Vitaminas B, el sistema inmune y la respuesta antiviral
Las vitaminas B apoyan el funcionamiento del sistema inmune
Las vitaminas B desempeñan funciones extraordinariamente importantes en el organismo y, en especial, apoyan el funcionamiento de nuestro sistema de defensas. Por esta razón, y por el gran desafío de salud actual, se está estudiando su impacto en la prevención, desarrollo, curso y desenlace de una larga lista de enfermedades, incluyendo una particular atención en el impacto de las vitaminas del complejo B sobre la gestión antiviral, antibacteriana y antifúngica (antihongos) del sistema inmunológico.
La deficiencia de algunas vitaminas del complejo B puede alterar el sistema nervioso, promover la inflamación neuronal y dañar gravemente al sistema inmune, afectando la dinámica de las células T, generando, en paralelo, una sobreexpresión de la respuesta inflamatoria, a menudo sistémica y especialmente grave.
También se ha estudiado el impacto de la suplementación de vitamina B6 en pacientes críticos, demostrándose una marcada activación de las defensas naturales del organismo.
Las vitaminas del complejo B con mayor impacto en el sistema inmunológico son la B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12, las cuales mejoran la capacidad del sistema inmune, para:
1) Identificar agentes patógenos
2) Aumentar la cantidad de células de defensa (especialmente las células T)
3) Mejorar la vitalidad de la actividad de los macrófagos, apoyando la respuesta inmune más agresiva de las células NK.
Estudios recientes también han confirmado que las personas con deficiencias de folato (un tipo de vitamina B) presentan una particular vulnerabilidad a desarrollar infecciones del aparato respiratorio.
En este otro estudio, la suplementación de vitamina B12 aumentó el número de linfocitos y la actividad de las células NK, manteniendo una notable gestión reguladora.
En conclusión, las vitaminas B ayudan a activar las defensas y a combatir infecciones, estimulando la respuesta inmune, manteniendo la inmunomodulación, que corresponde a la dinámica que mantiene en balance la respuesta inmune, en una constante rutina de activación y desactivación de la gestión inflamatoria. Sin duda, un aspecto crucial y extensamente estudiado actualmente debido al gran desafío inmunológico por el que atraviesa la humanidad.