Análisis de la Virgen de Guadalupe
En varias ocasiones hemos hablado de los grandes misterios de la Virgen de Guadalupe y sus ojos son uno de los más famosos.
Muchos científicos han investigado y analizado los ojos de la Virgen y sus descubrimientos han sido sorprendentes. Expertos en oftalmología reconocen que los ojos parecen vivos, de hecho, las figuras que se observan en un ojo se repiten en el otro, con algo adicional: cuando se observan al microscopio, aparece el efecto óptico del triplicado, es decir, el juego de tres imágenes que se produce en el sentido de la visión. Esto tan maravilloso se ve en las pupilas de la virgen, que no miden ni un centímetro de diámetro.
Aunque muchos siempre han afirmado que el indio Juan Diego y toda su historia fue un invento, lentamente la ciencia demuestra lo contrario.
En unos de los estudios más actuales de la Universidad de Cornell se digitalizaron cada cienmillonésima de los ojos de la Virgen y, trabajando en sistemas monocromáticos, llegaron a una imagen más real y aproximada, en donde aparece el mismo indio Juan Diego sentado y repetido en los dos ojos.
Pero esto no es lo más asombroso: dentro de este pequeñísimo espacio, los estudios de la Universidad de Cornell identificaron que se pueden apreciar un total de catorce personas en cada ojo de la guadalupana.
Por otro lado, siempre se ha dicho que la Virgen fue pintada, pero los análisis arrojan que el cuadro si fue retocado, pero de su estructura original se puede concluir que la imagen de la cara de la Virgen no tiene pinceladas, está hecha como una sola pieza completa, sin correcciones ni repasos, es decir, no hay nada que señale qué aplicó la pintura.
El material de la pintura es aun un desafío más grande: tanto la de la cara como la del manto contiene elementos químicos en su pigmentos que se desconocen en la Tierra, y su brillantez, tono, intensidad, luminosidad y vida permanecen igual a como fueron aplicados hace 470 años.
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