Celebración del Día del Padre
La idea de celebrar el Día del Padre nació en Washington, Estados Unidos, hace más de cien años, con el fin de homenajear la labor de aquellos hombres cabeza de familia que criaban solos a sus hijos.
La idea de celebrar el Día del Padre nació en Washington, Estados Unidos, hace más de cien años, con el fin de homenajear la labor de aquellos hombres cabeza de familia que criaban solos a sus hijos.
Con el tiempo, este concepto se ha expandido y, hoy, no solo se elogia esta labor, sino también su posición de esposo; es una celebración al hombre del hogar.
Ahora bien, ¿qué es un hombre del hogar? En nuestras costumbres de América Latina, la labor de padre o esposo se ha encajado en unas tareas muy específicas, pero estas no abarcan completamente el concepto de hombre del hogar, que no es aquel que impone mando o que ejerce violencia, es la autoridad y la enseñanza de los valores, y la representación misma de la disciplina desde el ejemplo.
Un hombre del hogar es bondadoso y trabajador, que muestra en sus obras cariño y respeto por los demás. No es aquel que ostenta dominio ni mucho menos un simple “proveedor” de bienes y servicios. Es una figura trascendental, un protector de su gente, que no descansa en su preocupación por el bienestar de los suyos.
Un hombre de hogar tampoco es aquel de fortaleza física o de destrezas, no es un propietario ni es competitivo; es correcto, cariñoso, amable, disciplinado, estricto, con autoridad moral y con comprensión de las prioridades. Es un hombre que afronta las dificultades con responsabilidad y presencia, y que se dedica a enseñar a los suyos las 24 horas del día, todo a través de un buen ejemplo.
Un verdadero hombre de hogar es quien ama, respeta, valora y cuida a su esposa como un tesoro, y si los demás ven esto, incluidos los hijos, ese hombre tendrá todo el valor del mundo.