En busca de los expedientes secretos

“Dentro de los gobiernos de estas naciones hay agencias que controlan esa información y que se resisten a divulgarla porque amenaza los intereses de las grandes petroleras, de quienes detectan el poder”, dijo Alfred Webre, miembro del grupo Disclosure Project, que reclama audiencias del Congreso estadounidense para que se divulgue la información sobre estos encuentros.

Los expertos y testigos presentados por Disclosure Project (proyecto divulgación) en Washington sostiene que los  alienígenas hicieron más clara su presencia después de la Segunda Guerra Mundial y debido al desarrollo humano de armas nucleares.

Webre, quien hizo parte de una comisión de la Casa Blanca que estudió el tema durante la administración de Jimmy Carter, aseguró que “a los extraterrestres les preocupan estos armamentos  por su impacto ecológico”  y se refirió a ex miembros de los servicios de inteligencia que relatan cómo los ovnis han sugerido los aviones que  transportan componentes nucleares.

Steven Greer, director del grupo afirmó que “por lo menos desde los años 40, y quizá desde los 30 han habido vehículos espaciales de origen extraterrestre que fueron derribados, ocupados y estudiados”.

Disclosure Project sostiene que las tecnologías que operaban estas naves han sido desentrañadas mediante el proceso de “ingeniería revertida”, y que las agencias involucradas en esta conspiración conocen desde hace décadas una nueva física y usos de la energía que cambiarían toda la estructura económica del planeta.

“Los anglosajones son los máximos exponentes del armamentismo ¡dijo Greer! y de todo el sistema socioeconómico que depende del uso de la energía de hidrocarburos (lo que antes se conocía como Las Siete Grandes Petroleras).  Por eso mantienen todo esto oculto”.

“Guerra de las galaxias”

Además de la divulgación gubernamental de encuentros con extraterrestres, el director y otros miembros del Disclosure Project reclaman la suspensión inmediata de todo esfuerzo  de  militarización del espacio, pues consideran que el sistema de defensa contra misiles apoyado por el gobierno del presidente George W. Bush es una cortina para el despliegue secreto de un armamento capaz de rastrear y destruir los vehículos extraterrestres que se aproximen a la Tierra.