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El matrimonio «ideal»

Posted on09/11/2021 by

Para acercarnos a un concepto de «matrimonio ideal», debemos analizar y abarcar muchísimos temas. La convivencia no es fácil, compartir el espacio, tampoco, y mucho menos es poder amorosamente «ceder espacio» a la pareja.

Sobre el asunto se han escrito toda clase de doctos tratados. Algunos abordan el matrimonio desde el punto de vista esotérico y hablan del tantrismo y del Maithuna; también, de las disciplinas mentales de pareja, aunque, a fin de cuentas, no concluyen mucho, ya que no están hablando de la realidad, sino que se quedan en lo teórico.

Existen otros tratados de sicología moderna en los que también se habla de aspectos, a veces, incomprensibles, casi de uso exclusivo de los expertos en esa disciplina. Encontramos temas como la frustración/agresión, como la teoría de la personalidad autoritaria, la pérdida de la individualidad, la teoría de la gran persona o los bloques simples de la sicología contemporánea de las influencias sociales aplicadas al matrimonio: la obediencia, la condescendencia, la conformidad.

Igual que los grandes ocultistas y que los vedas, los sicólogos modernos tienen elementos de juicio exactos. Existe ya la sicobiología y la neurociencia, para estudiar las bases biológicas de la conducta y el estudio del sistema nervioso en el comportamiento.

Pero ¿por qué nombramos lo anterior? Para poder abordar el tema del matrimonio de forma libre y sin restricciones académicas ni romanticismos de filosofías orientales. Poder hablar del «matrimonio ideal» desde nuestro contexto, desde nuestra propia realidad.

Ahora bien, cuando hablamos de lo general o ideal, entendemos que hay excepciones y que los factores culturales juegan un papel importantísimo, pues no es lo mismo un matrimonio de una pareja de la India a uno colombiano.

Cuando vemos un matrimonio de hace un siglo, por ejemplo, vemos que las familias eran respetuosas y observaban por encima de todo la honorabilidad y la gentileza. Era una época en la que la etiqueta era amorosa y el protocolo era una regla de bienestar. Era una época en la que los matrimonios eran felices hasta la vejez y hasta la muerte, pero de manera real y verdadera.

La clave era que los esposos fueran muy amigos. La respuesta puede parecer muy simple, pero es una enseñanza increíblemente valiosa. ¿Por qué? Porque el cuerpo cambia, las proporciones cambian, la piel cede, la postura se hace cansada, nos tornamos temáticos, las prioridades de la juventud quedan en el pasado, nos hacemos analíticos pero lentos en la obra, y esto hace que las emociones y el deseo cambien. Si no se ha forjado una fuerte amistad, entonces, no queda nada.

Y con amistad nos referimos a esa «compinchería» de vida; amistad de dos amigos que son distintos, pero que se complementan; amistad de respeto, de generosidad, de gentileza, de decencia, de ternura, de detalles de consideración, de permanente especialidad; esa amistad que tiene un componente fundamental que une a la gente con toda posibilidad de éxito.

Un matrimonio exitoso debe llevarse a cabo entre personas con esta misma sensibilidad, de esta misma elegancia del alma.


Propiedad intelectual de Hilda Strauss. Todos los derechos reservados ©

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