nos convertiremos en mejores personas inevitablemente, entonces seremos inmensamente espirituales sin miedos ni sectas.
EL EGO, EL YO Y LA VOLUNTAD
De todo el camino espiritual, el tema más difícil de tratar es el de la mente y el ego, es complicado hablar por ejemplo de la envidia, de la ira, o de la avaricia, existen avaricias horribles, como la de los grandes multimillonarios del mundo que no dedican un minuto, ni un peso para los demás y existen las avaricias “presuntamente leves” como la de la persona que “guarda y guarda” cosas sin usarlas y sin dejarlas usar “para toda la vida” para “por si acaso las necesita”, esto no es tan grave pero, es avaricia, con todos los defectos ocurre lo mismo, existen formas enormes de ego y otras de manifestación “leve”.
Hablaba también en un programa pasado del análisis del ego y ese análisis está relacionado con los aspectos humanos en los que se manifiesta el error:
- Nosotros somos defectuosos cuando pensamos.
- Nosotros somos defectuosos cuando sentimos.
- Nosotros somos defectuosos en nuestra actividad.
- Nosotros somos defectuosos a nivel subconsciente.
- Nosotros somos defectuosos en nuestras sensaciones o sensualidad.
Entonces en ese análisis psicológico es necesario saber mucho acerca de dónde y cómo se manifiestan los defectos, ¿en nuestros pensamientos antes de actuar?, ¿en nuestro sentir con relación a los demás o a lo que hacen?, ¿en nuestras obras?, ¿cometemos errores sin pensar?, ¿sacrificamos nuestro desarrollo interior en el momento en el que satisfacemos nuestros sentidos?. Y en este punto debemos recordar que nosotros podemos desplegar o generar fuerzas negativas inconscientes.
Es un trabajo urgente, inclusive es parte fundamental del cristianismo primitivo, si recordamos aquel pasaje bíblico tan confuso en el que se sugiere la ira de Jesús ¡¡Es tan absurdo pensar que el ser más grande que ha encarnado en la tierra, resultará con un ataque de ira!!, sin embargo en las sagradas escrituras, podemos leer que Jesús se armó de un látigo y “disperso a los cambistas y mercaderes con sus enseres y monedas y dijo a los vendedores todo esto de aquí quitad, que la casa de mi padre no es casa para tratar”, esto ya lo he dicho, es una alegoría, el templo es la mente y el cuerpo y los mercaderes y vendedores son los egos o errores de los que estamos hablando.
En la India el nombre de Dios o la representación más querida de Dios es Krishna, cuando leemos en sánscrito sus sagradas actividades, nos damos cuenta de esta misma alegoría, Krishna lucha con demonios en forma de asno, refiriéndose a fuerzas mentales de profundo arraigo mental, demonios en forma de serpiente, refiriéndose a los errores de la sensualidad, también lucha con demonios que se presentan como remolinos o huracanes de viento, significando las energías defectuosas del miedo y el trauma, también pelea con imágenes repetidas, es decir, con defectos provenientes de otras vidas e incluso debe destruir a un tirano llamado kánsa o kámsha, (de su propia familia), esto simboliza el orgullo y al mismo tiempo la influencia paralizante y negativa del recuerdo o del pasado y en medio de esas luchas, se mencionan las claves para la meditación, el análisis y el estado de alerta.
De cierta forma la vida de San Francisco de Asis está regida por la misma lucha y establece un punto simbólico. La construcción de la capilla de nuestra Señora de los Ángeles de la Porciúncula, los frescos que aún allí podemos ver muestran la lucha con la mente y con cada uno de sus defectos.
En la mitología griega podemos ver con asombro la semejanza increíble que existe entre la lucha psicológica con el error psicológico y los 12 trabajos de Hércules o Herakles, en esta fantástica historia se ilustra cómo, desde su mismo nacimiento, Hércules representa la destrucción del ego, comenta su historia que en la cuna la Diosa Hera le mando serpientes para acabarlo y él las ahogó con sus propias manos, la narración del hecho es absolutamente hermética, cada paso del incidente está escrito en griego por escritores de gran videncia como Pisandro, Sófocles, Eurípides y Apolonio de Rodas, luego, al crecer este héroe mitológico, debe cumplir con una misión compuesta por 12 pasos, los famosos 12 trabajos de Hércules, en donde hay luchas mitológicas con leones, hidras, jabalíes, aves infernales, toros, amazonas, cerberos y la maravillosa historia de Hércules en el Jardín de las hespérides, todas de profundo significado oculto en lo que a la transformación psicológica se refiere y en este aspecto muy parecida su leyenda a la del héroe mitológico Jasón y sus argonautas para conquistar el vellocino de oro. Y así podríamos hablar y hablar de Perseo, de Horus, de Tammuz, etc., etc., etc. Con la misma línea del trabajo psicológico, con la misma transformación del ego error de la mente.
En oriente también podemos encontrar el mismo caso, precisamente todos los textos budista y zen se refieren a la iluminación mediante la corrección psicológica, recuerden lo que les hablaba hace poco de las 4 nobles verdades y el octuple sendero, pero, nos vamos a encontrar con 2 complicaciones, casi insalvables: La primera es la traducción, no siempre fiel y no siempre buena, generalmente tendenciosa y sectaria y lo segundo, nos encontraremos con las palabras que no se pueden traducir de idiomas y culturas diametralmente opuestas a la nuestra y lo que es aún peor, terminologías abordadas desde diferentes puntos de vista y que solamente entiende una persona que tenga un récord bastante bueno de investigación acerca del tema. Entonces para qué les recomiendo el Avesh Samita de Bindushlad Ripud, si a las tres hojas de leído, lo dejarán de adorno en la biblioteca, preferiblemente desarrollemos en este espacio un instructivo de educación psicológica trascendental, con pautas para colombianos de la transformación del yo, siguiendo, obviamente las recomendaciones de esos grandes maestros iluminados, pero entendiendo los pasos y los términos.
EL EGO, EL YO Y LA VOLUNTAD
En un programa pasado, en el que les hablaba de la tristeza, les comentaba de las grandes enseñanzas del budismo, siempre mencionadas de manera nemotécnica, ¿esto qué significa?, esto significa que desde hace 2.500 años, el mismo señor Sidarta enseñó su doctrina de manera tal que fuera recordada por todos sus discípulos, por lo menos en los puntos fundamentales. Por esta razón vemos en esta instrucción espiritual todo se menciona con títulos y con números.
- Las 4 nobles verdades.
- El octuple sendero o vía de los 8 pasos.
- Las 3 grandes enseñanzas básicas.
Esa manera de mencionarlas, estimula la memoria, en esa cultura, los niños memorizan estos preceptos en sus títulos y luego los practican para lograr la iluminación espiritual, por ejemplo veamos las 3 grandes enseñanzas básicas:
La Primera es sobre la enseñanza misma, comunica claramente y en pasos, como tener una visión real de TODO, que es realidad y que es ilusión o maya, también enseña a comprender la intuición, a rescatar y a reconocer la poca intuición que tenemos y a despertar la fuerza potencial intuitiva del corazón, también ayuda a comprender esta primera enseñanza, el valor de la vida interior, cómo sentirse acompañados consigo mismo y saber mirarse de manera real sin disculpas ni disfraces y en consecuencia, saber mirar todo ocultar la verdad, por esto el budismo no recomienda la diplomacia, entonces nos preguntamos ¿un ser tan prudente y tan tranquilo y tan respetuoso como un budista, no es el perfecto representante de la diplomacia?, un budista respondería a esta pregunta “no es diplomacia, es amor, es consideración, es silencio pacífico, es profundo respeto por el otro y es quieta gestión por la paz”. La segunda enseñanza es sobre la moral, nos indica el valor de la virtud, pero no virtud como palabra muerta, virtud como fuerza contraria al defecto y al error, aquí se habla de paciencia, de sencillez, de generosidad, de equilibrio energético, de ser feliz cuando los demás lo son, de ser mesurados, de ser prestos y trabajadores, de ser valientes, de no escudarse en costumbres inútiles, de abandonar el espectro del pasado y de querer siempre alcanzar la iluminación y el equilibrio.
En este segundo punto se habla del amor por la disciplina espiritual y en especial por la disciplina de análisis impuesta por si mismos, al levantarse, al dormir, al oír a los demás, al dar una orden, al recibir una orden, con firmeza, con seguridad pero con amor. Este es el punto importante de la compasión, de los verdaderos seres compasivos, pero esta compasión no significa lástima,
he aquí un problema de traducción, aquí compasión significa consideración y quien es considerado es comparativo y solícito a cooperar, es todo un concepto, por eso se habla del Buda de compasión, término que nosotros los occidentales solamente podríamos traducir como lástima o misericordia.
La tercera enseñanza es sobre la meditación y en el budismo, en primer lugar es fundamental entender cómo se medita y para qué se medita y entre su maravillosa doctrina el concepto de meditación va cogido de la mano de felicidad “siéntese, relájese, respire profundamente, sonría, descanse, todo está bien”, del budismo se derivan las meditaciones del tratak y de los mandalas, así se aprende a meditar y se medita para correr la cortina de los ojos.
Luego en este mismo punto se traza el camino de la concentración para “dejar de ser distraídos”, para lograr que la mente mire hacia un solo punto. En la tercera etapa de la enseñanza también se contempla el cuestionario del estado de alerta (que se los dije hace poco), ¿quién soy, qué hago, por qué, para qué y dónde?, en ese preciso momento vamos a descubrir que la iluminación o la conciencia es una posibilidad real.
Es lindísima la doctrina Budista, porque en los tres puntos que les acabo de mencionar están ordenados los 8 pasos del Óctuple Sendero.
En la enseñanza se contempla:
- Ver correctamente.
- Tener correcta intención.
En la moral se contempla:
- Hablar bien.
- Obrar bien.
- Vivir bien.
En la meditación se contempla:
- Esfuerzo correcto.
- Atención correcta.
- Concentración correcta.
Es toda una línea de entrenamiento dispuesta por el propio señor Sidarta Gautama hace 2.500 años en forma circular, como un mandala, para que no se diera prioridad a una cosa sobre otra, para que ningún aspecto primara sobre otro.
Toda la sabiduría del budismo está definida en un término Dharma, que significa no solamente la parte positiva y feliz del karma, también es la generosidad de enseñar sobre la conciencia, sino llegar a entenderla y a despertarla. Quién habla del despertar de la conciencia está a salvo, porque él mismo está oyendo y realizando el camino y quién oye sobre la conciencia está a salvo, porque aunque no entienda todo, una semilla ha quedado en su alma y una inquietud en el corazón.
Iniciemos hoy con el primer punto del óctuple sendero o la primera de las 8 vías.
- Ver correctamente o la correcta visión:
Es ver el mundo libremente, sin las barreras y los impedimentos de la ilusión, cuando hablamos de ilusión, ¿qué debemos entender?, ilusión es la distorsión de lo real y en nuestra vida lo comprendemos como alejamiento de la verdad, saber en dónde está la mentira y en dónde está la realidad sin forzarnos y sin forzar la ilusión, los occidentales en este sentido somos muy dados a querer creer que. . . tal cosa, por ejemplo a querer creer que tal persona nos quiere o que tal cosa es cierta o que somos tal cosa, esta recta visión nos habla de ser realistas, objetivos, nos insta a comprender los distintos signos de verdad que existen cerca de nosotros. En medio de ese desconocimiento o de esa lejanía de la verdad nosotros participamos de muchas mentiras y mitos, ya sea que los aceptemos de los demás, o que nosotros mismos ayudemos a fabricarlos, la recta visión nos sugiere abandonar ese sistema de querer creer y de querer convencer, por eso debemos estar en constante análisis psicológico, para desprendernos de todos esos mitos nuestros y ajenos vivir en una permanente muerte psicológica y feliz, que genera tranquilidad y esperanza de ser conscientes. También comprender la muerte física con conciencia y con seguridad, sin miedo.
En la recta visión es necesario comprender el karma: Todo se remonta a una causa y todo hecho genera un efecto correspondiente, el karma es lo que hace que todo se repita y que el alma cambie de vestido una y otra vez, pero en cada año de esas encarnaciones, cada día y cada minuto somos renovados, somos un minuto más sabios, aprendemos un instante más, pasamos un nuevo examen de nuestro doctorado espiritual. En la visión verdadera o recta visión, comprendemos y somos sabedores del error en vía de transformación, de la relatividad de la mente humana, de la duda como maravilla para comenzar de nuevo y de la liberación de la atadura que nos genera el miedo fantasmal, creado por todos unánimemente.
EL EGO, EL YO Y LA VOLUNTAD
Les hablaba ayer del primer paso del octuple sendero ver correctamente, traducido en términos sencillos en ser objetivos o ser conscientes de la realidad, una realidad que se resume en comprender el valor de la vida, de la sabiduría espiritual, de la muerte física y psicológica (es decir todo pasa), del karma inevitable y de la transformación de los errores. Pasemos ahora al siguiente paso.
- Tener buena intención o la correcta intención. Este es un punto complicado para todas las personas, porque necesariamente es analizado desde el punto de vista de las comparaciones. Pensemos en el ser que más queremos en nuestra vida, al que más amamos sinceramente ¿cuál es nuestra proyección psicológica para esa persona?, ¿qué intención tenemos hacia esa persona?, ¿le deseamos lo mejor?, claro que sí, pero de esta misma forma, nuestra fuerza mental es contraría cuando el caso es opuesto, ¿cuál es nuestra intención con el que nos “cae mal”, este es uno de los puntos más profundos desde el punto de vista mental en la doctrina del octuple sendero, está relacionado con el AFECTO y con el interés, estamos manipulados por el afecto y por los “dones” de otras personas que “presumiblemente”, nos pueden favorecer, tenemos bastantes pruebas de esto ¿cuál es nuestro sesgo con los que amamos?, ¿atendemos mejor a los de apellidos ilustres, pergaminos ilustres, adinerados o poderosos?, ¿verdad que sí?, y ¿tenemos el valor suficiente para reconocer que nuestra mente crea una disculpa automática para justificarlo?, realmente no tenemos recta intención. ¿Qué recomienda el budismo?, ver lo bueno de todos, examinar dónde hay bondad si ya cometimos el error, no importa, retomar el caso, ver la bondad, ver la razón del otro y ver el punto de ayuda. En este punto el budismo también habla de la equivocación en INSTALAR en nuestra mente la RESPONSABILIDAD y cuando ubicamos en cabeza de QUIEN CORRESPONDE esa responsabilidad, automáticamente cambia nuestra intención ¿por qué?, porque desaparece la sensación de injusticia cuando cargamos en propios hombros cruces ajenas, porque nos encargamos del trabajo propio y dejamos de esperar que los demás nos releven. Homogenicemos nuestra intención, que todo lo nuestro sea hecho con la mejor y la misma buena intención.
Hasta aquí los dos primeros puntos, explicados ayer y hoy: Recta Visión y recta intención, son los dos componentes principales de la enseñanza o de la sabiduría, veamos los tres pasos siguientes que corresponden a la moral.
Es bellísimo el concepto de moral para los budistas, moral significa paz, honestidad, entrega y cuidado, así de simple y se alcanza cultivando el desapego y despertando todo aquello que nace en nosotros cuando el ego muere, por ejemplo, si muere la avaricia nace la generosidad, es un efecto lógico, para el budista moral tiene que ver con virtud. Y dentro de este concepto de moral se habla del 3 paso hablar bien o la correcta palabra. Este paso está relacionado casi exclusivamente con el don de la verdad, es preferible decir “no sé”, es preferible decir “no puedo” o decir “tengo otra opinión” es preferible contestar estas frases simples y honestas, que inventar, todos decimos mentiras graves y simples, para salvarnos, para salvar a otros, para evitar agresiones y enemistades, para quedar bien y mil etcéteras, la idea en este punto es corregir esta costumbre. Por lo demás, la palabra es todo, principalmente en nuestra sociedad occidental, la palabra es esto que hacemos en este momento, yo pronuncio palabras y ustedes las oyen, entonces en este momento las palabras son espíritu, también pueden ser violencia en boca de un líder negativo o de un rumor malintencionado, pueden desatar energías y cierres y tendencias de fuerza en el caso de los mantras, pueden educar, instruir o culturizar cuando las pronuncia un profesor, instructor o conferencista.
Las palabras siempre deben ser herramientas de ayuda ya sean suaves o duras, deben conducir a la enseñanza, la reflexión o la corrección, todos herimos y decimos frases inapropiadas, en esto debemos corregirnos, no debemos herir, no debemos “regar” rumores, no debemos acostumbrarnos a decir malas palabras o a tener en nuestro repertorio chistes impuros popularmente llamados “verdes”, es increíble, pero esta es una de las características de los mal llamados adultos; siempre tener en su mente un chiste de estos para las reuniones, para quedar como adulto, para quedar reconocidamente recorridos y para observar con curiosidad malsana la reacción de todos, de los que muestran gusto por el asunto, de los que sienten vergüenza, de los que no entienden y de los indiferentes.
Las palabras deben ayudar, todo en nuestro lenguaje debe colaborar con la felicidad de los otros, nuestro tiempo debe estar encaminado en su mayoría a escuchar a los demás, ¿por qué no lo hacemos?, en el budismo se entiende personalmente la razón, somos como una vasija o como un recipiente que en tanto se encuentre más lleno de nosotros mismos, no hay espacio para los demás, ese “lleno” de esa vasija es ansioso, si nos sosegamos, si nos tranquilizamos encontraremos el espacio que necesitamos para ayudar en este punto del óctuple sendero se habla también del gran poder del silencio, sabemos que las palabras impresionan y causan efectos sorprendentes, positivos y negativos, pero cuando una persona que sabe lo que dice, guarda silencio, produce un efecto más poderoso que un estruendo o una revolución, el silencio enseña, el silencio es la puerta del conocimiento. En la recta palabra, se debe meditar en la no palabra, es decir, en el sagrado silencio.
EL EGO, EL YO Y LA VOLUNTAD (Óctuple Sendero)
Ya vimos en programas pasados los tres primeros pasos del óctuple sendero, los dos primeros pertenecen a la enseñanza fundamental o sabiduría, los tres siguientes pertenecen a la educación budista de la moral, de estos ya vimos la recta palabra o el hablar bien.
El paso que sigue es el No. 4 obrar bien o la recta acción, de lo que hacemos en el mundo de la materia y en el budismo este punto está íntimamente relacionado con la bondad, que en términos castellanos netos es “ser buenos”, en este sentido nuestra pregunta fundamental es ¿qué estoy haciendo con mi vida?, ¿cómo estoy obrando en beneficio de la espiritualidad de los demás y de mi propia espiritualidad?, ¿estoy haciendo bien a la gente que se encuentra a mi cargo?, en estas preguntas hacemos un recorrido de nuestras acciones, analizamos con verdad si nuestras acciones son amplias y generosas, si somos tranquilos y sosegados, si somos conscientes, si nos manejamos con sabiduría y si somos constantes y estrictos en nuestros proyectos. Cada acción nuestra es un punto de partida, es similar a una pequeña partícula que arrojamos en lo alto de una montaña de nieve, esta partícula rueda y rueda hasta convertirse en una bola de nieve gigantesca con la capacidad y la fuerza aplastante de destruir todo lo que encuentra a su paso, así es cada obra nuestra, tiene consecuencias y tiene efectos inevitables.
En ciertas ocasiones, pensamos por ejemplo que somos buenos con nuestros hijos, porque los complacemos o porque ellos satisfacen nuestro deseo de ser complacientes, actuamos simplemente pensando en el ahora y de cierta forma en nosotros mismos, pero no estamos pensando en el futuro, nuestro obrar es desastrosamente inmediatista. En el budismo, las acciones o las obras están relacionadas con ser bondadosos con la vida, en el sentido de no hacer daño a ningún ser viviente, están relacionadas con la bondad en nuestro proceder, es decir no ser ruidosos, desagradables o despectivos, en ser correctos con la presencia, en el sentido de no ser arbitrarios ni imponerse a la fuerza, esta obra está relacionada con la generosidad con nuestro tiempo, atención y consideración y con tener el cuidado de no tomar el tiempo, la atención y el amor de la gente de manera forzada (tampoco las cosas, obviamente) y aquí hay un paralelo entre las leyes budistas y los mandamientos de las religiones judeocristianas, aún también en lo que se refiere a la forma más grotesca de la codicia: La envidia.
En este punto, la tradición budista habla de la vida ejemplar en el aspecto sexual ya sea que estemos casados o solteros, el señor Sidarta decía, “el día para comenzar es hoy”, sus palabras son aún hoy sabias y vigentes, de nada nos sirve recordar que fuimos impuros o desleales con nuestra pareja, si hoy no cambiamos. Esto también se extiende a los excesos, no es bueno excederse en la autocomplacencia, en este cuarto punto está implícito un mandato terminante: No ser viciosos, exagerados ni sordos a la verdad. La conclusión del cuarto punto es simple; nuestra vida es el mejor ejemplo y la mayor enseñanza para los demás.
El paso siguiente, también del ciclo de la moral es el, 5 punto: Vivir bien o recto vivir. Es un punto precioso y uno de los más queridos por el iluminado señor Sidarta, el recto vivir está relacionado con el trabajo y con la misión y en este trabajo el perfecto objetivo es la ayuda y el cuidado, ¿a quién es necesario ayudar?, a la gente y a nosotros mismos, nosotros hablamos de espiritualidad, por ejemplo para cogernos de las manos y despertar conciencia, es mi deber de amor comunicar lo que veo y entiendo a todo el que pueda y es deber de todos llegar a la verdad, el compromiso que tengo en el alma, es dar a conocer un mensaje de evolución libre de sectarismos ni chantajes, simplemente despertando en todos la inquietud y la curiosidad por el espíritu y la conciencia, sin tratar de convencer con ansiedad, sin amenazar con miedo para conseguir adeptos, sin irrespetar la convicción y la duda de quien me escucha y en esa medida y en esa paz, puedo propagar mi mensaje de evolución con una fuerza tan indescriptible, que es imposible medir en sus efectos, porque quien oye con el alma mi mensaje, lo habla, lo grita y lo vive, repitiendo a su vez esta sagrada misión. Somos como los niños de un internado que a medida que se despiertan muy de mañana, en silencio y muy amorosamente, despiertan a los otros.
¿Qué tenemos que cuidar?, esta respuesta es clara, tenemos que cuidar el alma blanca de nuestro propósito de corregirnos y ser conscientes, tenemos que cuidar nuestra mente de las tendencias negativas propias y de las malas influencias, tenemos que cuidar el cuerpo de venenos y costumbres inútiles y disipadas, tenemos que cuidar la naturaleza y así mismo tender a la vida natural, al conocimiento de las plantas y de la vida sana y naturista, tenemos que cuidar nuestro desarrollo, lo espiritual es lo único que nos llevamos, dejamos todo a la hora de cambiar de vestido, tenemos que cuidar el camino, la virtud, la verdad y la vida, como nos enseñó nuestro propio señor Jesús el Cristo. Es necesario trabajar con ánimo, entusiasmo y alegría y seguir en el propósito de ayuda, ayuda, ayuda, hasta el último suspiro, estar atentos y alertas en todo momento, como si en cualquier momento nuestra gestión fuera revisada por Jesús.
En el quinto punto el budismo nos recomienda abandonar completamente la altivez y la vanidad, los textos sagrados nos hablan que en el mismo instante en el que desaparecemos de nuestra vida la sensibilidad a la crítica o al halago, somos automáticamente libres, porque trabajamos en una misión de amor en la que no esperamos nada, en la que no deseamos retribución.
La semana entrante, cuando terminemos el comentario de cada uno de los 8 puntos, es necesario tener en cuenta algunos puntos de reflexión, recomendados por el budismo para la meditación, estas recomendaciones son prodigiosas para nuestra vida y estoy verdaderamente feliz de compartirlas en este programa.
EL EGO, EL YO Y LA VOLUNTAD (Óctuple Sendero)
Ayer vimos el 5 paso o camino del octuple sendero correspondiente a vivir bien o recto vivir y con ello ya completamos los 3 componentes de la moral.
Recordemos: Los 2 primeros: recta visión y recta intención, pertenecen a la sabiduría o a la enseñanza.
Los 3 siguientes pertenecen a la moral, recta palabra, recta acción y recta vida, esta última es la No.5 que la comentamos ayer. Pero son 8 pasos, 8 de “óctuple”, faltan 3 del último aspecto llamado la meditación les he hablado bastante de la meditación en todos estos años, inclusive el libro No.3 es únicamente sobre la meditación, les he hablado de las condiciones para meditar, la hora, las circunstancias, por qué, para qué etc. Sin embargo tenemos pereza para familiarizarnos con la meditación equivocadamente creemos que es un proceso difícil y exigente y que la exigencia que demanda de nosotros la meditación, solamente puede ser cumplida por seres iluminados de oriente, lamentablemente tenemos una visión distorsionada y occidental de la meditación.
La meditación no es una pose snob, que adorna con “caché” y exclusividad a cierta gente, ni es la posición caricaturesca que aparece en las películas y que de vez en cuando se “pone de moda”, cuando un actor o una cantante habla de mantras o de la India. La meditación no es una actitud rara y especial que nos llena de importancia y que nos hace diferentes frente a otras personas, el que medita no es el extraño personaje que pertenece a una elite inaccesible y elegante. Meditar es un método de vida es un “darse cuenta”, es un “estar alerta” y es un “vivir el presente”, siempre observando con felicidad.
La meditación es una Disciplina de vida, siempre estamos meditando, se convierte en una costumbre mental, en un hábito importante y trascendental de nuestra vida. El objetivo final de la meditación es el despertar de la conciencia y ¿qué es ser despiertos?, ser despiertos es ver con clarividencia el mundo, es estar presentes con los ojos cerrados y abiertos en la realidad del mundo, es saber viajar en los planos sutiles, es oír la instrucción directa de los seres iluminados, es también intuir la verdad con una sola palabra, con una guía, con un símbolo entender la red de sabiduría del universo, eso es ser despiertos y mil virtudes más, y la meditación es el sendero más directo y efectivo para lograr el despertar, por esa razón se convierte en parte de nuestra vida, por ejemplo, como respirar.
La persona que medita, lo hace siempre, medita siempre, cuando camina, cuando va en un auto, en una reunión de varias personas, a la hora del almuerzo, descansando, trabajando, al dormir y al despertar, siempre está viendo, viendo, viendo, observando, observando. La meditación es lo más fácil del mundo, es aprender a ver y a disciplinar la mente. Recordemos que la grandeza de la humanidad ha salido de la mente, también la violencia del mundo y la maldad. La meditación consiste en educar la mente para la bondad y para la conciencia, para estar alertas y para iluminar a los demás, la meditación es una disciplina mental maravillosa.
Dentro de este punto de la meditación, importantísimo en el budismo, están contemplados los tres últimos puntos del óctuple sendero, paso 6 encaminar correctamente los esfuerzos o el recto esfuerzo. Les decía ahora que meditar es fácil, que es algo natural para todos, ¿qué es lo difícil de la meditación?, nuestro facilismo y nuestro inmediatismo típicamente americano, queremos que todo sea ya!!!, que todo tenga un efecto mágico e inmediato, no tenemos la paciencia del que hace una inversión, tenemos el “ataque” y la premura del que gasta. También tenemos que reconocer otro aspecto difícil y es el enfrentamiento con el error y el desorden, es como arreglar la casa después de una larga visita, ¿es difícil? no, es aburridor y es difícil enfrentarse con la pereza, ¿pero qué es superior a la pereza?, el ánimo de ver todo ordenado, en su sitio, con olor a limpio, despejado, agradable acogedor, así es la intención del místico que ama la meditación, sabe que la casa está desordenada, pero su anhelo y su amor por el equilibrio se sobrepone a lo que sea. Ese es el aliciente de los sabios.
En este punto, por ejemplo, los monjes en el Tíbet son instruidos en medir los propósitos o los objetivos, es decir ¿cómo es el esfuerzo?, al cerrar los ojos y meditar, aparecen en la mente toda clase de imágenes, sonidos, distracciones y tendencias absurdas y en este sentido la mente hace un esfuerzo por evitarlas, luego que se acostumbra a este ruido mental, existe un manejo especial, en el que yo las manejo en cuanto a que las aparto cuando quiera, entonces surge un segundo esfuerzo por SOBREPASARLAS, luego, en la concentración de la catedral interior, existe el trabajo mental por visualizar esa vibración, esa energía positiva, entonces nace el esfuerzo de CREAR corrientes positivas en el interior y en el momento de tener un récord interesante de meditar todos los días, todas las semanas, durante tiempos indefinidos, nos tenemos que esforzar en ser constantes en ese camino, ese proceso de objetivos en el proceso de la meditación en el constante esfuerzo se denomina en el budismo los 4 propósitos del recto esfuerzo.
EL EGO, EL YO Y LA VOLUNTAD (Óctuple Sendero)
Antes de continuar con los 2 pasos siguientes del óctuple sendero (los dos últimos) tengo que comentarles algo, también para meditar.
Estamos mal acostumbrados, somos novelescos y noveleros, estamos habituados al inmediatismo, a lo que tiene resultado ya!!!, a lo que tiene efecto automático, cuando estamos tratando un tema que exige de nosotros: Trabajo, cuidado, perseverancia, continuidad, paciencia etc., decaemos, nos deprimimos, nos aperezamos y bajamos la atención, principalmente con lo que se refiere a la corrección mental, queremos ser espirituales e iluminados por arte de magia, sin esfuerzo, sin trabajo y sin sacrificio, la humanidad tiene actualmente mentalidad y constancia de “pompa de jabón”, se puede ver inicialmente, pero luego desaparece súbitamente. Así es que dediquemos un poco de atención a estos últimos puntos y en adelante, les recomendaré para el diario algunas meditaciones budistas.
Los dos últimos puntos pertenecen a la meditación y pueden ser aplicados a las primeras meditaciones o meditación de principiantes o a las meditaciones profundas de personas experimentadas, así como los 6 puntos anteriores, estos son vitales para el desarrollo y el despertar de la conciencia.
Punto 7 encaminar correctamente la atención o la recta atención, en este punto pensemos en ¿qué es estar atentos?, está muy relacionado con el estado de alerta, con un ejercicio que les he recomendado hace mucho tiempo, ¿qué estoy haciendo?, es increíble, pero con frecuencia olvidamos lo que ocurre a nuestro alrededor, lo que estamos haciendo lo olvidamos permanentemente porque nuestra mente se encuentra en otro lugar en otra acción, cuantas veces nos ha ocurrido que estamos tan distraídos que no podemos ni hablar, nuestra vida se nos va en justificar o disculpar errores y desaciertos en mil circunstancias que no son ciertas, simplemente estamos tan distraídos, a cuantas personas hemos escuchado que Bolívar o que Napoleón hacían veinte cosas al mismo tiempo, mal hecho, debieron hacer una sola a la vez, habrían podido ayudar más, estamos distraídos, no estamos en el presente que es una prodigiosa oportunidad para evolucionar, nuestros errores en contra de la atención son principalmente 2:
- (a)Estamos haciendo una cosa y pensamos en otra y
- (b)Estamos depositando toda nuestra atención en algo que no ayuda y que no es bueno para nosotros.
Esto es detectable con una sola pregunta ¿por qué estamos haciendo tal cosa?, en ese momento se disuelve nuestra duda, generalmente estamos ocupados en oficios o actividades que no ayudan a los demás ni ayudan a nuestro propio despertar, entonces al contestar, simplemente estamos siendo conscientes de la importancia de la Atención.
La atención nos entrena para la meditación, nos ayuda a cambiarle el nombre de meditación que nos hace pensar en un proceso difícil y dispendioso. En este séptimo paso nos podemos preguntar ¿qué es meditación?, es en primer lugar poner atención, por ejemplo, un hijo nos muestra un trabajo para el colegio, lo abrimos, leemos algo, nos dejamos llevar por ese pequeño esfuerzo que ha realizado el para el colegio, en ese momento ¡¡¡Estamos meditando!!!, al leer algo, al caminar, al hacer nuestro trabajo, al escuchar a alguien, al ver una imagen hermosa en televisión, al oír un fragmento de música ¡¡¡Estamos meditando!!!.
El 8 y último punto es la concentración o la recta concentración, es el paso o el punto más espiritual del óctuple sendero. Y en este punto encontramos una complicación que no es un problema, es un error tradicional es un mal juicio de la meditación ¿cuál es este obstáculo o complicación?, si la gente piensa que la meditación es difícil, imaginen que piensan de la concentración, pero, el señor Sidarta recomendaba algo para comprender fácilmente este punto, esta recomendación es regresar a la época de la niñez, ¿recuerda usted cuando estaba niño?, ¿recuerda cuando tenía sueño?, nada podía hacer algo en contra de que usted se durmiera, ¿recuerda el tetero?, ¿recuerda cuando usted observaba fijamente y en silencio algo, al tiempo que tomaba tetero?, entonces no tenía en su cabeza ningún concepto, ni ningún nombre para esa observación, simplemente miraba al frente, un juguete o una pared, inmutable, silencioso, sin afanes, sin angustia, sin nombres, sin querer ser superficial o profundo, simplemente miraba, con los ojos abiertos o ligeramente cerrados, con la simplicidad de los niños, ¿recuerda usted un juego que realizaba?, ¿recuerda alguno que hacía sin amigos?, ¿un juego silencioso y solitario?, si logra recordar esto, tenga la plena seguridad que registra la perfecta concentración, estas actividades y estos pensamientos de niño pueden ayudarle a despertar.
Tanto la atención, como la concentración tienen más componentes y son muchas las tendencias de meditación en oriente, todas conducen a lo mismo pero el camino es distinto. Los hindúes meditan de una forma, en China es diferente, en Japón la meditación es muy práctica y estricta, en Nepal es profunda y disciplinada y de entrenamiento mental, los lamas, por ejemplo son detallados y minuciosos para meditar. Nosotros debemos examinar sus adelantos y sus maravillosos estudios espirituales para encontrar el camino del despertar. Son lindísimas las meditaciones pequeñas de los lamas budistas. Sería fantástico que en este programa implementáramos por lo menos 2 de ellas cada semana.
PREGUNTAS SOBRE EL EGO Y LA MENTE
Con relación a la mente, el ego, el subconsciente y la conciencia ¿Cuáles son del cuerpo y cuáles son del alma?
En todos estos conceptos de los cuerpos siempre han existido malentendidos, desde hace miles de años, es tan increíble esto, que en culturas ya acostumbradas al tema hay confusión.
¿Qué es la mente? Supuestamente es un concepto simple, no obstante, es difícil explicarlo, pero vamos a intentarlo con un ejemplo.
Les advierto, el ejemplo es complicado, pero consideremos que la pregunta no es nada fácil, entonces no les puedo garantizar una explicación satisfactoria, pero siempre es bueno intentarlo. El ejemplo es un computador, nosotros somos como un computador, la pantalla es el cuerpo físico, que es lo que podemos ver (con imágenes), pero, la pantalla no es lo importante, todos los que conocen de computadores saben que la pantalla solo es un espacio en el que el computador se manifiesta, lo importante del computador está en la cajita que está conectada a la pantalla y en los más modernos esa cajita está pegada a la pantalla, en esa cajita está todo lo crucial y lo importante, está el disco duro, que es la memoria del computador, aquí están los programas, ¿qué es esto en el ejemplo con nosotros los humanos? Ese disco duro es el alma, es lo que hace que usted sea
Francisco y yo sea Hilda y aunque el alma es lo que nos diferencia y es importantísima ¿hay algo más importante que el disco duro? Claro que sí, es el procesador y ese procesador, que es el verdadero cerebro, ese procesador es el ser, es decir el espíritu.
No es fácil el ejemplo ¿cuál es la mente en nuestro ejemplo? La mente es uno de los programas que está en el disco duro, el más importante, uno que se llama el sistema operativo, lo que hace que en la pantalla veamos figuras amables o aburridoras. Pero hay más cosas, el astral es otro, programa, la voluntad es otro programa ¿y cómo se conecta todo? Igual que en un computador, en el computador existe un dúo que se llama tarjeta madre y la fuente de poder, esto corresponde al cerebro y la médula espinal tanto en el cuerpo físico como en el astral, eso es exacto en el ejemplo, existen estructuras muy delicadas que conectan las diversas partes de nosotros, están ubicadas a lo largo de la columna y del cerebro, es la verdadera conexión, allí está lo que une al cuerpo con la mente, el alma y el astral, no solamente la parte que está compuesta por la materia gris o la blanca, aquí están involucradas las glándulas y el sistema nervioso secundario, todo exacto como los engranajes de un reloj, pero complicado de explicar en radio.
¿Qué es la subconsciencia? Son todos esos programas que están conectados pero no están activos, pero como sí
Es necesario comprender qué es el ego y qué es el ser.