El karma también es positivo
Aunque muchos piensan que es algo como el conocido dicho «ojo por ojo», la verdad es que el karma es una ley de compensación, que balancea causa y consecuencia de manera perfecta.
Cuando se habla de karma, muchos lo asocian con un castigo negativo: «si hago algo malo, recibiré un castigo consecuente». Y, sí: si alguien obra mal, tendrá una consecuencia dolorosa que compensará esa mala acción; pero el karma también funciona hacia el otro lado, por eso, es la ley de la compensación.
Si una persona obra bien, con justicia, bondad y de manera evolucionada, entonces, sobrevendrá una energía favorable, que atraerá la colaboración de los demás y tendrá buenas consecuencias.
Vemos entonces que karma puede significar buenas o malas consecuencias: no es únicamente sufrimiento irremediable, también puede ser dicha ganada.
La mente y la palabra tienen el poder de la creación, todo lo que hablamos y pensamos puede ser realizado en el mundo material, por ello, debemos saber que solamente con el hecho de mentalizar en forma permanente algo, lo podemos fijar inconscientemente o podemos crearlo en el mundo físico.
Si nos repetimos diariamente que no somos suficiente, que somos basura, entonces, semejante afirmación inconsciente y negativa sucederá como lógica consecuencia en todos los aspectos, físico, mental y astral. El fortalecimiento y desarrollo de grandes y dañinos defectos mentales.
La mente es muy poderosa y reconoce como verdaderas órdenes todo lo que hablamos o mentalizamos. Es necesario reconocer que estamos llenos de errores mentales, pero nuestra labor debe ser transformadora y formativa.
Es necesario acabar con los errores, y la manera de hacerlo es estando conscientes, día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, de la manifestación del error y, en ese mismo momento, transformarlo.