El pasado
La angustia, el remordimiento y el conflicto mental que produce recordar los errores cometidos en el pasado
Los recuerdos que más atormentan y afectan la tranquilidad de la gente son los que tienen que ver con problemas sexuales, como por ejemplo: Traiciones, infidelidad, promiscuidad, adulterio, fijaciones y aberraciones mentales, incestos, etc., también daños causados a los demás premeditadamente, ejemplo de esto son las calumnias, lesiones físicas, hechicerías, envidias malsanas, codicias, etc. Son errores propios de la naturaleza humana, son energías negativas presentes en las mentes de los hombres en las etapas críticas de oscuridad espiritual, es la fase más dura y sufrida del proceso de brillo y pulido al que tiene que someterse el alma, son los últimos suspiros del gran ego de esta civilización que está a punto de ser transformado, NADIE, NINGÚN SER HUMANO, puede condenar, con aire de superioridad el comportamiento moral de sus semejantes, ¿Quién puede asegurar que tiene su mente libre de pensamientos desequilibrados y que en el pasar de varios miles de años e incontables encarnaciones, no haya cometido jamás un error o pensado algo imperfecto?, todos pertenecemos a esta corriente evolutiva y cuando estemos frente a un ser que ha obrado injustamente, debemos verlo como si nos estuviésemos viendo en un espejo, en lo que hay variación es en el tamaño, pero en mayor o menor proporción, el trabajo que nos espera con el error mental, con el ego, con el yo imperfecto, es exactamente el mismo, por esto nuestro señor Jesucristo dijo: “El que esté libre de pecado que lance la primera piedra”, él conocía perfectamente la ley del karma, debido a que él mismo es la encarnación del amor y de la conciencia.
¿Qué repercusión Kármica tiene cada uno de estos errores?
La promiscuidad lo que hace en resumidas cuentas, es incluir a su practicante en una corriente kármica aterradora. ¿Por qué?, cuando una persona se une a otra sexualmente, activa inmediatamente el circuito energético que existe a nivel astral y vital en todos los seres humanos. Siempre que existan: Hormonas, fluidos sexuales, recuerdos y relaciones o asociaciones mentales y excitación, se anima o se crea en ese instante un sistema de tránsito energético polarizado, en el hombre y en la mujer están las dos polaridades tanto en él como en ella, pero cada uno se polariza con más intensidad hacia una polaridad específica, esto funciona de igual manera que las hormonas, sabemos que la mujer, por ejemplo tiene sus hormonas femeninas, pero produce también mínimas cantidades de testosterona, en el mundo interior también ocurre lo mismo, recordemos que TAL COMO ES ARRIBA, ES ABAJO, todo se repite de manera similar en todas las dimensiones. Cuando se activa este tránsito de energía, el cuerpo está preparado para el contacto con la otra polaridad, si existe unión sexual, se cierran circuitos y se unen sistemas energéticos, los humores y el cuerpo vital de cada una de las partes, se identifican profundamente y establecen lazos difícilmente solubles, estableciendo un verdadero pacto en el que se unifican las influencias kármicas de las dos personas, y si alguno de los dos o en el peor de los casos, los dos son promiscuos ya han establecido miles de conexiones con la influencia kármica de otras personas, el complejo kármico de esta humanidad es tan grande e involucra a tanta gente que ya es imposible determinar quién sí y quién no se encuentra en la corriente y en qué magnitud, por esta razón la civilización se encuentra en un estado caótico y difícil desde el punto de vista de la conciencia, esta es la causa primera de las guerras y las catástrofes y esto es lo que abraza con un velo de desconcierto y tristeza a tanta gente. La densidad y la pesadez de semejante situación, baja el nivel espiritual del planeta, atrayendo al mismo tiempo almas de otros planetas que se encuentran en esta sección del universo y que se caracterizan también por su bajo nivel de desarrollo espiritual.
Estos seres, que encarnan en la tierra, traen consigo vicios nuevos y más defectos y se constituyen en núcleos negativos que sirven de catalizador en la gran digestión del karma, pero como en toda digestión, hay productos, hay elementos benéficos que nutren y dan fuerza, es el resultado final de la conciencia que despiertan unos pocos y que también se difunde y extiende con mucha intensidad.
Recordar con amargura y angustia los errores pasados es algo inútil, que no conduce a nada, debemos erradicar de nuestra mente la lamentación, la tristeza, la melancolía, son cosas que nos envuelven más y más en el karma, hay que dejar de ser PROBLEMOLOGOS, para convertirse en SOLUCIONOLOGOS, si cometimos errores en el pasado, seguramente fue para equilibrar un acto anterior. La mente debe ser como una biblioteca de donde se toma información solo a nivel de consulta, para no cometer los mismos errores, la memoria es un elemento que debe ayudar al despertar de la conciencia, no es un mecanismo de tortura o una entidad independiente que permanentemente nos condena.
Nadie comete los errores por nosotros y así mismo nadie paga nuestras deudas karmicas y nadie despierta conciencia por nosotros, eso que oímos permanentemente en tiempos actuales sobre la “salvación” o la “conciencia” ganada con baños o aprendiendo a recitar oraciones mecánicamente, o asistiendo a rituales “supersecretos” o gritando a todo volumen cantos que solo salen de dientes para afuera o pronunciando discursos religiosos hasta el ahogo, esa conciencia que entregan casi por correspondencia es un engaño, una MENTIRA de proporciones gigantescas, son falsos guías que prometen la conciencia y la salvación con el solo hecho de estar afiliados a una secta. No niego que la devoción, el respeto a los nombres sagrados de TODAS las religiones, los rituales, los baños, los aromas, etc., ayudan a predisponer el cuerpo y el alma a la espiritualidad, son ELEMENTOS que se pueden utilizar en el camino, pero la fuerza, el trabajo y la decisión de cambiar debemos aportarla cada uno de nosotros. Todos sabemos en el fondo del corazón qué es mentira y qué es verdad, es nuestra propia mente la que nos engaña, aplazando la iniciación del camino correcto, pongamos a funcionar el sentido común, que hoy por hoy, es el menos común de todos los sentidos, la salvación y la conciencia nos la procuramos nosotros mismos con nuestro trabajo espiritual, la conciencia se despierta con la meditación, la iluminación energética de nuestro ser interior, el análisis y la transformación del aspecto negativo de nuestra mente y la ayuda que prestemos en el aspecto espiritual a nuestros semejantes, podemos seguir en las religiones de nuestra tradición pero no por miedo o por promesas falsas de salvación con trabajo ajeno, la responsabilidad de nosotros mismos y de nuestra gente querida está a cargo de nuestra MANERA INTELIGENTE de obrar, abandonemos la angustia y el remordimiento infructuoso y cambiemos nuestra forma de pensar, la conciencia es lo único que puede negociar el karma, cualquier cosa que aumente nuestra posibilidad de evolución disminuye la probabilidad de sufrimiento.