Disolver un mal karma
¿Cómo podemos disolver un mal karma? La respuesta es: con conciencia.
En el momento en que despertamos conciencia, tenemos la facultad de negociar con la ley. Cuando despertamos conciencia estamos libres de las consecuencias del karma, ya que pagamos todas nuestras deudas con amor, enseñanza y colaborando con el despertar de conciencia de los demás.
Otra forma de equilibrar el karma es con sufrimiento, pero la conciencia nos permite hacer el trueque de ese sufrimiento por la ayuda espiritual que podamos brindar a los demás. La conciencia se despierta trabajando con los errores o defectos mentales y manejando con sabiduría nuestras energías.
Ahora bien, muchos se preguntarán qué es realmente la conciencia.
Bueno, la conciencia es oír la voz del corazón, es la meditación y, sobre todo, es el trabajo diario. Es la combinación de toda obra diaria que hagamos, la devoción por la naturaleza, el respeto por nosotros mismos y por los demás.
La conciencia es comprender que el universo es la manifestación del equilibrio, que somos herederos de la magia que transforma y perfecciona, es saber que somos el vehículo de nuestro ser crístico interior. Él nos inspira en la verdad y en el conocimiento para vivir la felicidad y la plenitud de la vida, en todo instante, en este viaje transitorio.