¿Qué hacer frente a las energías negativas?

Como ya lo hemos comentado, las energías negativas son reales e innegables, son una verdad que nos acompaña, las percibamos o no. Sin importar que seamos creyentes o ateos, ilustrados o ignorantes, todos somos susceptibles a los daños de estas fuerzas poderosas; fuerzas tan destructivas, que ni quienes las generan entienden por completo sus efectos, y muchos lo hacen con absoluta inconsciencia.

A pesar de la veracidad de lo anterior, tampoco podemos sustentar toda tragedia o infortunio en nuestra vida a la mala energía de alguien o al argumento de “es que me pusieron algo”. Esto es irse al extremo, intentando explicar aquello que desconocemos con otro elemento que tampoco entendemos. Aunque la posibilidad sea real, también es cierto que, en la mayoría de los casos, no se presentan energías negativas.

Existe mucha gente que realmente se angustia frente al tema y es tal su temor y su expectativa pesimista, que rápidamente se autoconvencen de que toda desgracia sucede por la influencia de malas energías. Para empeorar la situación, muchas de estas personas se acercan a todo tipo de seudomagos o “videntes”, cuyo negocio es convencer a incrédulos de que tienen una energía negativa dentro y que ellos pueden “sacarla”. Entonces, las personas entran en una verdadera depresión, pues, no solo están convencidas de sus propias palabras de miedo, sino también por el refuerzo del falso vidente, que lo único que logra es que se asusten más y dejen de luchar en su vida.

Gran parte acaba en grupos religiosos o sectas de oración, y no por convicción espiritual, sino con el fin de anestesiarse de la realidad o de encontrar un refugio momentáneo al miedo que los agobia día a día.

En el caso de las energías negativas, como en muchos otros, el conocimiento es oculto o hermético, por lo que hay que ser especialmente subjetivos al momento de buscar consejo. Es necesario reconocer que en todo campo hay imprecisiones, ambigüedades o malas interpretaciones, por esto, es trascendental establecer si la persona que nos está recomendando algo ha dedicado su vida a investigar los misterios del espíritu, o si es apenas un principiante que se dedica a esto sin conocimiento verdadero o experiencia práctica.

Debemos oír con detenimiento lo que nos está diciendo y preguntarnos si lo que narra se oye coherente, si está o no manipulando nuestros miedos, si está usando frases clichés que ya hemos oído o si quiere convencernos o impresionarnos. Hay un sinfín de artimañas que los embaucadores usan para timar a las personas, entre los que están los sapos, las lagartijas, los huevos y hasta las visitas a cementerios.

Lo grave en materia de energías negativas es que desconocemos el verdadero potencial de ayuda que se encuentra en cada uno de nosotros, en nuestro poder mental. Desconocemos aquellas frases o sonidos claves que nos ayudan a defendernos de estas energías y que todos tenemos la capacidad de proclamar frases de poder para desdoblar estas fuerzas.

Si se entendiera el verdadero poder de un simple baño acompañado de meditación, o del poder de los cierres, de la meditación en lo símbolos sagrados, o la capacidad para realizar y cristalizar una idea en el mundo material, nos daríamos cuenta de que cada uno de nosotros puede mejorar y corregir su vida sin pensar en consultar a un tercero.

Propiedad intelectual de Hilda Strauss. Todos los derechos reservados ©