Qué es un talismán
Un talismán suele ser confundido frecuentemente con elementos como amuletos, contras o cierres, entre otros. Aunque es entendible la confusión, la verdad es que son elementos muy distintos.
La palabra talismán probablemente viene del griego ‘telesma’, que significa “procedimiento de alta magia” o “procedimientos de magia energética”.
A diferencia de un cierre o un amuleto, cuyo fin, por ejemplo, es proteger de energías negativas, el talismán tiene como objeto irradiar un tipo especial de energía, para rodear a quien lo porta de fuerzas propicias, realzando nuestro poder y energía positiva.
Los talismanes, por ser elementos formadores de corrientes energéticas positivas, utilizan todo el torrente de la fuerza que generan las inscripciones sagradas que forman los mantras de los diferentes dialectos antiguos. Las runas, que son las escrituras o trazados mágicos de los celtas, son los trazos primarios o básicos de los sonidos, por esta razón, tienen ángulos y líneas dispuestas de manera geométrica.
Para lograr que los talismanes, con sus inscripciones, logren ser efectivos en su labor, requieren de nosotros tres requisitos básicos:
Actividad:
El talismán no actúa por sí mismo, así que, por el solo hecho de adquirirlo, no quiere decir que funcione. El talismán nos rodea de energía favorable, de fuerza atractiva, pero es necesario cambiar nuestra vida, buscar las oportunidades, tocar de nuevo las puertas que nos fueron cerradas, revivir viejas ideas que antes inexplicablemente no funcionaron. El talismán funciona, pero solo si el poseedor se mueve, crea, idea, trabaja y es constante.
Respeto:
Es necesario tratar el talismán, y sus inscripciones, con respeto. Recordemos que las palabras del talismán son sagradas, por tal razón, siempre debe permanecer en su funda especial y ser llevado decorosamente, no dejarlo en el piso y no tratarlo indebidamente.
Generosidad:
Quien goza de buena fortuna debe ayudar a quienes lo rodean, dado que las buenas o malas situaciones son causadas por el karma y, ayudando a los demás, asegura el canje o cambio de pagar las deudas con ayuda, amor y sacrificio, evitando así la miseria y el sufrimiento.