Aburrimiento: una advertencia
El aburrimiento es un tema tan popular en los últimos tiempos, que vamos a abarcarlo un poco más profundamente.
Aburrimiento
El aburrimiento es un tema tan popular en los últimos tiempos, que vamos a abarcarlo un poco más profundamente.
Algunas de las preguntas más frecuentes frente a este hecho son:
- ¿Por qué siento que mi vida pasa inútilmente?
- ¿Por qué tengo este vacío tan grande en el corazón?
- ¿Por qué todo me desilusiona y no me satisface?
- ¿Por qué, a pesar de cumplir con mis deberes de padre o madre, de trabajo o de estudio, de hijo, esposo o esposa, siento que algo me hace falta?
- ¿Por qué, a pesar de estar tan ocupado u ocupada todo el día, en el fondo lo que siento es evidente aburrimiento?
- ¿Por qué todo esto me causa desesperación y angustia?
- ¿Por qué esta rutina me persigue y me aniquila?
- ¿Por qué el descontento?, ¿por qué el miedo? y ¿por qué mi alma me grita que, aparte de tener hijos, pareja, ocupación, dinero, amigos, familia y desarrollo intelectual, debo cultivar algo que dure o permanezca más que todo aquello que es tan pasajero e ilusorio?
Antes de revisar cada una de ellas en detenimiento, observemos nuestra situación actual. Alrededor del mundo existe la guerra y la violencia, en mayor o menor medida, pero es una tendencia clara de la humanidad. Como seres humanos, tendemos a llevar el menor desacuerdo hasta las más crueles consecuencias, y todo se debe al fanatismo, al desamor y a la inconsciencia.
Los grandes científicos escogen el camino más lento para llegar a Dios, poniéndose ellos mismos límites a otras posibilidades. Los hombres y mujeres que dirigen las naciones, los gremios y las grandes empresas, adoptan poses engreídas, con el dinero como única meta, cosa que los lleva a convertirse en seres fríos, con ideas preconcebidas.
La humanidad se ha olvidado del concepto de disciplina, las personas no quieren pensar en algo que signifique sacrificio, trabajo duro y tenacidad. Todos quieren alcanzar estados espirituales avanzados y perfeccionar su mente por el camino sencillo, amparándose en el trabajo de alguien más o creyendo ciegamente en las palabras de salvación prometidas por ciertos grupos o sectas.
Ahora bien, todas las religiones del mundo existen por voluntad de Dios, todas predican la verdad, pues su única finalidad es alcanzar a Dios; pero todas tienen defectos y comenten errores, precisamente, porque están confirmadas por seres humanos que se encuentran en una lucha propia de transformación interna. Es necesario e importante para cada uno de nosotros tener una vida espiritual, despertar interés por aquello más allá de la materia.
En este mundo, que es como un gran colegio, cada uno de nosotros está preparándose para alcanzar la perfección, y para ello tenemos que acostumbrarnos y aprender a amar. Cuando una persona siente que su vida no tiene una meta definida, cuando siente angustia y un vacío constante en su corazón, cuando el aburrimiento es permanente, pues todo carece de total importancia, es porque su ser interno está preparándole el camino para la profundización del despertar.
Esta preparación sucede porque nuestro espíritu, puro y crístico, quiere que seamos más espíritu y menos materia, y se vale de recursos como el aburrimiento, precisamente, para que centremos nuestra atención en aspectos más elevados.
Cuando esto ocurre, debemos hacer urgentemente un balance de nuestras responsabilidades y de nuestra vida espiritual. Es entonces que debemos hacer nuestras primeras meditaciones, y las debemos dedicar a esa reflexión, con profundidad y cuidado, en el ruido de la ciudad o en la paz del campo.
La época de retirarse a meditar en una caverna ya pasó de moda, pero es un trabajo urgente que hay que realizar aquí y ahora. El tiempo por el que pasamos es crítico, eso es cierto, pero no es el fin; todo va a mejorar, la humanidad avanzará mucho espiritualmente.