Aceite de hígado de bacalao
Los beneficios del aceite del hígado de bacalao se conocen desde hace siglos, pero los estudios científicos que los han corroborado son relativamente nuevos, de hace apenas unas décadas. Todo comenzó con la observación de la dieta de los esquimales, que, aun siendo rica en grasas de pescado, no sufrían de enfermedades cardiacas.
Los beneficios del aceite del hígado de bacalao se conocen desde hace siglos, pero los estudios científicos que los han corroborado son relativamente nuevos, de hace apenas unas décadas. Todo comenzó con la observación de la dieta de los esquimales, que, aun siendo rica en grasas de pescado, no sufrían de enfermedades cardiacas.
A todos nos han metido en la cabeza que las grasas animales son malas para la salud, pero cabe aclarar que depende del tipo de grasa. Es muy distinta la del cerdo a la del pescado; las del primero son grasas saturadas.
Al ser ingeridas, las grasas animales saturadas son difíciles de romper o degradar, por lo tanto, tienden a depositarse y a aglomerarse. Ahora bien, las grasas no saturadas, como las de los vegetales, se dejan procesar de manera simple por el organismo, convirtiéndose en sustancias benéficas: los ácidos grasos.
El pescado tiene un gran porcentaje de grasas no saturadas, particularmente, los ácidos grasos Omega 3, por lo tanto, su consumo es benéfico para la salud. Los pescados de agua fría (de los mares del norte), que se alimentan de mariscos y peces, son especialmente benéficos, ya que contienen altos niveles de Omega 3, entre ellos, encontramos el bacalao.
El mayor beneficio estudiado del aceite de hígado de bacalao es su virtud para reducir las probabilidades de morir de un padecimiento cardiaco, ya que estabiliza la coagulación de la sangre y los vasos sanguíneos y neutraliza el alto conteo de triglicéridos. Es tan increíble esta bondad, que se ha ensayado su consumo en posoperatorios de obstrucciones coronarias y los resultados han sido espectaculares.
- Baja la tensión arterial.
- Controla problemas respiratorios, como la bronquitis, el asma y la tos crónica.
- Ayuda al balance general del cuerpo, pues contiene vitaminas A, C, D y E, complejo B, fósforo y calcio.
- Retarda la aparición de artritis reumatoide por herencia, ya que aumenta la fuerza de las articulaciones y reduce el dolor.
Otros estudios en Estados Unidos y en Inglaterra han descubierto que el consumo de aceite de hígado de bacalao es benéfico para tratar patologías graves de la piel, como la psoriasis o eczemas cutáneos, con un éxito de más del 95 por ciento. Así mismo, humecta la piel desde adentro y ayuda en el tratamiento de las verrugas y en la prevención de la aparición exagerada de nevos (manchas rojas que aparecen con la edad).
En la piel:
- Evita el acné.
- Mejora cuadros de dermatitis y rosácea.
- Desinflama la piel.
- Elimina las imperfecciones cutáneas.
Para aquellos que sufren de frío (friolentos), ya sea por el lugar donde viven o por tener la tensión arterial muy baja, se ha demostrado que el consumo de este aceite ayuda a aliviar los síntomas de manos y pies fríos. También ha habido estudios recientes que verifican al aceite de hígado de bacalao como equilibrador de úlceras intestinales y estados graves de evacuación, como diarrea y sangrados.
Uno de los efectos más famosos del consumo de este maravilloso aceite es la recuperación de la masa muscular y de sus beneficios innegables en el crecimiento de los niños.
El único cuidado que se debe tener con este aceite, es si se es diabético, pues puede producir una elevación de la glucosa en la sangre; pero puede consumirse en menores cantidades.
En definitiva, el consumo de aceite de hígado de bacalao es beneficioso para nuestra salud, y no solo debería consumirse en la niñez, como muchos consideran, sino que es ideal a cualquier edad.