La ternura en una pareja
Hay un poder que debemos rescatar, un valor precioso que se está perdiendo, un sentimiento que adorna solo a los más adelantados y evolucionados: la ternura.
La ternura es un sentimiento evolucionado, poderoso y bellísimo, que habla de la bodas y de la calidez hacia los demás. La ternura es un afecto delicado e intuitivo, una fuerza mágica de confianza y especialidad en la que determinamos con nuestra energía que la otra persona es muy especial.
La ternura desarma la violencia, o la agresividad, es una fuerza impresionante que desaparece las diferencias y la inequidad, borra la discriminación y la intolerancia. Con ternura nos preparamos para enfrentar lo adverso y para disfrutar lo mejor de la vida.
Por eso, tratarse con ternura es especialmente importante en una pareja. Cuando hay ternura en una relación, se manejan mejor las discusiones y los desacuerdos, donde realmente nunca hay críticas, ya que ambas partes ceden con ternura; finalmente, quién tiene la razón realmente no es importante.
Las palabras de ternura son importantísimas en una pareja, crean un vínculo muy poderoso, especialmente, aquellas palabras o nombres de cariño hacia el otro, como “gordo”, “princesa”, “linda”, “príncipe”, “preciosa”, “cielo”. Todas son muestras de cariño y ternura, que jamás se deberían minimizar o ridiculizar, sino que se deben proteger, pues se convierten en tesoros que en el momento de una crisis son como un mantra que disuelve todo.
Todos tenemos defectos y nos enojamos, y es precisamente en estos momentos cuando nuestra ternura es puesta a prueba. Es justo en estos instantes de dificultad que debemos medirnos en nuestras palabras. Una frase o un silencio despectivo pueden ser muy negativos, pueden herir y generar resentimientos en nuestra pareja.
Recordemos que el amor, el respeto y la ternura son elementos clave de una sana convivencia e ingredientes trascendentales para el éxito de una pareja.