¿Existe realmente el libre albedrío?
El destino y el libre albedrío son dos temas sumamente complejos de abarcar, especialmente, porque son aspectos que no están muy claros en los libros sagrados ni en las enseñanzas de los maestros.
Si decimos que el destino existe, por tanto, afirmamos automáticamente que el libre albedrío no existe. Entonces, muchos se preguntarían: ¿para qué tanto esfuerzo?, ¿tanto trabajo y sufrir, si ya todo está escrito y predeterminado?
Puede ser, de hecho, que llegar a esa pregunta tan existencial sea parte de este destino, que también estuviese escrito que llegaríamos a esa conclusión, perteneciendo así a todo lo que «tenía que ocurrir».
La existencia del destino y del libre albedrío nos plantea paradojas, contradicciones y procesos complicados, muy seguramente comprensibles para el Ser y para los maestros de maestros, pero enloquecedores para la mente del humano común.
Ahora bien, si planteamos que efectivamente existe el libre albedrío y, por lo tanto, nuestra mente y acciones pueden cambiar los sucesos del futuro, podríamos afirmar que algunas acciones humanas «escaparían» de la voluntad de Dios, lo cual es realmente un asunto imposible.
Por tanto, ¿en dónde queda nuestro libre albedrío? Probablemente, en el libro del destino esté escrito que, en este momento, cuando nos estamos haciendo esta pregunta, nuestra mente no está aún preparada para comprender si existe o no el libre albedrío y el destino.
Es en este momento que comprendemos por qué el tema no es abordado por los grandes maestros, asegurar que existe o no el libre albedrío sería sumamente complicado.
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