Significado de los Reyes Magos
Si evocamos a los Reyes Magos, instantáneamente, pensamos en Melchor, Gaspar y Baltasar, reyes sabios que llegaron desde Oriente a adorar al Divino Niño.
Lo que mucha gente no sabe, es que cada Rey Mago representa una personalidad y una actitud de quien trabaja seriamente hacia la evolución y la iluminación.
Los peligros a los que ellos se enfrentaron son los mismos constantes ataques del mundo de las tinieblas que debe afrontar un iniciado. El cambio de dirección de los Magos y su silencio acerca de dónde se encuentra el niño señalan claramente el cambio total que experimenta el ser humano cuando encuentra la verdad, y el silencio equivale a la prudencia, el justo equilibrio de lo que se puede compartir, la conciencia del poder del sonido, la ciencia sagrada de saber callar.
El incienso presentado al Niño Jesús significa que Cristo es el más alto grado de mística, maestría, sacerdocio y santidad. Es una sustancia sagrada utilizada tradicionalmente para adorar a la divinidad. El incienso es un símbolo del ministerio.
El oro, otro de los regalos presentados por los Reyes Magos a Jesús, representa majestad y realeza, es el metal más noble, más estable y el único que puede representar el brillo dorado del espíritu. Cristo es rey de reyes y sobre él no existen jerarquías, pues es la cúspide de la pirámide en poder y mando.
La mirra aparece tres veces en la vida de Jesús: cuando nace y es ofrecida por los Reyes Magos, al momento de su crucifixión, en una mezcla con vino, y cuando Nicodemo la utiliza para embalsamar el cuerpo de Nuestro Señor.
La mirra siempre ha sido el símbolo de la inmortalidad, es el triunfo sobre la muerte, es la resurrección y la perpetuidad del espíritu, e indica que Cristo es eterno.