Día Internacional de la Mujer

Hoy en todo el orbe oiremos discursos feministas, mujeres y hombres alzando la voz sobre la discriminación y la falta de igualdad y oportunidades. Unos se sentirán agredidos y dirán que las cosas han cambiado mucho, que han evolucionado con respecto de lo que era la situación hace cincuenta, cien o mil años, pero lo cierto es que, aunque las cosas son diferentes, aún la mujer sigue siendo oprimida.

Pero en la lucha permanente de la vida, la mujer recupera poco a poco el terreno que corresponde a su mitad. Aunque mucho haya cambiado, el equilibrio no existe: en sus derechos y en el reconocimiento de su aporte, aún la mujer es considerada inferior.

Si vemos la historia de esta humanidad, nos encontramos con que en todos los aspectos de nuestra sociedad la figura del hombre ha prevalecido sobre la mujer, entonces nos preguntamos: ¿por qué no hay igual número de pintores, inventores, genios, músicos y guías en la población masculina y femenina?

La repuesta es que, por karma, en nuestra humanidad ha predominado el poder masculino y es tan impresionante esta inconsciencia, que si buscamos en una enciclopedia la palabra ‘Mujer’, pronto veremos una sección que dice «La mujer en el arte» y, pensando que veremos a las grandes expositoras de la pintura en el mundo, encontramos a cambio la figura de mujeres pintadas por Velázquez, Rubens, Picasso, etc.

Por esta inconsciencia, que ha permeado nuestra historia durante miles de años, la mujer ha tenido que trabajar en silencio, inclusive en la pasividad del hogar, formando a los grandes genios de todas las áreas del saber; de todos ellos, la mujer ha sido su principal maestra.

La búsqueda del equilibrio, como en todos los ámbitos, presenta muchas dificultades, incluso para el grupo que está buscando esa balanza. En este caso, nos encontramos con mujeres que no quieren la igualdad, que están apegadas a las costumbres, habituadas a los chantajes emocionales y a sus propios apegos.

Estas mujeres, aun cantando himnos de libertad, están muy apegadas a lo tradicional y muchas buscan la felicidad en lo exterior y no en el mundo interno. El poder masculino se ha hecho sentir principalmente en el aspecto religioso y ¿qué puede atemorizar e intimidar más que un dogma o un mandato religioso?

Alcanzar la libertad es un trabajo difícil, quien es libre es feliz, y para que ocurra la felicidad se requiere curación y sanación. La mujer ha estado acostumbrada a estar en segundo lugar, ha sido sometida sistemáticamente por el hombre, afortunadamente, esto cambiará rápidamente en la Era de Acuario.

Los derechos humanos son para todos, sin diferencia de raza, color, idioma, religión convicción o sexo. La mujer trae en su género una gran y sagrada responsabilidad: concebir y dar a luz al género humano. La mujer tiene la potestad de hacer sólido y real el hogar. La mujer es quien unifica el núcleo de la familia, es la que forma el grupo familiar como entidad fundamental de la sociedad, por sus características de protección y preservación. Esta es justamente la importancia de esa mitad, tan significativa y tan imprescindible como la otra mitad.

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