La escogencia de carrera en bachillerato
En estos momentos, cuando los estudios están tomando giros importantes, con dinámicas distintas a las que estábamos acostumbrados, la escogencia de carrera estando en bachillerato puede volverse todo un reto.
Este es un tema complejo, pues cada persona es única, con sus talentos y aptitudes particulares. Ahondemos en el tema, revisemos algunos consejos que pueden ayudar en estos momentos de incertidumbre.
En casi todos los colegios existe un departamento de orientación profesional que se dedica a ayudar a los estudiantes a encontrar su vocación, apoyándose principalmente en pruebas de aptitud. Así mismo, estos departamentos tienden a tener sesiones con los alumnos para revisar carreras, universidades y, sobre todo, su diversidad y posibles precios semestrales.
Lamentablemente, nos encontramos con escenarios donde los jóvenes estudiantes no encuentran el valor en estas pruebas, no necesariamente porque estén mal concebidas, sino más bien porque las encuentran preconcebidas y aburridoras.
La verdad es que la solución, como en la gran mayoría de cosas, la encontraremos en nuestro interior. La respuesta está en la meditación honesta dentro de nosotros mismos, no importa la edad. Esta meditación siempre debe ser sencilla, sin complicaciones ni enredos: sentarse tranquilamente, cerrar los ojos y, con claridad y honestidad, despojado de las contaminaciones externas de quienes opinan acerca de nuestro futuro, preguntarse internamente:
¿Cuál era la materia o el área que más me gustaba y en la que me sentía más seguro y mejor? Esa respuesta es la primera pista importante.
Siempre, aparte de estudiar, tenemos pasatiempos, juegos u otras actividades, por esta razón, es también necesario preguntarse ¿qué me parece divertido y a la vez hago bien?
¿Qué posibilidades económicas tengo?, ¿alguien me ayuda?, ¿me toca a mi solo solucionar mi educación?
¿Cómo está mi ánimo de evolucionar?, ¿soy consciente?, ¿tengo pereza?, ¿quiero emplearme en algo sencillo y descomplicado?
¿Existen en mi vida otras prioridades que pesan más que el estudio?
Son cinco preguntas que resumen la solución y de su respuesta honesta depende su futuro de estudiante.