Ritual con mirto y resina de estoraque

Cuando hablamos de dinero, en el mundo material no es solo necesario conseguirlo, sino que es transcendental tener la sabiduría para saber reinvertirlo o dispensarlo de manera inteligente, para así tener un ingreso constante y efectivo que nos dure en los años por venir.

La generosidad y la caridad son grandes virtudes, bellas en todo sentido, pero requieren un gran sentido de responsabilidad y sabiduría de nuestra parte, pues pueden volverse complicidad en la vagancia e inercia.

Ya hemos comentado que los elementales pueden ser muy efectivos para generar energías positivas a nuestro alrededor, limpiar nuestra aura y la de nuestro hogar, y generar un poder magnético de situaciones benéficas y oportunidades maravillosas.

El mirto siempre ha sido una planta de operaciones energéticas: desde la Antigüedad forma parte de los manojos de las siete hierbas y, específicamente, las utilizadas para la suerte y la buena vibración de un hogar o empresa.  

Existen cuatro grupos de siete hierbas: el suave, para el afecto; el medio, para el dinero; el fuerte, para la limpieza; y el dulce, para cambiar un ambiente, haciéndolo vibratorio y favorable.

Consiga las siguientes plantas frescas:  menta, sasafrás, violetas, consuelda, naranjo agrio, corteza de quina, y mirto.

Siga los siguientes pasos:

Separe una pequeña cantidad de mirto y séquelo al sol. Introdúzcalo en una bolsa de tela delgada y aplique sobre él aroma de naranja.
Con las plantas restantes, haga una infusión y fíltrela cuidadosamente. Divídala en 2 partes y, durante 2 días seguidos, haga un enjuague con el agua de hierbas. No olvide cerrarlas antes de utilizarlas.  
En esos 2 días de los baños, escoja cualquier hora del día para hacer un sahumerio de estoraque, que debe dirigirse desde la puerta principal hacia el interior del recinto, dejando el brasero al otro lado de la casa o en la parte opuesta del recinto, hasta que el humo se extinga.
Guarde la bolsa de mirto en el archivo, cajón, clóset o mueble donde tenga valores, escrituras, recibos, joyas, etc.

Esta práctica es efectiva para el cuidado y la tenencia de bienes y dineros, pero la concentración, la meditación y la conciencia aumentan su eficacia.

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