Fantasmas

Además, debemos tener claridad en que, aunque sí hay fenómenos de otras dimensiones que se manifiestan en la tercera, también hay un montón de casos de fraude, y es nuestra responsabilidad hablar de ellos.

Uno de los casos más controversiales es el de la Cámara Kirlian, fenómeno descubierto por los esposos Kirlian hace ya décadas en lo que era la Unión Soviética. Esta cámara obtiene la emisión del campo eléctrico de los objetos, el aura térmica y «algo» del aura vital.

Aunque es cierto y ha sido investigado desde ese momento, es sabido también que muchos charlatanes se han aprovechado para inventar los «efectos fantasmas», resultantes del halo de la Cámara Kirlian. Pero, que quede claro: nuestra humanidad aún está lejos de lograr fotografiar fenómenos de otros planos.

Una de las preguntas más populares asociadas a fantasmas, es si pueden ser negativos y positivos, pero, para contestarlo, se deben analizar los distintos componentes de la evolución humana.

Primero, veamos el cuerpo físico. Cada ser humano tiene un cuerpo en la tercera dimensión, que es el vehículo del alma y es una máquina perfecta, de un nivel de sofisticación que no es fácil de comprender. Ni un billón de computadores podría imitar la perfección de un cuerpo humano, que tiene un motor vital comandado directamente por el alma, que hace que el cuerpo se mueva y tenga vida.

Al mismo tiempo, tenemos un espectro astral, perfecto también, que puede moverse de manera fluida por la dimensión del tiempo, o la cuarta dimensión. Es en este estado en el que realmente podemos ver seres de otra naturaleza, seres de otras líneas evolutivas, espíritus no encarnados y entidades llegadas de otros puntos del cosmos.

La mente, por otro lado, es una entidad perfecta y crística, llena de poder, pero, en los seres que se encuentran en estado de transición, la mente genera pequeñas conciencias negativas, hijas del poder mental, que nosotros conocemos como defectos.

Un defecto es una energía mental que hemos generado nosotros en una dimensión superior y que tiene muchísimo poder. Un defecto es una entidad sofisticada, que no podemos entender del todo, pero que, en el momento en el que se desarrolla la iluminación, nace en nosotros la conciencia o el conocimiento para cambiar esa energía y hacer que la mente sea poderosa en el equilibrio. En ese momento podemos hablar de estados búdicos o crísticos.

En este sentido, si nos encontramos con el espectro de la ira de una persona común, será un espectro de energía negativa, lo que aplica también para los defectos de los fallecidos. Ahora bien, si nos encontramos con la fuerza o energía mental de un ser iluminado, entonces, este encuentro es positivo, ya que ha logrado cambiar la polaridad de esos espectros y también que esos errores se conviertan en energías positivas.

Visto así, ¿son los defectos fantasmas? Bueno, depende. Hay muchos casos en que los elementales o Devas les «juegan» bromas a personas, como médiums o incautos, que no saben con qué se están metiendo. Este es el caso de quienes, por ejemplo, juegan con la tabla Ouija, que no tienen idea de las fuerzas que están moviendo, ni saben si son mentales o son elementales, y menos, entienden que hay aún más posibilidades.

Una persona de estas termina altamente damnificada, ya que entra en comunicación con una energía negativa derivada de la mente de la persona en cuestión, no con su alma ni con su espíritu, ni siquiera con su cuerpo mental. Este espectro tiene parte de su memoria, pero una memoria errática, sin conexión con la persona, por esto, solo pueden generar datos e informaciones desconectadas e irreales y, adicionalmente, crean situaciones energéticas nocivas para todos los que participan del intento de comunicación.

En estos casos, el resplandor áurico se impacta horriblemente con esas fuerzas negativas humanas que llegan de todas partes. Si conocieran qué es lo que están moviendo, se abstendrían de hacerlo, pero, si ocurre, es que de alguna manera tienen que vivirlo para aprender.

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