Un misterio indescifrable llamado Angkor Wat
Una de las grandes maravillas construidas de nuestra historia es Angkor Wat, quizá la más grande, pero también la más misteriosa, de la que menos se habla y, posiblemente, de la que menos se sabe.
Mucho se habla de otras construcciones, como las pirámides de Egipto, Chichén Itzá en México o de Machu Picchu en Perú, pero muy poco se sabe de la maravilla que es Angkor Wat.
Angkor Wat es una ciudad-templo, fundida en la selva de Camboya, un país pequeño situado al sur de China, entre Tailandia y Vietnam.
Esta maravillosa ciudad-templo mide doscientos kilómetros cuadrados y en la antigüedad era asistida por más de treinta mil habitantes, además de los miles de personas que la visitaban a diario.
Hoy se conoce que Angkor Wat es mucho más antigua de lo que se dice y, de hecho, mucho más extensa; se piensa que puede llegar a tener más de tres mil kilómetros cuadraros.
Tiene varios núcleos, o centros arquitectónicos, aunque los más relevantes son doce y de esos núcleos hay uno que se destaca: un punto que tiene cinco torres en cono piramidal. En ningún otro templo hay tantos adornos y tantas tallas en piedra, tanta elaboración o simbología, como en Angkor Wat.
Allí se pueden encontrar tallas de naves espaciales, vimanas, historias de siembra y otros misterios del cosmos. Hay cartas astronómicas y toda clase de inscripciones de interés. Si se observa con detalle, pueden encontrarse historias cósmicas, guerras del espacio, estructuras planetarias, diseños genéticos, ángeles de distintas procedencias y colores de piel. Angkor Wat es una carta de las estrellas, que menciona la Vía Láctea y las pequeñas galaxias que giran a su alrededor.
Angkor Wat es simplemente una maravilla de nuestra humanidad, perfectamente diseñada de acuerdo y con relación a la inclinación del eje de la Tierra y con el ciclo de equinoccios y solsticios. En un templo realmente enorme, la exactitud es la de un reloj suizo, además, diseñado con relación a la observación de las estrellas desde la Tierra y su desplazamiento en la observación nuestra que cambia cada 72 años. Y así está su estructura, calculada en sus 72 principales edificios. Pero no solo eso: sus portales están dirigidos y orientados con las más importantes construcciones de Egipto, como si quisieran hacer los engranajes de ruedas dentadas inteligentes y completar un rompecabezas global.
Angkor Wat es un mapa cósmico, una carta de la Vía Láctea y un libro de conocimientos simbólicos. Un misterio que nadie ha podido datar, donde cada elemento, cada talla y cada figura habla de extraterrestres y de otras tecnologías que nosotros no imaginamos.