Misterios de Bolivia
Cuando observamos las crónicas de la conquista española, vemos que las descripciones que se hacen de Tiahuanaco son bastante distintas de lo que podemos ver hoy. Pero ¿a qué se debe esta diferencia?
Esta discordancia de debe, lastimosamente, a dos tragedias ocurridas: la actividad telúrica de la actual Bolivia y la mano desmesurada del hombre.
Estas dos tragedias llevaron a que solo las piedras más grandes de la antigua y grandiosa Tiahuanaco quedaran en pie. Todo lo demás fue desmantelado de a poco, para construir casas, caminos y cercas durante miles de años.
En algún punto de la historia se consideró que Tiahuanaco era apenas unas ruinas, de no más extensión de un campo de fútbol, pero esto no es así. Esta bellísima ciudad contaba con más de 420 hectáreas, solo contando lo que hoy se sabe.
Lo que nuestra humanidad aún no ha descubierto son los templos subterráneos, no se conocen las grandes piedras de Puma Puncu, con más de mil toneladas de peso, tampoco se sospecha todo lo que allí está enterrado, no se conocen los soberbios edificios con piedras exactas y herrajes de cobre brillante y, mucho menos, se sabe con exactitud la antigüedad de este enigmático paraje.
Tiahuanaco es verdaderamente un misterio del tiempo, nadie sabe cuántos años tiene esta maravilla de la humanidad, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. Tampoco se sabe quiénes fueron sus habitantes, ni por qué el lugar quedó tan desolado de repente.
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