El gran poder de los talismanes
Cuando se habla de talismanes, comúnmente las personas usan la palabra con el mismo significado de amuletos, contras o cierres.
Si sabemos un poco del tema, podremos observar que son elementos muy distintos con objetivos diferentes. Mientras que los amuletos, contras o cierres son utilizados con el fin de proteger, el talismán, por el contrario, tiene como objetivo irradiar un tipo especial de energía, para rodear a quien lo porta de fuerzas propicias y positivas.
La palabra talismán procede muy seguramente del griego telesma, que significa «procedimiento de alta magia» o «procedimientos de magia energética».
Un talismán, por lo mismo, es un sustrato, un contenedor de figuras, imágenes o signos que, agrupados, generan poder, fuerza de atracción positiva. Se comporta como una antena que recibe vibraciones favorables y equilibradas, con el fin de mejorar el tono o la tónica de nuestra aura y energía vital.
De esta manera, el talismán distorsiona la fuerza negativa que nos pueda estar rodeando y ordena nuestra energía para que sea receptora de vibraciones positivas.
Existen dos grandes tipos de talismanes: los naturales o simples y los agrupados, de poder o compuestos.
Los talismanes naturales o simples son aquellos que nos regala la madre tierra, que se pueden encontrar en la naturaleza y que por sí solos son positivos; no necesitan ser transformados o inscritos.
Algunos de estos elementos son:
- las pepas de enebro
- las ramas de altamisa
- sembrados de diosme, de sorcilicio o de pino
- plantas de sábila
- ágatas, turquesas o ámbares
No olvidemos que estos talismanes naturales tienen un poder generalizado y limitado.
Los talismanes agrupados, de poder o compuestos son indudablemente los más efectivos, están elaborados generalmente sobre metal y contienen letras y frases inscritas en idiomas o alfabetos matrices antiguos.
Estos alfabetos fueron ordenados por maestros antiguos clarividentes, con ayuda de seres de luz, y aquellos que verdaderamente pueden ser utilizados para talismanes efectivos pueden ser el fenicio antiguo, el surarábigo, las lenguas hindis antiguas, el paleohebraico (paleo-hebreo) y el hebreo clásico, el alfabeto siriaco, el armenio antiguo, el rúnico, el navajo, los jeroglíficos egipcios, las radicales antiquísimas de los chinos, las letras wam de los africanos, el árabe antiguo de origen egipcio, los alfabetos aztecas, mayas, mapuches, incas y muinanes, todas lenguas con el mismo divino origen.
Los talismanes compuestos, ordenados y formados con frases de poder, son en verdad tablillas con inscripciones de mantras poderosos. Portarlos, es poseer la herramienta perfecta para aumentar nuestra atracción, elevar nuestra sensibilidad positiva y nuestro potencial creativo.
Todo lo anterior mejora nuestra calidad de vida, aumenta la posibilidad de la llegada de oportunidades y logra que nuestras ideas y el desarrollo de los procedimientos que desempeñemos fluyan con facilidad, se muevan y sean ágiles, gracias a que nuestra energía áurica se encuentra desbloqueada, móvil y purificada.