La belleza es integral

La belleza es un conjunto de condiciones y características que se manifiestan en diversos aspectos humanos, belleza no es solamente el logro de un buen estado físico durante cortos segmentos de tiempo, es la conciencia balanceada de la imagen proyectada y la buena calidad de vida en el ánimo psico-físico y estético. 

Un análisis menos objetivo de la belleza nos conduce a ser regidos por parámetros permanentemente actualizados en donde ser bellos se convierte en término relativo, está sujeto al cambio mental unánime de la civilización en el tiempo,  ¿estar en medidas?,  ¿muy delgados?,  ¿desorden?,  ¿pulcritud?,  ¿palabras sencillas?, ¿términos complicados?, ¿muchos colores?, ¿minimalismos?, es difícil saber:  ¿Cuál es la tendencia, en qué lugar del mundo se manifiesta? y lo que es peor:  ¿Durante cuánto tiempo?.  Por tal razón es importante tener cuidado y conciencia en la disciplina de la vida, con el propósito de armonizar el cuerpo y la mente, es urgente reconocer que la moda es efímera y caprichosa, producto comercial del tiempo y la fluctuación psíquica de los seres humanos, sin embargo, dentro de la actividad superficial de la forma cambiante del modernismo es rescatable el objetivo natural, la descomplicación, la vida saludable y el creciente despertar ecológico.  Toda esta reflexión nos indica que en el tema de la belleza existe permanencia en algunos conceptos, aspectos clásicos que prevalecen sobre el constante cambio. 

Es obvio que lo único permanente de la belleza en el tiempo es lo fundamental, la causa profunda de ser bellos, características propias de la disciplina natural humana, las condiciones mentales, internas y externas para lograr el equilibrio y la armonía desde el punto de vista estético. 

• Condiciones mentales:  Van más allá de la percepción sensorial, se refieren a la sensibilidad, ubicua presencia divina en la naturaleza, percibir y ser sensible a los colores, sonidos, formas, texturas y aromas crea en el ser humano hábitos y actitudes de orden estético y conciencia del cuidado sagrado de la propia materia, esta condición por sí misma es guía de la vida, nos aleja de excesos y vicios.  La falta de sueño, cigarrillo, alcohol, consumo indiscriminado de alimentos y medicamentos, la angustia y la pereza pueden deteriorar fácilmente ese balance energético. 

• Condiciones Internas:  El cuerpo es el carro donde se mueve el espíritu, merece y necesita cuidado y equilibrio principalmente a nivel interno, del buen estado de órganos y sistemas, depende la exteriorización de la belleza, por tal razón es ideal la alimentación natural suplementada y complementada con materias integrales ricas en sustancias encargadas de reanimar y regenerar las funciones orgánicas, acción que solo es completa con la práctica del ejercicio físico. 

• Condiciones Externas:   La piel es el abrigo de la máquina humana, su aspecto es consecuencia de todo lo anterior, no obstante, cada una de sus células también desarrolla funciones independientes, por tal realidad no pocos afirman que la piel es el “órgano” más extenso del cuerpo.  La superficie corporal respira, exuda, reacciona, acumula y es susceptible a excesos y defectos, por tal razón es indispensable hacer en todo el cuerpo limpiezas profundas, rutinarias y extraordinarias, proporcionarle humedad y protección a la radiación, alimentarla diariamente complementando con nutriciones especializadas y regenerantes, sin olvidar el efecto de los aromas en la piel. 

El trabajo del equilibrio estético es sencillo, pero exige de nosotros constancia y disciplina en el cumplimiento de los anteriores requisitos “leyes” del cuidado que nos permite obtener una conclusión: “La belleza es integral”.