Julio Verne, Edgar Allan Poe, Olof Rudbeck y Platón
Estos grandes seres, que vivieron en diferentes partes del mundo y momentos de la historia, fueron absolutamente maravillosos. Hablar de ellos es entrar en un mundo fascinante e interesante. Y es que, indudablemente, tenían un tipo de sensibilidad particularmente evolucionada, con la que podían captar ciertos acontecimientos que se avecinaban.
Julio Verne, Edgar Allan Poe, Olof Rudbeck y Platón
La verdad sobre el centro de la Tierra
Estos grandes seres, que vivieron en diferentes partes del mundo y momentos de la historia, fueron absolutamente maravillosos. Hablar de ellos es entrar en un mundo fascinante e interesante. Y es que, indudablemente, tenían un tipo de sensibilidad particularmente evolucionada, con la que podían captar ciertos acontecimientos que se avecinaban.
Julio Verne
Las obras de este escritor francés, nacido en 1828, hablan de algunos sucesos que, salvo algunos tecnicismos y detalles, se cumplieron al pie de la letra. Es impresionante, por ejemplo, su ‘Viaje a la Luna’, escrita cien años antes de que el hombre efectivamente alunizara por primera vez. Otra de sus narraciones maravillosas es ‘Viaje al centro de la Tierra’, en la que habla de un alemán sumamente inteligente que encuentra una inscripción antigua del sabio alquimista Arne Saknussemm. En ella se especifica cómo hacer este viaje y, con esto en mente, el alemán emprende la travesía con su sobrino y con ayuda de un guía islandés.
Este libro espectacular tiene gran contenido esotérico, evidenciando la posibilidad de investigar ciertos lugares en este plano; algo que requiere preparación y desarrollo espiritual.
Edgar Allan Poe
Este escritor norteamericano nació en 1809, vivió de en la bohemia y escribió de manera excepcional, con una clara visión espiritual. Su libro ‘Narraciones extraordinarias’ presenta un conjunto de historias de misterio, algunas con anticipaciones o predicciones científicas y otras de terror. Su capacidad de deducción fue realmente extraordinaria. En una de sus narraciones nos habla del misterioso viaje hacia la civilización del centro y lo hace introduciendo en su obra elementos espirituales, de ocultismo, fantasía y una muy buena dosis de verdad.
Olof Rudbeck
Fue un sabio sueco nacido en 1630 que se destacó por sus conocimientos médicos. Fue profesor y rector de la universidad de Upsala y a él se le atañe el descubrimiento de las funciones de los ganglios linfáticos. Es importante recalcar que tenía un amplio conocimiento de escritos antiguos hindúes y celtas, donde se habla de la correspondencia de ciertos órganos con los centros de fuerza o chakras del yoga.
Fue un reconocido historiador, botánico, arquitecto y lingüista, y retomó historias sobre Asgard o Irminsul, la gloriosa patria del árbol de Yggdrasil, que es algo así como el nadi central de la Tierra. Rudbeck también habló sobre la correspondencia de la península escandinava con las descripciones de Platón acerca de la Atlántida, argumentando que esta es también la misma tierra del paraíso terrenal que se nombra en el Génesis.
Sus teorías formaron toda una corriente de pensamiento, llamada hiperbórea. El nombre significa “Más allá de Bóreas”, eso quiere decir, más allá de lo septentrional. El término viene del celta antiguo Yfverboren.
Platón
Nacido en el año 427 a.C., fue un reconocido filósofo griego, seguidor de Sócrates, y el primero en hablar de la Atlántida como una pequeña isla misteriosa. En su diálogo ‘Critias’ se refiere a este continente como una isla perdida después de un cataclismo que se encontraba inicialmente frente a las columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar). A pesar de tener elementos verdaderos, la interpretación de Platón se queda pequeña frente a lo grandiosa y extensa que fue la Atlántida.
Fue en el continente de la Atlántida, en el Polo y en el hueco del centro que se radicaron los primeros habitantes del mundo, nuestros antepasados venidos de las estrellas: entre los polos de nuestro planeta existe una comunicación directa, siempre en dimensiones superiores, un universo paralelo con tierra, mares y elevaciones, y con una pequeña masa incandescente, denominada por los antiguos como el Sol oculto. Este es un lugar secreto y sagrado, eternamente iluminado, donde viven seres angélicos de luz. Esta tierra hueca se asemeja a un útero o matriz luminosa, y es la misma Hiperbórea, Afarti o Shamballa, patria de los Ases, de los grandes guías e iluminados que toman cuerpo físico cada vez que en la superficie hay problemas.
Muchos de los fenómenos inexplicables para nosotros, muchas de las innumerables desapariciones en el Atlántico, del fenómeno ovni y, sobre todo, las grandes construcciones en México, Egipto, Stonehenge, Pascua, Perú, etc., tienen origen en esta tierra hiperbórea.
Atlántida y Atlántico vienen de la palabra ‘At-Land’: ‘At’, que significa “agua”, “habitante de agua”, y “fase de terminación acuática”; y ‘Land’, que significa “Tierra”. Es decir: “Tierra en fase de terminación acuática”. Recordemos que muchos escritos de la Antigüedad, de variadas civilizaciones, hablan de una gran guerra antigua y de la terminación de una civilización, seguida por una era quieta y luego otra de oscuridad y tinieblas.
Para los vikingos, esta guerra fue el Rak-na-rok, o Gran Guerra del Cielo. La era de la más negra oscuridad se refiere a la edad de Piscis, cuando los dioses están en muerte parcial profunda; solo el más grande se manifiesta y da alivio a los ciegos. Y, finalmente, llega la edad de la luz, la era de Acuario, cuando los seres de luz despiertan desde el Polo y se concentran desde el Caribe hasta la Antártida. Desde allí encarnan en todo el mundo.
Se aproxima el fin de una edad de oscuridad e ignorancia.