Los polos
El secreto de millones de años
Los polos son lugares enigmáticos tal vez por lo inaccesibles, por lo inexplorados, porque no están descubiertos y la tecnología humana actual aún es muy corta para acceder a esos secretos, en los polos también hay misterios, lugares que existen pero que no tienen explicación, los místicos de todos los tiempos dicen que allí están las entradas a las grandes galerías de los túneles de la tierra, las famosas aperturas de los “lugares perfectos” que algunos mencionan como Agarti o Agarta, como Paradesha, como el Centro de Merú o como la ciudad de Cámelot, también como Shambala o nombres nuevos y postizos como Shangri Lá, muchos han hablado de los polos y en los polos en efecto hay muchos secretos, muchos puntos remanentes de la memoria, y curiosidades físicas, de la página de la revista Grandes Enigmas y Misterios del Mundo, les he traído algunos:
Curiosidades del Ártico y el Antártico
La región del Ártico es esencialmente un océano helado rodeado de tierra. Por el contrario, la Antártida es un continente con cordilleras y lagos, rodeada de un océano. Social y políticamente, sin embargo, la región ártica incluye los territorios del norte de Canadá, Groenlandia (territorio de Dinamarca), Rusia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y los Estados Unidos.
El continente Antártico tiene aproximadamente 90 por ciento del hielo del mundo, que asciende a casi tres cuartas partes del agua dulce de la tierra está encerrado allí. Esto ha llevado a algunas personas a la idea de remolcar icebergs para saciar la sequía en diferentes partes del mundo. De hecho, el príncipe Mohammed al Faisal de Arabia Saudita, una vez estudio un plan para encontrar un iceberg de 100 millones de toneladas de la Antártida y remolcarlo a la península de Arabia.
A pesar de las imágenes simbólicas de los exploradores del pasado, triunfantes plantando banderas en el Polo Sur, el continente sigue siendo el único lugar en la Tierra que no pertenece a nadie. No tiene historia de pueblos nativos y se rige por el Tratado Antártico, que menciona que la tierra y los recursos se utilizarán para fines pacíficos y científicos. Esto está en marcado contraste con los más de 4 millones de personas que viven en el círculo polar ártico en varias ciudades pequeñas como también en las grandes ciudades como Barrow, Alaska, Tromso, Noruega; y Múrmansk y Salekhard en Rusia.
Naciones hambrientas de energía están mirando hacia el norte, con un cuarto de todas las reservas de petróleo sin explotar se encuentran al norte del Círculo Polar Ártico, según el Servicio Geológico de EE.UU.. Rusia ha tomado la valiente decisión de reclamar una amplia franja de la región del Ártico, con la esperanza de explorar yacimientos de gas en la cresta de Lomonosov-a 1.200 millas de alcance la montaña submarina podría contener hasta 10 millones de toneladas del recurso codiciado. Incluso los EE.UU. quieren involucrarse, al enviar un buque rompehielos para trazar su territorio ártico de Alaska. Si bien es que algunos creen que los depósitos de petróleo existentes en la plataforma continental del sur, como el área bajo el mar de Ross son gigantescos, el Tratado Antártico hace la extracción de petróleo momentáneamente imposible.
Cada Navidad, miles de cartas enviadas a los Reyes Magos llegan a el Polo Norte... North Pole, Alaska, que es. La pequeña ciudad de aproximadamente 1.778 personas que anuncia su código postal como el código postal de Santa Claus. El espíritu navideño se deja sentir durante todo el año con dulces de caña y luces de bengala en la calle para mantener durante todo el año los lugares de fiesta como el de San Nicolás Drive, Snowman Lane y Kris Kringle Drive.
La Antártida es tan fría que nunca se derrite la nieve en muchas zonas del continente. La temperatura media de la región es de unos -56 grados Fahrenheit (-49 grados Celsius), lo que es el clima más frío en la tierra. En contraste, la temperatura media en invierno el Ártico es -29 grados Fahrenheit (-34 grados Celsius), pero se vuelve más cálido en el verano. La temperatura más baja jamás registrada en la Tierra era -128 grados Fahrenheit (-89,6 grados Celsius), registró 21 de julio 1983, en la estación de Vostok, situado cerca del Polo Sur geomagnético.
Mientras que la Antártida tiene un agujero en la capa de ozono que ha aumentado a cerca de tres veces el tamaño de los Estados Unidos, el Ártico está perdiendo su cobertura de la capa de ozono también. En verdad, no hay ningún agujero real, el “agujero” es una región de la capa de ozono gravemente diezmada, una sustancia química que ayuda a proteger el planeta de las radiaciones solares nocivas. Las pérdidas de ozono en el hemisferio norte son más bajos que en el Sur debido a las temperaturas más cálidas del Ártico que limitan la formación de nubes estratosféricas polares que destruyen el ozono. Pero las temperaturas en la estratosfera, están muy por encima del Ártico, se han ido enfriando en los últimos diez años, resultando en que la pérdida de la capa de ozono haya aumentado
Siendo principalmente una fina capa de hielo del ártico es muy sensible a las condiciones cambiantes del clima. Las temperaturas más cálidas durante los meses de verano causan que los 3 a 5 metros de gruesa capa de hielo se derrita y se rompa. El año pasado, los investigadores reportaron por primera vez que las grietas en el hielo habían alcanzado todo el camino hasta el Polo Norte.
El Ártico tiene un ciclo normal de fusión en la que aproximadamente la mitad de la capa de hielo desaparece en el verano, sólo para volver a crecer al tamaño de los Estados Unidos durante el invierno. Sin embargo, un estudio reciente determinó que es alarmante la disminución de la capa de hielo de Groenlandia que se está derritiendo tan rápido que la mitad de ella podría haber desaparecido a finales de este siglo. Otros estudios han encontrado que el Ártico podría estar libre de hielo durante el verano en unas pocas décadas. Últimamente, la investigación también ha descubierto que la Antártida también está perdiendo hielo, que si todo se derritiera (nadie espera que esto suceda pronto), provocaría un aumento del nivel del mar unos 200 metros.
Aparte de esto, los osos son del Polo Norte y los pingüinos del Polo Sur, eso es algo muy curioso, no vemos pingüinos en el polo norte. Pero vamos a temas más importantes; en todo esto del misticismo se han dicho mucha sandeces, y se ha desinformado, principiando porque NO hay huecos enormes y permanentes en el plano físico en la tierra y en el área de los Polos, eso por un lado y por el otro lado, SÍ se abren vórtices, se abren, no son permanentes y tienen centro y guía en una pequeña apertura física. Hay otras dimensiones, no nos olvidemos de eso.
EL DESHIELO DE LOS POLOS PRESENTARÁ SORPRESAS
El deshielo de los polos avanza a un ritmo acelerado, todas las predicciones han sido superadas, lo que se calculaba para decenios, está ocurriendo en años y lo que se decía que estaba ocurriendo en años, en realidad ocurre en meses, es tan increíble esto que Greenpeace dice que para el año 2030 ya NO habrá hielo en el Polo Norte, ese deshielo del ártico se acelera a un ritmo sin precedentes, pero con todo esto, también hay la sorpresa de lo que evidencia el deshielo, el Polo Norte y el Polo Sur tienen una diferencia fundamental, el Polo Norte no tiene tierra, es mar congelado y el Polo Sur sí es un continente, sí tiene tierra, es un continente rebosado de hielo, un continente que en el pasado era distinto y estaba formando la masa continental de Mú, un continente que tiene los secretos de una humanidad antigua que vivió antes de los atlantes, de esto ya se comenzaron a visualizar rastros, pero esto es tan asombroso y tan salido de lo normal que lo han mantenido en secreto.
Prisma Ediciones nos cuenta algo de ese deshielo.
Ruinas en el Polo
La productora de televisión Atlantis TV afirma haber grabado las ruinas de una antigua civilización en la Antártida. Los restos se encontrarían enterrados tres mil metros por debajo del hielo. Las supuestas imágenes todavía no han visto la luz, pero serían una prueba de que el derretimiento de los Polos puede traer muchas sorpresas...
Las ruinas habrían aparecido durante el proceso de derretimiento de grandes bloques del Polo Sur. Sin embargo, la emisión de la grabación estaría siendo paralizada por el gobierno norteamericano bajo el argumento de “proteger la seguridad nacional”, una prerrogativa hasta ahora sólo utilizada para aplicar la censura en su propio país al amparo de la Patriot Act, la normativa antiterrorista aprobada tras el 11-S. De acuerdo a esas informaciones no confirmadas, dos oficiales del servicio secreto de la Marina estadounidense, que habrían tenido acceso a la grabación, la habrían transmitido a la Fundación Nacional de Ciencia al regresar a la base antártica de Amundsen. “En un primer momento, pensamos que se trataba de una alucinación producida por el frío, pero la información fue confirmada por agentes que aterrizaron en un helicóptero para rescatar a los reporteros”, habría afirmado un científico del citado organismo. Los reporteros de la televisión estarían desaparecidos desde 2002. Una historia rocambolesca...
Paralelamente a este hecho, el gobierno de EEUU consiguió censurar “ciertas partes que podrían comprometer la seguridad nacional” de un libro titulado Raising Atlantis, escrito por Thomas Greanias, que comenta el argumento del canal electrónico Atlantis Mapping Project, original de la citada televisión en California. Según esas informaciones, agentes federales permitieron la venta de la obra en formato electrónico a través de la tienda cibernética Amazon.com, pero lograron censurar la misma en la versión impresa, que versa sobre unas supuestas ruinas aparecidas en la Antártida, bajo el amparo del “Plan de emergencia federal D”. La existencia electrónica del libro, escrito para sacar a la luz estos hechos, es la única parte de las informaciones cuya existencia ha sido posible confirmar.
Lo cierto es que la noticia ha generado un intenso debate acerca de la realidad o no de la trama de una novela que juega con esa dualidad, al estilo de El Código Da Vinci, y que tiene en un relato de H. P. Lovecraft el componente profético que acaba de apuntalar la trama. Realidad o truco publicitario, esta polémica se añade a un aluvión de datos relacionados con el cambio climático que se está viviendo en los Polos, y que sí han sido confirmados por medios oficiales. Eso sí, sin otorgar la trascendencia que tienen.
Numerosos informes científicos apuntan a que la Antártida está viviendo actualmente cambios traumáticos. Hace pocos años se anunció el desprendimiento de la cornisa “Larsen A”, un iceberg de 10.000 años de antigüedad. En aquel momento, las autoridades restaron importancia al suceso. Dijeron que la cornisa “Larsen B”, que databa de la Era Glacial -y estaba detrás de la “A”-, nunca se derretiría. Sin embargo, el año pasado “Larsen B” también se desprendió en apenas 35 días, frente a los seis meses que el proceso iba a durar de acuerdo a las primeras informaciones. Era tal su tamaño que el océano se elevó una pulgada a consecuencia de ello. El problema, cuando se escriben estas líneas, se llama “Ross’s Shelf”, otra cornisa que está a punto de desprenderse y cuya magnitud haría subir el nivel de las aguas entre 4,80 y 6,10 metros. ¿Consecuencias? Tremendas: podrían inundarse países como Holanda...
En años pasados, la agencia Reuters informaba que diferentes instituciones científicas esperaban la colisión del iceberg B-15A, de 160 kilómetros de longitud, y que contiene suficiente agua como para abastecer al mundo durante meses, con un glaciar de la Antártida llamado “Lengua Glaciar Drygalski”. El científico australiano Neal Young está convencido de ello: “Parece altamente probable, teniendo en cuenta cómo se ha movido en los últimos cuatro años”. La Fundación Nacional de Ciencia de los Estados Unidos predijo ese hecho, y la NASA también. Young, del Centro de Investigación Cooperativo del Ecosistema y del Clima Antártico, ya anticipó que las corrientes y las tormentas podrían hacer variar su trayectoria. En lo que sí coinciden es en que estas colisiones y separaciones conllevarían consecuencias importantes.
¿Ruinas en los Polos?
La controversia alrededor de las ruinas en la Antártida y el libro Raising Atlantis, presenta unas derivaciones en las cuales se mezcla lo real, lo imaginario y lo profético. Según esa noticia, algunos párrafos del relato de Lovecraft “Las montañas de la locura”, escrito en el año 1931, describían con minuciosidad los restos de una antigua civilización en la Antártida. Dichos vestigios serían los que ahora habrían descubierto los periodistas de Atlantis TV, setenta años después. Esto fue parte de lo que escribió Lovecraft sobre las ruinas de Kadath: “El objeto saliente del lugar era una rampa titánica de piedra que, eludiendo las bóvedas mediante un afilado recodo visible en el suelo abierto, se envolvía espiralmente mediante un estupendo muro cilíndrico como un duplicado interior de aquellos que una vez ascendieron fuera de las monstruosas torres o zigurats de la anciana Babilonia. El conjunto estaba excelentemente preservado en el punto alto de la torre, una circunstancia destacable a tenor de la visión, y su refugio había contribuido a proteger este extraño y desasosegante bajorrelieve de las paredes”. Más adelante, Lovecraft detalla: “Cuando salimos a la imponente luz semidiurna de la base de este monstruoso cilindro de 50 millones de años, y sin duda la estructura más arcaica que nuestros ojos habían nunca visto, vimos que la rampa transversal se estrechaba vertiginosamente a una altura de diez metros. De acuerdo a las inscripciones, la torre original se había levantado en el centro de una plaza circular inmensa, que tenía de 150 a 180 metros de altura, con tiras de discos horizontales cerca de la cumbre y una hilera de espirales como agujas a lo largo del borde superior”. Si en el continente antártico el derretimiento está abriendo las puertas al hallazgo de viejas civilizaciones, en el otro polo, en el océano Ártico, donde no hay tierra firme al menos que se sepa, este proceso ha reavivado el viejo mito de la “tierra hueca”. Con este motivo, Steve Currey, reputado explorador que ha alcanzado las fuentes de los ríos Brahmaputra (India), Ganges (India), Futaleufu (Chile), Shangpó (Tíbet) y Yangtsé (China), ha decidido contratar un buque rompehielos ruso con objeto de llegar al Polo magnético norte, por donde según las leyendas se entraría al interior de la Tierra.
Se dice que Olaf Jansen y su padre lo alcanzaron navegando en 1829, y que el almirante norteamericano Byrd lo logró vía aérea en 1947 y 1956. En la primera ocasión, Byrd habría alcanzado la Tierra hueca por el Polo Norte, y en la segunda lo habría logrado a través de la Antártida, en donde establecería contacto con seres intraterrenos, altos y rubios, pues así serían los habitantes de la mítica civilización de Agartha. El descubrimiento de “nuevas tierras” fue divulgado en prensa en 1956, pero poco después y debido, según Byrd, a las presiones de los servicios secretos, la información fue silenciada. En su diario, custodiado por la “Sociedad de la Tierra Hueca” de Australia, Byrd dejó escrita la siguiente nota a sabiendas de que su crónica sería borrada de las páginas de la historia: “Debo indicar que he guardado fielmente esta materia secreta como se me ordenó todos estos años. Ha sido totalmente contra mis valores y derechos morales. Ahora detecto que viene una noche larga, y este secreto no morirá conmigo, pero como la verdad triunfará, así lo haré yo. Es la única esperanza para toda la humanidad. Lo he visto, ha acelerado mi espíritu y me ha liberado. He cumplido con mi deber hacia un complejo monstruoso de industria militar. Ahora termina la larga noche de los extremos del Ártico, el brillante amanecer de la verdad vendrá otra vez, y los que están en la oscuridad fracasarán en volar. Porque yo he visto esa tierra más allá de los Polos, el centro de lo gran desconocido”.
También en el Polo Norte
Los cambios asociados al calentamiento del planeta, y que podrían suponer la aparición de restos arqueológicos bajo el hielo, afectan, del mismo modo, al Polo Norte. En septiembre del año pasado, el periodista Dirk Dunning publicaba en el medio electrónico Rense lo que había visto en una reciente visita al extremo septentrional de la Tierra: “Estoy atónito, casi sin habla. El pasaje nordeste que cruza el hielo polar siberiano está abierto. Los glaciares en la isla de Ellesmere y las costas norte y nororiental de Groenlandia están derrumbándose en cosa de días. El canal entre Groenlandia y la isla Ellesmere está abierto. Y sólo aproximadamente 400 kilómetros de hielo quedan en la orilla norte de Groenlandia, conectándolo con el hielo polar. Y eso está separándose. Grandes superficies de hielo polar se han pulverizado y vagan libremente en el océano Ártico. Miles de km3 de hielo están flotando, al borde de quebrarse en miles de millones de montañas de hielo. Una grieta aún más grande alcanza desde Siberia hasta el Polo. Toda la costa norte de Alaska está libre de hielo, al igual que toda la costa norte siberiana. Los últimos hielos que bloquean el pasaje de Northwest hasta el final oriental de la isla Reina Elisabeth se están separando”.
El apocalíptico relato de Dunning ha dado la vuelta al mundo a través de Internet. Al tiempo, surgen alarmantes noticias. Hacen referencia a corrientes de agua fría procedentes del Polo Norte, que están llegando al Golfo de México, algo que ya había anticipado la revista Discovery en el año 2002 cuando publicó la siguiente alerta: “Oceanógrafos han descubierto un gran río de agua fresca en el Atlántico formado por el derretimiento del hielo polar. Ellos advierten que pronto puede ser que sepulte a la corriente del Golfo, lanzando a Norteamérica y Europa hacia inviernos frígidos”.
Según Discovery, a comienzos de 2004, el científico británico David King se entrevistó con el primer ministro británico Tony Blair, a quien le mostró su preocupación acerca de los cambios que estaban a punto de producirse en el planeta por culpa del licuado de los Polos. La respuesta de éste fue, según David King, que esa era una información que el mundo no podía conocer, a lo que el científico, en muestra de rechazo, replicó enviando la noticia a una publicación americana.
En febrero de 2004, el gobierno estadounidense sí se dio por enterado de la amenaza y puso en marcha un departamento capitaneado por Andrew Marshall bajo el nombre de Red de Contactos de Negocios Globales. El grupo es el responsable de la puesta en órbita de una sonda, con la única misión de verificar los cambios climáticos, a la que seguirán otras dos naves. En octubre de 2003, el gobierno de EEUU había encargado un estudio sobre el tema que se dio en llamar Escenario de un cambio abrupto en el clima y sus implicaciones para los Estados Unidos. En él se demostraba, mediante fotografías por satélite realizadas por el propio Pentágono, que entre 1970 y 2003, la superficie del Polo Norte había disminuido en un 40%. En aquel momento, Marshall, al igual que King y Grenias, también fue censurado por las autoridades, pero tuvo arrestos para publicar su estudio en la revista Fortune.
La verdad es que el 90% de Antártida está inexplorado, no hay certeza de nada en Antártida, es un misterio, en Antártida hay anomalías magnéticas, grietas enormes, entradas, lagos que parecieran no tener fondo, lagos debajo del hielo con luz propia, lagos que producen “auroras invertidas”, es decir, generadas por el mismo resplandor de la tierra, las famosas auroras verdes que podemos ver todos los años y que provienen de los lagos sin fondo de Antártida que filtran su luz a través de plataformas de hielo de casi 4 kilómetros de ancho, son maravillas de Antártida que ya se conocen, pero parece que hay más.
Antiguamente se hablaba del sur del mítico continente de Gondwana al que pertenecía Antártida, que era prácticamente una selva y que tenía una disposición distinta hasta hace más o menos 12 mil años, es decir, hace poco tiempo y de esto muestra evidencia los mapas de Piris Reis y hay otros mapas viejos, los conocidos Oronteus, que muestran los relieves de Antártida y una disposición de hielo distinta.
Entonces no es nada extraño que, con pirámides y otras construcciones que se han encontrado en Antártida, por ejemplo, esas paredes vertiginosas de las que nos habla el artículo, evidencien una civilización pasada que vivió en una tierra intermedia que construyó una ciudad en un círculo parecido a la redondez del agujero de una dona, ¿esto lo veremos más adelante? Amanecerá y veremos.