¿Era el ‘Hombre de Vitruvio’ de Da Vinci?

Concebida originalmente sobre un cuadrado, en un levemente “descentrado” círculo se encuentra la figura de un hombre con brazos y piernas extendidos. Lo que muy pocos saben es que este ‘Hombre de Vitruvio’ está sobre la base de una estrella de seis puntas; la conocida Estrella de David.

Otros detalles que pocos saben son que esta proporción indica algunos aspectos particulares, como que los dedos miden lo mismo que la palma, que la cabeza es un octavo de todo el cuerpo o que el hombre mide 24 palmas. Concebido así, en la imagen vemos el origen áureo del ser humano, de la cruz y de las estrellas de cinco y de seis puntas.

Pero, si vemos más en detalle este dibujo, observamos que el número “6” es la base de todo: es el 6 la clave del ‘Hombre de Vitruvio’, pues es el 6 el gran secreto de la proporción planetaria, es el número puente entre el cosmos y la existencia de cuerpos en la Tierra.

Todo lo anterior lo sabía Leonardo Da Vinci, pero no fue él quien creo el ‘Hombre de Vitruvio’, su verdadero creador fue el arquitecto Marcus Vitruvius Pollio, un genio que existió en el siglo I antes de Cristo, 15 siglos antes de Da Vinci.

Marco Vitruvio fue arquitecto de Julio César, inventor y su obra era asombrosamente parecida a la de Da Vinci. Ahora bien, debemos aclarar que Da Vinci nunca evitó que se supiera que él tenía los diez libros de Vitruvio; lo comentó ampliamente en varias ocasiones.

Vitruvio habló del número 6 y de la proporción áurea, de los egipcios y de los chinos. Tanto él como Da Vinci hablaban sin tapujos de ese conocimiento milenario, escrito en piedra, metal y arquitectura. Ninguno de estos dos genios se atribuyó este conocimiento, todo lo contrario, ambos hablaron de cómo ya existía en India, China y Egipto, mucho antes de haber nacido cada uno de ellos.

Vitruvio fue, indudablemente, uno de los padres de la ingeniería, la hidráulica y la arquitectura; él fue la base de la arquitectura del renacimiento. Si observamos la obra de Vitruvio, sus notas o sus diez libros de arquitectura, quedamos completamente impresionados. Más, si lo comparamos con las obras de Da Vinci y vemos la increíble similitud en estilo, orden, notas, manejo impecable de los números y, sobretodo, la mística y el “entrelíneas” son asombrosamente parecidos.

Todo lo anterior nos lleva a pensar que estos dos grandes genios fueron contactados por seres superiores: los dos dejan “entrever” que fueron encargados de traer a este plano conocimientos de gran importancia.

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