La leyenda del Yeti
Las historias ocultas de animales y seres de apariencia no convencionales son innumerables y hablar de ellos es difícil, ya que las tradiciones populares han tergiversado su significado de manera contundente.
Las historias ocultas de animales y seres de apariencia no convencionales son innumerables y hablar de ellos es difícil, ya que las tradiciones populares han tergiversado su significado de manera contundente. Dentro de estos relatos existe el de los maravillosos unicornios, el de monstruos, como el famoso Champ y el Menfre, que realmente no son monstruos, y los muchos relatos de fauna y flora complicada, con comportamientos inclusive mágicos.
En este artículo hablaremos de la leyenda del Yeti, también conocido como Pie Grande, Bigfoot o Sasquatch. Según se dice, es un hombre peludo de estatura descomunal (aproximadamente 2,5 metros), con cabeza de mono o simio y que camina en sus extremidades traseras. Se le ha visto alrededor del mundo desde hace cientos de años, pero es escurridizo y solo se muestra muy de vez en cuando. Mi-tej, como también es conocido por los monjes tibetanos, tiene la habilidad de desaparecer y aparecer súbitamente entre los matorrales, y se dice en el Tíbet que es una criatura que llegó del espacio hace mucho tiempo y que sabe manejar a la perfección las puertas interdimensionales del tiempo.
Los lamas conocen la procedencia de estos seres antropoides, y de otras almas búdicas, que han llegado en naves desde otros mundos lejanos hace miles de años. Saben también de las inteligencias superiores que están comunicadas con nuestro planeta, sin necesidad de tener un cuerpo físico aquí y ahora.
Los lamas también saben de la existencia de millones y millones de almas no encarnadas que se encuentran en dimensiones superiores, y no solo almas a la escala humana, sino de todo tipo de seres del universo, de inteligencia superior, que se mueven en espacios distintos y que tienen una evolución espiritual inigualable.
En las dimensiones superiores existen sectores concentrados en almas de tránsito y son conocidos normalmente como ciudades sagradas, con estructuras astrales bellísimas y habitadas por seres increíbles. Desde estas ciudades, seres antropoides, como el Yeti, se mueven a través de túneles y espacios interdimesionales de manera muy natural. Es por eso que los lamas viejos sabían de los pueblos del Tíbet, de los niños de la selva, de los nahual de México, y es por eso que existe una comunicación entre los jefes espirituales de Alberta, Canadá, de Lapland en Finlandia y del Himalaya. Por estos túneles interdivisionales es que Nessie puede ser visto en los lagos de Winipeng en Norteamérica y en el lago Loch-Ness de Escocia. Aquí se haya un vórtice de tiempo-espacio que los celtas conocían muy bien y que era en su momento un centro de entrenamiento druídico. Los grandes maestros espirituales celtas viajaban desde Islandia hasta Escocia por este vórtice.
Hoy se conoce este punto como algo parecido a Fifth Inverness, pero realmente ya nadie sabe de esto, ha quedado en el olvido desde la época gloriosa de los magos de Islandia que custodiaban a las criaturas antediluvianas, remanentes de tiempos pasados.