La caridad, el desprendimiento y la generosidad
La caridad es un sentimiento grande y noble, propio de las almas evolucionadas, es la forma de materializar el amor del corazón, es pensar en el bien hacia los demás de manera desinteresada, con la misma simplicidad y sencillez con la que un niño comparte sus cosas.
Cualquier palabra que pueda decir se queda corta ante el fenómeno de generosidad que he podido observar. En días pasados les hablé de recolectar alguna ropa para distribuirla a personas necesitadas y la respuesta ha sido abrumadora, es increíble lo que se ha logrado. Al ver esto es posible entender que se ha materializado el don de la caridad y por esto quiero hoy dar las gracias a todos los que han contribuido para tan noble causa.
En esta situación recuerdo las palabras del adorable salvador del mundo “tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed me disteis de beber” y también aquellas en las que dijo: “Lo que das con tu mano izquierda, que a la diestra sea secreto” y es esa cualidad de servicio en el anonimato, la que brilla en este caso; muchísimas personas han contribuido con verdadera vocación de ayuda, posiblemente pensando también en las palabras de Jesús, “quien ayuda al necesitado me ayuda a mí”, y es así que debemos ver a todos, cada uno de los seres humanos tenemos origen en Dios, somos sus hijos, se equivocan quienes piensan que los únicos hijos de Dios son los de determinada religión, o que serán salvos los que hacen tal o cual oración o meditación, todos tenemos la oportunidad de la conciencia.
Precisamente esa deformación religiosa ha dividido la caridad en dos tendencias claramente determinadas; están los que dicen “permíteme ser feliz siendo generoso contigo”, esta es una modalidad de caridad un tanto egoísta, hay caridad pero tiene el toque complicado del ego y existen casos de aquellos que dicen “permíteme darte sin que tu lo sepas y sin que mi ego se sienta complacido al ser generoso contigo”, esa es la caridad de Jesús, cuando nos decía que una mano da y la otra no se entera. Esa es la generosidad de mis oyentes, mi eterno agradecimiento es por partida doble, por el desprendimiento y por el ánimo de servicio simple y sin ego. Dios los bendiga por esto. La caridad va más allá de los objetos, la caridad también está en un buen consejo, en una palabra de 'verdad' a quien está confundido aún a costa de la propia popularidad, la caridad está en la generosidad cuando damos ternura o confianza, cuando sabemos apreciar el esfuerzo ajeno, cuando olvidamos honestamente los agravios y los daños que nos propinan, cuando somos amables, cuando alentamos a quien está deprimido, hay generosidad en nuestro entusiasmo, en la alegría que aportamos a nuestro entorno, en el optimismo, aún en el caso en el que todo aparente ser gris, hay caridad en la enseñanza, en comunicar a los demás lo que sabemos, con responsabilidad pero con confianza en el otro. Mis oraciones y mi eterna gratitud para todos aquellos que acudieron con su amor en acción a este llamado. Dios los bendiga.