Día Internacional de la Mujer

En este día se dicen discursos feministas, se habla de opresión y desigualdad, y, aunque las cosas han cambiado, muchas para mejor, sigue siendo evidente cómo una mitad sigue teniendo mayor poder sobre esta mitad. Seguimos viendo cómo a las mujeres se les maltrata y menosprecia.

Afortunadamente para todos, la mujer ha venido recuperando poco a poco el terreno que le corresponde a su mitad. Aún no existe el equilibrio, pero para allá nos dirigimos.

Una de las preguntas que más resuena en estos momentos es por qué no hay igual número de pintores, inventores, genios, músicos y guías en la población masculina y femenina. Esto se debe a que en esta humanidad ha predominado el poder masculino, por karma.

Tan triste y absurdo es esto, que, si llegásemos a abrir una enciclopedia, donde apareciera el gran título de «La mujer en el arte», no encontraríamos grandes artistas, esculturas o ilustradoras; probablemente encontraríamos figuras femeninas dibujadas por grandes artistas, como Velázquez, Rubens, Picasso, etc.

Nuestra historia ha estado marcada por un desbalance de poder, en el que la mujer ha trabajado desde las sombras, sin reconocimiento, criando y formando a los grandes genios de todas las áreas del saber; de todos ellos, la mujer ha sido su principal maestra.

Pero, en la constante búsqueda por el equilibrio, existen tropiezos y muchas dificultades. Es muy complejo dejar costumbres y apegos, además, el chantaje emocional es un ancla muy fuerte. Es en estos casos que encontramos mujeres que no quieren ser libres, pero ¿por qué se resisten a serlo? Esa inquietud puede ser fácilmente contestada con una frase cruda que pronunció el patriota argentino Mariano Moreno hace 200 años: «Cualquier déspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad». El déspota aquí se refiere a la dependencia, a la búsqueda de la felicidad en las cosas y seres externos, y no en el trabajo interior.

El poder masculino se ha sentido principalmente en los aspectos religiosos, pues no hay nada que pueda intimidar más a alguien que un mandato o dogma religioso. Alcanzar la libertad es un trabajo difícil, quien es libre es feliz, y la felicidad se requiere para que ocurra curación, sanación, pero la gente en general no quiere una solución tan definitiva, apenas admite que sea aliviada.

La mujer ha estado acostumbrada a estar en segundo lugar, pero esto es algo que cambiará de manera contundente en la Era de Acuario. Con la conciencia de la mujer en su responsabilidad e importancia de la maternidad, tanto en su misión sagrada de concebir y dar a luz al género humano, como en su apostolado de hacer sólido y real el hogar, la mujer es quien unifica el núcleo de la familia, es la que forma el grupo familiar como entidad fundamental de la sociedad, por sus características de protección y preservación.

Es justamente la importancia de la mitad, tan esencial y tan imprescindible como la otra mitad.