Los puntos energéticos del planeta
El punto de Hessdalen en Noruega.
Esto forma parte de los secretos a voces, aquellas cosas que ocurren y que no tienen explicación, que no hay teoría, no hay hipótesis, fenómenos evidentes que se salen de la lógica y de la razón humana, pero que... ocurren.
Es el caso de las luces de Hessdalen en Noruega, Hessdalen es una región que está ubicada en la península escandinava, exactamente en la mitad de Noruega, un país que ocupa toda la franja costera que mira hacia el ártico, aquí ocurre un fenómeno denominado “las luces de Hessdalen”, fenómeno muy conocido entre científicos y entre investigadores espirituales y desconocido para la gente del común y lo más espectacular de esto es que hay millones de fotografías y videos de estas luces que aparecen allí, las explicaciones científicas son tan insólitas y descabelladas como el mismo fenómeno, la más famosa dice que hay minerales extraños en Escandinavia que pertenecen al grupo químico de los Lantánidos, que al contacto con el aire se encienden y crean estos fuegos que han sido tan fotografiados en todo el siglo XX, pero ya es costumbre el hecho de probar que esto NO es cierto, que tal fenómeno químico, con esos efectos, es imposible y regresa el fenómeno a lo que existía antes: NO hay explicación y es un fenómeno súper estudiado por físicos e investigadores de oriente y occidente, esto ya es un desafío, es un enigma.
Pero se ha dicho de todo, que son fenómenos de Fata Morgana, que son lentes gravitacionales que muestran los aviones que pasan por el polo, que son autos que por efecto de la atmósfera crecen en visión de luces y crean ilusiones ópticas, los personajes que investigan OVNIS dicen que es un lugar de concentración de OVNIS, dicen que son fantasmas, que son fenómenos paranormales, que son hadas, imaginen ustedes lo que se ha dicho en todos estos años y principalmente hace 38 años que el fenómeno ha crecido, hay mil teorías, mil hipótesis, algunas son algo serias, otras son de concurso. Para darnos una idea general acerca de esto que está ocurriendo, veamos una crónica de la revista Española Año Cero:
El Enigma Hessdalen
Desde 1981, un remoto valle en el centro de Noruega se ha convertido en un auténtico laboratorio para el estudio de los no identificados. Año tras año, las enigmáticas luces de Hessdalen son analizadas por un equipo internacional y multidisciplinar para intentar desentrañar el origen de este extraño fenómeno.
No existe duda alguna, a partir de los datos registrados, de que, hasta ahora, no puede identificarse el mecanismo de origen natural capaz de actuar espontáneamente con tan sorprendente eficiencia». Así de contundente se mostraba el astrofísico italiano Massimo Teodorani al referirse a las extrañas luces observadas en el valle noruego de Hessdalen. Y es que en este paraje nórdico se suceden desde hace más de 25 años una serie de fenómenos luminosos desconocidos, que ni las prolongadas vigilias ni los más avanzados equipos de medición han logrado descifrar. A escasos kilómetros del valle, en la ciudad noruega de Røros, una vez más, científicos de distintos puntos del planeta se reunían para debatir acerca de uno de los fenómenos más desconocidos y a la vez mejor estudiados de luces populares.
Avistamientos durante el invierno
A finales de 1981 y principios de 1982, la mayoría de los habitantes de Hessdalen, poco más de un centenar, denunciaron la aparición de extrañas luces moviéndose en los alrededores del valle. Las luminarias podían ser vistas casi a diario y, sin razón alguna, los avistamientos se repitieron a finales de ese año con enorme intensidad. La mayoría de ellos se concentraban durante el invierno, donde la oscuridad reina en estos parajes. Los habitantes, desconcertados, describieron las misteriosas luces en función de las cosas que se les asemejaban: una «cartera», un «balón de fútbol», un «árbol de Navidad» invertido... Los fenómenos de Hessdalen poseen similitudes con otros que ocurren en diversas zonas del planeta. No obstante, la peculiaridad que presentan las luces de este valle es que se produjeron ante los ojos de un grupo de hombres de ciencia. Contrariamente a lo que suele ocurrir, los especialistas comenzaron a tomar en serio los testimonios y decidieron poner en marcha un proyecto orientado a registrar, medir y explicar la naturaleza de estos incidentes. Erling Strand, ingeniero electrónico y profesor del Østfold College, fue el encargado de coordinar la iniciativa, y muchos de sus estudiantes participaron en el diseño de los instrumentos y en las numerosas jornadas de monitorización in situ (ver recuadro). En la expedición, desarrollada a comienzos de 1984, las tareas se repartieron entre 40 voluntarios: algunos ocuparon una de las colinas a modo de base para la instalación de los equipos: cámaras fotográficas, videocámaras, radares, espectrómetros, magnetómetros, etc. Otros se ubicaron en montañas cercanas, equipados solamente con cámaras convencionales. Los grupos se comunicaban por radio.
Vigilias programadas
Más de 50 apariciones fueron registradas visualmente y a través del instrumental. Los interesantes resultados se publicaron en un detallado informe denominado Project Hessdalen 1984: Final Technical Report, que dio a conocer Erling Strand. En síntesis: la mayor parte de los sucesos no se correspondían con nada conocido. Décadas después, el fenómeno sigue ocurriendo con desigual intensidad, por lo que no iba a desperdiciar la ocasión de visitar el lugar, tras la celebración, en agosto de 2007, del congreso de Røros, organizado por la Sociedad de Exploración Científica. En compañía del ingeniero David Akers y de la geofísica Marsha Adams me dirigí a este remoto paraje, en busca de respuestas. «El tamaño de estas luces, de color amarillo, es de entre 3 y 20 metros de diámetro. Pueden desplazarse a través el valle, lentamente y a baja altura, en trayectos de hasta dos horas. Algunas veces se detienen y se quedan inmóviles durante varios minutos antes de comenzar a moverse nuevamente». Así las describe Erling Strand, seguramente el hombre que más sabe acerca de estas enigmáticas luces que, desde hace décadas, se dejan ver en Hessdalen. Sin embargo, estas luminarias también sobrevuelan los techos de las casas, deambulan a escasa altura entre los campos y, en especial, de manera más recurrente, se observan a lo lejos, bajo las cumbres montañosas. El informe también menciona que los radares han llegado a detectar luces que alcanzaban velocidades de hasta 30.000 km/h, y la existencia de extraños flashes blanco-azulados, semejantes a los de una cámara fotográfica, que titilan en el firmamento y no pueden ser explicados como satélites o desechos espaciales. Finalmente, aunque no muy a menudo, algunos testigos aseguran haber visto no una, sino varias luces, muy cercanas entre sí, que se movían al unísono, como si pertenecieran a un mismo objeto. Pero, ¿qué son exactamente? Muchas personas creen que luces como las de Hessdalen están más próximas al fenómeno OVNI, sugiriendo que se trata de artefactos de construcción no humana.
Repartidas por todo el mundo
Los relatos populares dan cuenta de la presencia de fenómenos luminosos que, por su apariencia, dinámica y supuesto comportamiento «inteligente» no pueden ser explicados por el observador como sucesos convencionales. Ahora bien, tales testimonios dan cuenta de incidentes muy semejantes a los que acabamos de referirnos y que, no obstante, por muy diversas razones, no han recibido la necesaria atención por parte de las instituciones científicas. Resulta paradójico que la mayoría de las personas, sin importar su condición social o cultural, fuera en Hessdalen, Washington, Missouri u otros tantos lugares, han adjudicado un comportamiento «deliberado» a dichas luces. Es como si estos extraños objetos luminiscentes tuvieran «vida» propia... Además, muchos testigos mencionan haber observado pequeñas, medianas o enormes esferas de luz siguiendo a los caminantes y vehículos, o interponiéndose en su camino, posándose en las copas de los árboles, deambulando en campos o dando vueltas alrededor de molinos y otras construcciones.
Tradiciones locales
A la hora de instalar esta clase de estaciones, los promotores de los proyectos científicos han prestado gran atención a los escenarios específicos mencionados por los testigos. Marsha, quien dirige una base de seguimiento en Arizona, añade que muchos de estos incidentes han tenido lugar en enclaves que, según las tradiciones locales, están asociados a otros sucesos anómalos o son tenidos como «sagrados». Además, esta territorialidad de las manifestaciones ha dado nombre a muchas de las misteriosas luces; por ejemplo, «la luz del Pardal» y «la luz de Mafasca» (España); «las luces de Marfa» (Texas); «las luces del cerro Uritorco» (Argentina). Otras han tomado su nombre de las características que se les atribuyen: «luz mala» o «farol de campo» en Argentina, «Jack with the lantern» en Inglaterra, las luces «Min min» en Australia, la «Mae-de-Fogo» en Brasil, «Inlicht» o luz loca en Alemania... Todas estas variadas denominaciones dan cuenta de sucesos que podrían pertenecer a una misma familia de fenómenos. Pero, ¿cómo interpretarlos?, ¿cómo estudiarlos? «La gente corriente debe ser parte de la ecuación», concluye David Akers.
Un campus muy especial
Aprovechando el tirón de «lo desconocido» y «lo misterioso» entre los jóvenes, Erling Strand, fundador del Proyecto Hessdalen y profesor de ciencias en el Østfold College de Halden (Noruega), pensó en combinar la enseñanza académica con trabajos de campo en este escenario único. De hecho, en 1994, sus alumnos fueron pioneros en las tareas previas a la puesta en marcha de la Estación de Medición Automática (AMS) de Hessdalen, actividad que les sirvió como proyecto final de curso. Desde entonces, estos peculiares «campus» vienen repitiéndose con gran éxito, sobre todo entre los estudiantes de informática e ingeniería electrónica, que han visto en esta iniciativa una gran oportunidad para ampliar sus conocimientos. En la década de 1970, iniciativas parecidas se llevaron a cabo en otros escenarios. En la reserva de los indios Yakima, en Washington, comenzaron a circular noticias sobre extraños fenómenos luminosos en la cordillera de Toppenish Ridge. Tal era la cantidad de testimonios, que en la división de control de incendios de la reserva se propuso un estudio de monitorización. En agosto de 1972, David Akers, un ingeniero de Seattle, se sumó al proyecto. Éste concluyó que «no hay nada en las luces nocturnas que sugiera que la fuente de esta actividad sea extraterrestre. Sin embargo, algo inusual está ocurriendo». Akers advirtió ciertas alteraciones que le resultaron extrañas, llegando a preguntarse si los incidentes lumínicos «evitaban» ser medidos. Algo similar sucedió en Piedmont, también en EE UU, en 1973. El Dr. Harley Rutledge, por entonces profesor de física en la Universidad de Southeast Missouri, logró registrar estos sucesos; pero, además, declaró que «hubo algo más que la simple medición de las propiedades físicas de las luces no identificadas. De hecho, se estableció una especie de interacción, de juego, entre éstas y nosotros, los observadores desapasionados».
Lo que es claro es que nuestro planeta está lleno de misterios y que todos los días hay una sorpresa mayúscula que hace que tengamos que replantear lo establecido en conocimientos, en fechas y en el origen de las civilizaciones, estamos “atrapados en la observación del mundo material” y lo increíble es que, ni siquiera conocemos el mundo material, mucho de ese mundo material es un misterio: la profundidad del mar, la atmósfera, el espacio, el mundo subterráneo, el pasado, los objetos del cosmos, algunas leyes físicas, el cerebro y la neurona son misterios, las células, el átomo, solo para citar algunos ejemplos, y TODO eso es material, todo eso es físico, y es un misterio... y qué vamos a decir de lo místico y de otras dimensiones o de espacios interdimensionales, es un doble misterio, lo estamos viendo, pero no sabemos qué es, nos causa asombro, sorpresa y frustración y la comparación es horrible, pero ante estos fenómenos, el ser humano es como “un animalito observando magia”, así de simple.
Hace algún tiempo les hablaba de en un taller de los puntos de luz de nuestro planeta, que está vivo y tiene el mismo magnetismo y concentraciones de energía que tenemos nosotros, les hablaba por ejemplo de una isla muy especial que está en el océano glaciar ártico, muy cerca del polo norte, en realidad es un conjunto de islas muy pegadas que también pertenecen a Noruega y que son un punto de luz planetario, un lugar con una energía muy especial, pues les comento, que aunque la isla de Svalbard está algo lejos de Hessdalen, pertenece esto al mismo punto energético planetario, es un punto de luz de la tierra y estos puntos de luz forman vórtices importantes, vórtices interdimensionales; el conocimiento de estos puntos casi es de ciencia ficción en estos momentos, porque la ciencia y la física aún no han llegado a esas estancias, ya se están dando los primeros pasos pero el asunto... está aún en pañales.
La pregunta que surge es: y si son portales, si son vórtices o como también se les denomina, si son “Stargates” ¿a dónde llevan esos portales, a dónde van a dar? En respuesta a esos interrogantes están muchos factores que son propiedades de otras dimensiones, en la dimensión del tiempo usted puede ‘a voluntad’ abrir los ojos en otro espacio, es decir, usted está aquí y puede ver lo que ocurre en otro espacio que se puede encontrar muy lejos, puede verlo, esto es lo que comúnmente se denomina ‘visión remota’, eso solo ocurre con la visión, ¿y qué ocurre con los portales?, algunos físicos lanzan hipótesis que dicen, que de alguna manera misteriosa, un portal de estos puede hacer que avancemos bastante en el tiempo espacio, porque tanto el espacio, como el tiempo son curvos, forman parte de un espiral, también es posible que sea un atajo y es posible que aquí en la tierra, estos portales o estos stargates puedan conducir a ciudades sagradas, a espacios muy adelantados que existen aquí mismo pero en otra dimensión y es posible que al atravesar un portal de estos, podamos pasar a otro espacio distinto al nuestro, a una distancia que no comprenderíamos, por supuesto hablar de esto, aún es mágico, de ciencia ficción y de locos. Algunos místicos saben la ubicación exacta de esos puntos, en el cruce de las “líneas ley”, en estos cruces están los portales, todas las sociedades secretas del pasado conocían estas ubicaciones y sobre estos lugares erigieron templos, hileras de piedras, pirámides, lugares místicos y toda clase de construcciones con señales claras que indican que ese sitio es sagrado y especial, con una particularidad especial: en estos lugares suelen ocurrir fenómenos, luces, ruidos, presentación de fenómenos elementales de hadas y gnomos, aparición o avistamiento de OVNIS, así es Hessdalen en Noruega, un sitio de luces, de pequeñas auroras permanentes, un sitio de esferas metálicas extrañas que flotan sobre los barcos, sobre los carros y sobre los transeúntes, efectivamente es tierra de elementos químicos extraños, que no están en esa concentración en ningún otro lugar de nuestro planeta, el lugar de Hessdalen no es muy habitado, es frío y hay algunas misteriosas montañas, que en ciertas ocasiones parecieran emitir destellos desde el piedemonte, pareciera que algo desde los lugares subterráneos, quisiera emerger, y las luces del aire, en muchos casos aparecen ordenadas, en hileras o haciendo figuras en V, como en las apariciones OVNI, pero aquí en Hessdalen NO son eventuales, son PERMANENTES, entonces allí podemos ver grupos de científicos de diversas nacionalidades estudiando el fenómeno, simplemente porque Hessdalen es la oportunidad perfecta para ver esas luces casi a diario, de día y de noche, los patrones descritos por las luces son inteligentes, forman figuras místicas, como queriendo dar un mensaje, han sido estudiadas desde el espectro, con radares, con aparatos, lentes y han sido medidas en velocidad, algunos aparatos han detectado 30 mil kilómetros por hora, se ubican sobre las casas, en las montañas, en el valle, sobre el hielo, a distintas alturas, en una ocasión las luces dibujaron un enorme árbol de Navidad en el cielo, esto salió en prensa local. Las investigaciones están muy documentadas, hay un ingeniero noruego que rindió un informe muy completo de las observaciones hace 34 años, con fotografías y videos realmente impresionantes, en un rigor científico que no deja ninguna duda y en una plantilla de trabajo de por lo menos 10 observaciones por semana.
Desde 1995 aumentaron las luces y se convirtieron en luces activas, desde tierra, desde la atmósfera, desde las montañas, desde el espacio y se unieron a los noruegos un buen grupo de científicos italianos, el asunto ya era desafiante, de esos estudios han resultado conclusiones muy curiosas, conclusiones que resultan de la observación, las esferas por ejemplo, las esferas flotantes, crean esferas de luz y esas esferas de luz están compuestas de otras luces más pequeñas que en apariencia muestran un gran resplandor y son de movimientos inteligentes, esto lo dicen científicos de todas las nacionalidades. El fenómeno es extraordinario, en ciertas ocasiones aparece un pequeño resplandor que se expande y forma una burbuja de luz que queda suspendida en el cielo y los habitantes de Hessdalen dicen que en ese momento experimentan una sensación increíble de paz, esta esfera de luz desprende de su interior miles de pequeñas esferas de luz con su respectivo resplandor y cambian de blanco a amarillo y de amarillo a blanco y se detienen flotando en el espacio durante horas, no son de origen natural, no es un estallido de plasma ni una reacción química, estas luces son de formación inteligente, al parecer coinciden con los destellos angélicos que se mencionan en los libros sagrados, de entrada a las ciudades sagradas, pareciera que son puertas de entrada a otras dimensiones, a otras realidades que existen aquí y ahora en este mismo planeta y pareciera que los seres que dirigen esos pasos interdimensionales, son seres poderosos de luz, son seres equilibrados que producen sentimientos hermosos en el alma; es extraordinario lo que ocurre en Hessdalen, en el centro de Noruega y es increíble que Hessdalen forme una línea con la isla de Svalbard en la realidad de un punto de luz del planeta, esto nos recuerda a Agarti, a las ciudades sagradas, al vórtice del polo o a los vórtices de los polos, es otra realidad, todo esto nos deja pensando.