El aura

Como toda estructura viva, el aura tiene puntos importantes, espacios en donde la luz periférica se hace más intensa, verdaderas coronas de luz que a ojos clarividentes hacen un efecto muy parecido al de las coronas solares en un eclipse de sol, nodos de luz que intensifican las estructuras y los colores propios de cada aura, es decir, si el aura es cristalina, allí se amontonan y forman complejos cristalinos, semejantes a una “ganga” de cuarzos o de amatistas, obviamente la luz también se filtra, hacia adentro y hacia afuera, por estos cristales y el efecto es como si el cuerpo estuviese rodeado de una joya, con sus respectivos centelleos, visos y juegos de luz. 

Muchos piensan que estos espacios del aura coinciden con los chakras, la realidad es que NO son los mismos puntos. Es evidente que sobre los chakras, el aura se comporta de manera especial y por tal razón si fuera fácil ver el aura de perfil tendría apariencia ondulada, dadas las protuberancias que forma cada uno de estos puntos energéticos, pero, aparte de este fenómeno, el aura es algo así como un campo magnético del cuerpo, un huevo de luz activo, móvil que vibra, circula y tiene líneas de fuerza y conducción. Estas corrientes áuricas forman, en el buen sentido de la palabra, ciertas estrangulaciones en su estructura, para ilustrar con un ejemplo: pensemos en una bomba o globo de inflar que no esté templado, si rodeamos su centro con los dedos, el globo formará 2 semi-globos, estas depresiones por subdivisiones del aura son normales y no constituyen alarma negativa, es normal y a todas las auras ocurre, independientemente de su forma y color. Entonces es un campo magnético con diferentes puntos en donde existe un nodo con intercambio, salida y entrada de emanación magnética, energética y lumínica, centros de comando áurico que dirigen las corrientes del aura y que dependen de los distintos estados humanos, entre los cuales podemos mencionar algunos:  Evolución, limpieza, estado de ánimo, salud, misión, grado de conciencia, estado de conciencia, etc., cada aspecto de estos estados, genera en el aura una forma particular, por ejemplo la felicidad crea en el aura un movimiento suave fluido y de expansión, similar a un líquido transparente, iluminado y viscoso que crea grandes ondas, pero que se mueve despacio y con cierto ritmo. Una agradable sorpresa hace que el aura brille mucho, se expanda, y vibre rápido en su superficie, similar a la mezcla del agua con un ácido concentrado, crea el efecto de pequeños estallidos superficiales. Un estado apacible de meditación ensancha el aura y la mantiene viva, iluminada, quieta, llena, templada, es una luz en estado de éxtasis, una forma especial que adquiere el aura cuando se está regenerando, regeneración que incluye el cuerpo, el astral y la mente, la meditación es un estado de autocuración. 

El aura de un ser consciente es enorme, según el nivel de conciencia puede avanzar distancias relativamente grandes en el espacio, aun cuando no se tenga la sensibilidad de ver el aura, son seres que nos despiertan gran curiosidad, son personas que siempre impresionan, es decir, la percepción siempre ocurre, aún sobre el hecho de ver o no ver esa luz. 

Caso similar, pero a la inversa, ocurre cuando un sentimiento negativo se apodera de la mente, el aura siempre adopta una posición correspondiente a ese estado negativo, las líneas de fuerza de su luz, se guían por la fuerza mental también de los defectos, quienes causan en el aura:  huecos, depresiones, encogimientos, deformaciones y figuras claramente identificables, los ejemplos son miles, tantos como situaciones mentales existen, pero hay casos tan curiosos que vale la pena mencionarlos:  En todos los casos en los que un defecto interviene, el aura tiende a hacerse delgada, como si quisiera pegarse a la piel. En el caso de la Ira el aura se concentra y se hace muy delgada, dejando salir pequeños rayos de luz en los nodos magnéticos y los sitios correspondientes a los chakras, es una luz concentrada y contenida que produce pequeños estallidos, son pequeños brotes, su diámetro aproximado de un milímetro, cuando ocurre una manifestación violenta, estos estallidos se concentran en la dirección del movimiento del cuerpo, proyectando gran cantidad de energía interna, por tal razón es común que en un estado negativo de estos se tenga más fuerza, osadía y capacidad de actuar que en estados normales. Cuando hay tristeza o depresión, el aura se pega al cuerpo, forma como una segunda piel concentrada, pasa de ser una capa gruesa y activa a una película delgada, iluminada, tensa, rígida, esto hace que el cuerpo quede desprotegido a todo nivel. En el caso anterior (el de la ira), el cuerpo queda sin energía, dado que el defecto ROBA grandes cantidades de fuerza vital a la materia y las desperdicia, emitiéndolas por estos agujeros o pequeños puntos de estallido de los que les hablaba. El caso de la tristeza o depresión es distinto, el resultado es la desprotección o vulnerabilidad, para agresiones internas y externas, es por esto que a nivel INMUNOLÓGICO se ha observado, desde hace muchos años, que la depresión debilita las defensas naturales del cuerpo, reduce en plasma las células que defienden el cuerpo ante la aparición de agentes infecciosos, tal cosa no es coincidencia, es una verdad espiritual que se descubre desde distintos flancos. Cuando hay miedo o inseguridad el aura también se pega al cuerpo y se mueve despacio y a parches y da la apariencia de escurrimiento, como si fuera un líquido viscoso que se deslizara aún en ocasiones contra la gravedad, es un efecto simpático, por esta razón un clarividente puede detectar el pánico o la desconfianza en su interlocutor. Un efecto curioso es cuando la mente siente impotencia ante un acto injusto en donde el agresor es aparentemente inmune al efecto de sus propios actos, es decir, la injusticia unida a la impunidad, el aura en ese caso se comporta muy similar al caso de la ira, pero no proyectada hacia adelante, sino que sus pequeños estallidos ocurren hacia los lados, como ejemplo les voy a citar un caso cómico del cine:  es como cuando a Germán Monster le salía humo por las orejas, y curiosamente es a la altura de la cabeza (en el sitio de las orejas) y también en los hombros que ocurre esta situación. Cuando la mente se siente retada es decir lo que popularmente conocemos como “toriada o buriada”, el aura se pega a la piel y hace pequeñas burbujas de luz, muy parecidas a las que hace un dulce viscoso o una natilla en el hervor. Todos estos casos negativos, de los que en próximos programas les ilustraré con más ejemplos, hacen que el aura se pegue al cuerpo y desproteja el espacio de defensa, razón por la cual, el cuerpo queda expuesto a agresiones externas, por esto los cierres, por esto los baños y limpiezas son importantes, porque el aura se corruga, acumula sus deformaciones negativas, es necesario, limpiarla, purificarla y exaltarla en su propia luz. 

El aura adopta su forma dependiendo del estado anímico y en el sentido más estricto de la palabra, de la influencia de los defectos y de las virtudes propias.

El aura es una entidad viva que experimenta diversos fenómenos en la medida en que la mente se perfecciona o asume una vida defectuosa, es un caso análogo o similar a la piel y la salud:  Una persona tendrá la piel amarilla (ictericia) cuando su hígado no funciona bien, tendrá la piel muy seca cuando hay asimilación y alimentación insuficiente, tendrá acné por mal funcionamiento hepático y endocrino, etc., no es problema de la piel, pero en ella se reflejan muchos problemas internos. Caso igual ocurre con el aura, aquí puede reflejarse el estado del cuerpo y del alma. 

En el caso del dolor, por ejemplo, el aura se pega al cuerpo muy concentrada y compacta, sus colores se superponen uno al otro, pero se hace muy delgada en todo el cuerpo, excepto en lo que corresponde al sitio del cerebro y la médula espinal. Allí se ensancha un poco y emite unos rayos de alta vibración, es decir, son destellos que se producen y duran menos de un segundo, tal situación es lógica, dado que en cualquier parte en la que se produce el dolor, solo es un estímulo que es inmediatamente comunicado y traducido en el sistema nervioso central, por esto en el DOLOR, el aura se ensancha y manifiesta en la cabeza y a lo largo de la columna en la espalda. 

Cuando hay deseo sexual  el aura ya no se pega al cuerpo como en los demás casos, está más ensanchada con mucho brillo, los colores se hacen muy vivos, como se desarrolla tanta energía, el color se concentra pero sin pegarse al cuerpo y la emisión grande se produce a nivel, también como en el dolor, el sistema nervioso central y adicionalmente en la región de los órganos sexuales. En este estado el aura es verdaderamente hermosa, pero va cambiando en la medida en que todo este deseo se transforma en algo negativo, los colores se tornan grisáceos sin perder el brillo, en quien sabe encausar esta energía, el aura puede alcanzar su mayor estado de expresión. Hablar del aura y la sexualidad es muy extenso, se podrían escribir libros completos, dado que, como en tantas oportunidades se los he comunicado, la energía sexual es la más grande a nivel humano y natural, ese es un caso especial del cual les hablaré en próximos programas en los que solo desarrollaremos el tema en especial.

El último ejemplo del que quiero hablarles es del caso de la angustia, es un caso muy especial, la luz se encoge y pega a la piel y circula cerrando el cuerpo en resortes de luz y de fuerza con mucha rapidez, se produce una circulación a gran velocidad, a ojos de un clarividente, la angustia puede deformar la imagen que proyecta el cuerpo, es decir, un clarividente ve un remolino de luz pegado a la piel, circulando a gran velocidad, desfigurando un poco la forma de la cara y las facciones del cuerpo. Y hablando de Aura ¿POR QUÉ EL CIERRE ES IMPORTANTE?, cuando repetimos un cierre, tenemos que tener en cuenta 3 aspectos fundamentales:

1)  Pronunciamos palabras sagradas y verdaderas, es decir, se pronuncian nombres sagrados y que enuncian verdades absolutas, esto causa gran impacto a la mente, quien inmediatamente produce un ambiente de protección, cuando decimos “en el nombre del Padre, estamos recordando la presencia absoluta de Dios, el cuerpo de Dios es TODO el universo. Cuando decimos “en el nombre del hijo”, no solo recordamos la presencia de Jesús en nuestras vidas, sino también de su enseñanza “hay que desarrollar el Cristo en nuestro corazón” y cuando decimos “en el nombre del Espíritu Santo”, hablamos de la energía viva que genera y crea todo el universo, la energía “madre” de todos nosotros y cuando pronunciamos en nombre de iod he vau he, cerramos con el nombre sagrado de Dios que afirma en las sagradas escrituras antiguas “Dios es el centro, es el todo y es el único”.

2) El segundo aspecto es el Mudra, es el hecho de adquirir una posición con las manos y dirigirlas a determinados sitios del cuerpo, el aura inmediatamente se modifica y se dispone en actitud de defensa, los mudras son poderosos y existen muchos para todos los casos, uno de ellos es el cierre. 

3)  La actitud de la mente es de defensa y protección, cuando se pronuncian esas palabras y se hacen los Mudras, la mente se impresiona y encapsula en una especie de huevo de luz, que es más o menos fuerte y efectivo, en tanto se haga con más concentración esa señal, si son cerrados los ojos y lograda una gran concentración, la capa de luz producida es fuerte ante agresiones naturales y generadas por fuerzas negativas. De cualquier forma y en cualquiera de los casos, siempre se producen corrientes protectoras, así se pronuncie  mecánica e inconscientemente. 

Un baño es una especie de cierre, el aura deformada y contaminada con toda clase de manifestaciones negativas, recibe los aromas y entra en contacto con fuerzas elementales reunidas para producir un efecto determinado  Y SI ADICIONAL AL BAÑO, se hace muy concentrados el cierre de protección, la iluminación o la protección se REDOBLA, es un refuerzo IMPORTANTE, es algo que debemos saber y hacer en ese momento, tanto al iniciar el baño, como en el momento de terminarlo.

Con todos estos recursos el aura logra un punto limpio de expresión, en su forma de emisión y en su color, ESTO ES SALUDABLE, y un aura saludable, es reflejo de un cuerpo saludable, un aura ordenada influencia o emana orden al cuerpo, un aura iluminada hace que el cuerpo sea atractivo y visualmente confiable, en la mente produce tantas cosas que sería difícil decirlas ahora todas, pero entre otros beneficios está la creatividad, el sosiego, mente despejada, lúcida, productiva, “solucionóloga”, fluida, con capacidad de reacción, con iluminación para detectar “la verdad” y “lo importante” y muchas otras propiedades conscientes y estimulantes en el desarrollo de la fuerza y el poder mental. Adicionalmente las limpiezas de aura son RELAJANTES, muchas personas me han comunicado que luego de hacer un baño han logrado dormir y descansar mejor que nunca, tal cosa ocurre por el efecto de purificación y “peinado” de las líneas de fuerza del aura, algunas personas que los colores y la forma cambian con las situaciones mentales, esto NO es cierto, sólo cambia el VOLUMEN y la EXTENSIÓN, pero jamás el color, el color del aura siempre es constante, siempre es el mismo, se concentra o se diluye, se extiende o se encoge, se ilumina o se opaca, PERO SIEMPRE EL MISMO COLOR. La forma también es constante, por ejemplo la forma cristalina es siempre así, puede pegarse al cuerpo y las formaciones cristalinas hacerse muy pequeñas, o grandes y brillantes pero su forma cristalina siempre prevalece.