La sexualidad y el matrimonio místico
Hay muchos conceptos, que por ser comunes, o que «todo el mundo hace», se vuelven socialmente aceptados, no porque sean buenos, sino porque es algo considerado general. Este es el caso de la sexualidad, y todos los conceptos alrededor de este tema.
Nuestra mente, limitada por su percepción y falta de iluminación, juzga inmediatamente algo que es tan delicado. Y es que, en su mundo tan restringido, ¿qué puede saber la mente de una pareja mística si nunca ha sabido que es el amor verdadero, más allá de las formas físicas y de las motivaciones sexuales?
¿Cómo pretender que esta misma mente entienda que se puede hablar de sexo y virginidad, cuando su concepción del sexo es absolutamente negativa? No es fácil, la concepción espiritual de la energía es cuestión de sensibilidad, porque es necesario entender procesos muy finos y profundos del propio interior.
Debemos comprender que para ingresar al estudio y a la práctica del alma no solamente necesitamos ser valientes, también constantes tercos y seguros, porque siempre habrá la ocasión en la que alguien nos diga que estamos equivocados.
Nuestra mente limitada juzga drásticamente ideas como que la virgen María haya estado casada, y que, por lo tanto, Jesús tuviese hermanos, que algunos santos se hayan casado y aún así hayan despertado conciencia, o cómo antiguos maestros hebreos o místicos druidas debían tener una pareja para avanzar en su camino místico.
Es entonces cuando recordamos la enseñanza del misticismo del matrimonio, el poder shakti enseñado en el tantrismo céltico e hindú desde hace miles de años. Toda esta enseñanza la vemos trazada en historias como la de Krishna y Radha, donde se habla del tantrismo y la perfección, y del misterio que enseña la danza del Rasa-Lila.
La misma enseñanza la podemos encontrar en la pareja crística de Babaji y Mataji, dos seres crísticos que viven actualmente en estado astral y que ocasionalmente aparecen en India y Nepal. Ellos pertenecen al corazón de la humanidad.
El matrimonio místico nos enseña que debemos prepararnos con nuestra pareja en la lealtad, el respeto, la amistad, la admiración y el amor.