Gripas, intoxicaciones y hongos
Nos encontramos en una verdadera epidemia de gripa, en todas sus modalidades, y, sobre todo, recurrentes. Sin darnos cuenta, la gripa nos dura más de un mes, en pocos días recaemos, y gastamos cantidades en medicamentos, pañuelos desechables, jarabes y analgésicos. Las gripas son más costosas de lo que creemos y lo que a la gente se le olvida es que se previenen aumentando la respuesta inmune, subiendo las defensas.
Nos encontramos en una verdadera epidemia de gripa, en todas sus modalidades, y, sobre todo, recurrentes. Sin darnos cuenta, la gripa nos dura más de un mes, en pocos días recaemos, y gastamos cantidades en medicamentos, pañuelos desechables, jarabes y analgésicos. Las gripas son más costosas de lo que creemos y lo que a la gente se le olvida es que se previenen aumentando la respuesta inmune, subiendo las defensas.
Por otro lado, tenemos nuestro cuerpo intoxicado, y no necesariamente por trabajar en una mina. Todos los días tenemos contacto con tóxicos, ya sean del ambiente o de la misma comida: el arroz tiene organofosforados, la papa, las verduras y las frutas tienen pesticidas, los panes industriales tienen sorbatos, y la sal, anticompactantes tóxicos; hasta el agua tiene metales extraños, y todos estos tóxicos los consumimos diariamente.
Sumémosle los hongos microscópicos que se encuentran en la flora intestinal de nuestro organismo. En niveles bajos, su concentración es normal, pero al aumentar, pueden volverse un verdadero problema, que lleva a enfermedades y trastornos gastrointestinales complicados. Cuando aumenta su concentración, también hay una proliferación de la llamada flora cándida, que es un problema de salud mundial. Si, además, consumimos muchos azúcares en nuestra dieta, fomentamos el crecimiento y resistencia de estos hongos.
Afortunadamente, contamos con un superalimento, una panacea nutricional que nos puede ayudar a contrarrestar y combatir todas estas afecciones: la Spirulina.
La Spirulina es antitóxica, su consumo diario tiene el poder de bajar los niveles tóxicos en nuestro organismo y esto ha sido comprobado por la Organización Mundial de la Salud a partir de estudios en personas envenenadas en India, Taiwán y Chile. Los resultados fueron sorprendentes.
Además de todo lo anterior, la Spirulina promueve el crecimiento de la buena flora intestinal, desterrando la cándida. Esta proliferación de flora intestinal benéfica recupera los intestinos y mejora la digestión de manera instantánea.
La Spirulina es verdaderamente un milagro nutricional que debería ser más conocida y, en definitiva, debemos consumirla juiciosamente. Un frasco de Spirulina debe estar listo en la mesa de noche o en el comedor.