Las expresiones de la magia
Cuando hablamos de magia, nos referimos a las facultades extraordinarias de los seres humanos que están relacionadas a las fuerzas de la naturaleza y a las demás dimensiones que habitamos.
El término magia tiene un origen indoeuropeo, de raíz atlante, que hablaba del «magta» y se refería a mantenerse en comunicación con las fuerzas de otras dimensiones y en sintonía con los diferentes poderes de los elementos.
De magta nacieron las versiones en persa, sánscrito, anatolés, sumerio y calé, que representan el concepto de magia.
Magia es conectarse, es estar profundamente en sintonía con el tejido de todos, de la naturaleza, y con las energías de otras dimensiones y otros seres. Magia es conectarse con la ‘Red del Darma’, es estar en sincronía con la memoria, con el poder espiritual.
Todo lo que hacemos para recordar el saber perdido, para recuperar la conciencia, para establecer comunicación con otras dimensiones, para sintonizarnos con la naturaleza y entender todo lo que existe más allá de lo conocido, es magia. En ese sentido, la meditación es magia, la simple actitud de investigar sobre lo espiritual es magia.
Dado el deprimido nivel de conciencia en el que está la humanidad, no somos capaces de percibir muchas cosas donde se manifiesta la magia, y es por esto que cuando vemos, oímos o presentimos más allá de lo normal, podemos considerarlo como magia, como algo extraordinario.
Algunos ejemplos son: cuando viajamos a algún lugar desconocido, pero por alguna razón nos resulta supremamente familiar, cuando oímos una voz, pero nos encontramos solos en el espacio, cuando vemos colores inexplicables en el aire, cuando pensamos en una persona e inmediatamente suena el teléfono.