Emociones: miedo, ansiedad y preocupación
En algún momento de nuestras vidas, todos hemos, o vamos a experimentar sentimientos tan humanos como el miedo, la ansiedad y la preocupación.
El miedo
El miedo, como reacción natural, es un sentimiento que suele ser saludable, pues sirve para protegernos de muchos peligros.
El miedo sucede cuando experimentamos la aparición súbita de algo desconocido que nos hace, normalmente, emprender la huida o, en el caso de las cámaras o el público, enmudecer sin saber qué decir.
La ansiedad
Al contrario del miedo, la ansiedad es provocada por una situación que va a suceder y que previamente nos genera una angustia especial. Por ejemplo, nos da ansiedad pensar en el dolor que vamos a experimentar cuando vayamos al odontólogo.
La ansiedad es un sentimiento difícil de superar. Con el miedo, podemos huir y evitar la situación por completo, pero cuando estamos en estado de ansiedad, nos sentimos intranquilos e incómodos; sentimientos que se mantienen hasta el momento de enfrentar la situación que nos genera esa ansiedad.
Para algunos, por ejemplo, la mera idea de presentarse ante un auditorio les produce molestias físicas y mentales.
En la vida diaria se padecen ligeros estados de ansiedad, que la gran mayoría logra sobrellevar como parte de su cotidianidad. Hay algunos que requieren aplicar un esfuerzo adicional para superar estas situaciones, como aquel que decide tomar clases para superar una ansiedad que de trasfondo es un complejo de inferioridad, o aquel que decide estudiar más, pues quiere conseguir mejores calificaciones.
La preocupación
La preocupación se diferencia de la ansiedad en el grado y en que se deriva del miedo. Casi todo el mundo se preocupa, más o menos, sin que esto llegue a ser un impedimento en su vida diaria.
Preocuparse constituye un hábito cíclico en el que la persona, por miedo, se empecina sobre lo mismo, angustiándose constantemente, pero sin buscar un plan de acción para solucionar el inconveniente.
Una manera de afrontar las preocupaciones es estudiar a fondo las causas que las motivan. Muchas veces, las preocupaciones se deben a la falta de entendimiento o comprensión de algunos elementos, que deben investigarse y ahondarse.