Momificación

La práctica de la momificación tiene un significado muy profundo, que va más allá de lo que sabemos hasta ahora.

En épocas ancestrales, cuando los líderes que veían del espacio se marcharon, los humanos adaptados querían prolongar su vida tanto como la de los seres de luz. Inicialmente, los seres resultantes de la mezcla de los terrestres adaptados con los que venían del espacio tenían una vida muy larga, pero esto se fue degenerando con el pasar de los tiempos. Entonces, buscando alargar la vida, surgió la técnica de la momificación.

Por otro lado –y es una de las razones que desconocemos–, las civilizaciones de esas épocas tenían el conocimiento de que la memoria ancestral se preserva en el ADN celular y tenían información de la existencia de estructuras aún más pequeñas (conocimiento que aún no se ha descubierto). Estas estructuras tienen relación con los puentes de hidrógeno del ADN, en los que no solo se encuentra la historia de la construcción del cuerpo humano, sino también la unión con los demás cuerpos sutiles. En este sentido, la preservación del cuerpo significaba guardar un banco de memoria de la gran mezcla con los seres llegados de las estrellas.

Las deformaciones de los cráneos en las momias es otra manera de los humanos de intentar imitar las cabezas más grandes de los seres superiores.

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