La Tierra Prometida
Muchos de nosotros, algunos desde niños, hemos oído, seguramente a través del Antiguo Testamento, de la que fue la Tierra Prometida por Dios a los judíos después del éxodo.
Pero el asunto de la Tierra Prometida es más profundo y complejo de lo que se podría entender a letra muerta del Antiguo Testamento. La verdad es que esta narración está relacionada con la ‘Cábala’, con los antiguos caminos de redención y con el conocimiento espiritual general de la humanidad.
Esas relaciones y ese puente de la Tierra Prometida (“Jarets ja Muvtajat”), con todos los temas místicos, permiten aprender y estudiar varios caminos espirituales.
Si investigamos más a fondo el misterio de la Tierra Prometida de los judíos, tenemos que adentrarnos en la historia, leer más acerca de las doce tribus judías, de las cuales dos son conocidas y diez son tribus perdidas. Recordemos que estas doce tribus de Israel tienen los nombres de los doce hijos de Jacob: Rubén, Simeón, Benjamín, José, Aser, Gad, Neftalí, Dan, Zabulón, Isacar, Judá y Leví; doce tribus que después del éxodo ocuparon el territorio israelí.
De estas doce, solo prevalecieron dos tribus principales: al Sur de toda esa tierra sagrada la tribu de Judá, y al Norte, la tribu de Benjamín, que es lo que hoy sería Israel. Las demás tribus están en la historia, escondidas en el misterio.
Para nuestra investigación debemos también ver mapas antiguos, recordar al misterioso cura Bérenger Saunière, tenemos que revisar la historia de los cátaros, el misterio de Carcassonne y lo que está enterrado en Montségur. Debemos también ahondar más en la conocida obsesión de Hitler con los judíos y sus misterios.
Pero, sobre todo, debemos estudiar la razón por la que el pueblo judío es adelantado en intuición, conocimientos y dones increíbles de los que da evidencia la historia.
Cuando pensamos en la Tierra Prometida, lo primero que viene a nuestra mente es Israel, y esa sería la conclusión más evidente, pero si seguimos investigando, podríamos llegar a encontrar que la Tierra Prometida realmente avanza más, a otros territorios, inclusive lejanos e insólitos, y que avanza más allá del espacio. Ya no se refiere a “tierra” o a un terreno específico, sino que se refiere a conocimientos y a caminos; parecería que se refiere a la conquista de los caminos que hace miles de años estudia la ‘Cábala’ hebrea.
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