Los maestros espirituales, son desinteresados
Hoy en día, ser espiritual está de moda y, aunque no tiene nada de malo, de hecho, es ideal que las personas quieran enfocarse en su desarrollo espiritual si vemos que por esta circunstancia aparecen un montón de supuestos maestros espirituales.
Un verdadero maestro espiritual está más allá de los intereses de un grupo u organización y se aleja de todo juego de poder o dinero. Un maestro espiritual reconoce como encarnaciones divinas a todos aquellos seres que han fundado las grandes religiones, como Jesús, Mahoma, Buda o Bochica, entre otros. Un verdadero maestro no critica la esencia de las religiones, ya que sabe que todas conducen a Dios.
Un maestro practica mucha meditación para encontrar la verdad dentro de sí mismo y hablar solo de aquello que siente, ve y conoce. Corrige día a día, minuto a minuto su mente, para que lo enseñado sea principalmente inspirado y dictado por la conciencia.
La meditación y el desdoblamiento conscientes le permiten a un maestro hablar con seres de luz, recibir sus enseñanzas, compenetrarse con el poder del centro corazón de los astros y los seres vivientes, consultar la memoria de la naturaleza y aprender de los devas elementales.
En este sentido, un maestro espiritual actúa desinteresadamente y, por lo tanto, jamás cobra dinero o bienes por sus enseñanzas. Un verdadero maestro entiende el gran defecto humano de perseguir solo aquello que le interesa y, por lo mismo, sabe enseñar el mensaje de la conciencia, sin pedir nada a cambio.
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