Lograr el éxito

Siempre nos preguntamos: Ya hice tal cosa y nada que cambia la situación… ¿Por qué mi vida no cambia?

Son preguntas que muchos se formulan y que quienes han realizado bien las cosas, las contestan con su propia vida.  Todo el día recibo comunicaciones de los oyentes de este programa, afortunadamente son miles los testimonios del cambio, ellos me cuentan cómo lo han logrado. Reuniendo mi propia experiencia y la de todos los que me hablan de sus logros, la conclusión a la que se llega es muy simple, se resume en algunos puntos básicos tan sencillos, pero a la vez un poco complejos, teniendo en cuenta nuestra mentalidad de clara tendencia negativa. 

El primer aspecto que debe ser tenido en cuenta es:

• Cambio de actitud:  Es lo más urgente, es la principal causa de nuestros contratiempos.  Nuestra actitud se contamina a menudo con el resultado de los hechos del diario vivir y esta contaminación se la comunicamos a nuestros actos, les colocamos el rótulo de aquello que nos impacta negativamente: “cómo está todo de caro”, “esto no tiene arreglo”, “para qué le hablo a este hijo calavera que no va a cambiar”, “yo para qué hago eso, si voy a seguir lo mismo” etc.  Un simple cambio de actitud para comenzar y nuestros problemas comenzarán a solucionarse.

• Ser constantes:  Es de importancia capital tener método y CONSTANCIA en todo lo que hacemos, la constancia es ingrediente PRINCIPALISIMO del EXITO, una de nuestras grandes fallas es que CLAUDICAMOS, no tenemos la PUNTUALIDAD requerida en algunos casos para hacer el SEGUIMIENTO INCANSABLE que necesitan muchos de los procedimientos de nuestra vida.  Es también un error de crianza; para enseñar a los hijos y comunicarles una disciplina, es necesario ser constantes, los padres generalmente se olvidan de la disciplina por pereza y comodidad, se olvidan del seguimiento que deben hacer a la corrección de un defecto o a la implementación de una rutina para su educación, esto hace que los niños aprendan a comprometerse y que el EXITO no sea el producto de una sola buena acción, sino de una cadena de inversiones y aciertos.  Algunas personas también dicen “ya me hice tal baño y las cosas cambian lento y muy poco”, la respuesta es la misma que la de la crianza en los hijos, es necesario ser CONSTANTES en las prácticas y los aromas, es como la meditación, nadie alcanza la iluminación con solo meditar una vez, es absurdo, lo mismo sucede con los baños y las prácticas de los ciclos del tiempo, es necesario hacerlas regularmente, a muchos les cambia la vida con una sola serie, otros requieren hasta 3 ó 4 series de baños para limpiarse e iluminarse, nada en la naturaleza es una regla rígida para todo mundo, es urgente considerar que somos un caso especial, debido a nuestra particularidad, (somos únicos en el universo) y cuando somos constantes en nuestras prácticas, entramos en SINTONÍA con el positivismo.

• Otro punto es planear a corto, mediano y largo plazo:  Nuestra urgencia de la cotidianidad es el día a día del corto plazo, es en lo que vivimos sumergidos y absortos, perdemos mucho tiempo en la urgencia y no tenemos en cuenta la planificación, no sabemos que, de nuestro sabio plan de acción PRESENTE, depende NUESTRO FUTURO.  Este olvido permanente de la proyección es lamentablemente muy colombiano, no es una crítica destructiva, es simplemente la conciencia de uno de nuestros males generalizados.  La vida espiritual al igual que en la materia, también se proyecta hacia el futuro, cada meditación y práctica nuestra se convierte en un granito de arena, que contribuye a que rápidamente se produzca ese gran cambio que tanto esperamos y necesitamos, el cambio presente de nuestra energía corporal, la proyección mental y la conciencia presente de nuestra aura es la inversión del presente en nuestra transformación futura, todo es igual en los diferentes planos de conciencia o dimensiones, recordemos aquella famosa frase de la tabla esmeralda de Hermes Trimegisto, “tal como es arriba, es abajo”

Por esto es necesario rodearse de un ambiente, cambiar con hechos la polaridad de nuestra vida, cambiar lo negativo por positivo, limpiar e iluminar, no solamente con las plantas, baños y sahumerios, también con nuestra mente, con nuestra fuerza mental podemos desalojar la mente de tanta basura negativa y llenarla de proyección, de planes optimistas, de positivismo real, rodearse de un ambiente es cambiar la energía material, con aromas, limpieza, intención de cambio, risa, constancia, aires nuevos, renovación, impactar la mente con vibración positiva. 

Ese será nuestro estilo de vida, espiritual, y también proyectado en la materia, un ser humano que sea consciente de su ser interior, que tenga información de su energía y de cómo transformarla, que su ESTILO DE VIDA sea el positivismo, no debe tener necesidades, no debe vivir mal, simplemente porque su honestidad y rectitud en el pensar, hablar y obrar, solamente atraen energías de cambio, de renovación, de oxigenación, siempre positivas. 

Y en este cambio profundo no debemos EXCLUIR NADA:  Todo debe ser contemplado dentro de nuestra disciplina positiva; hacer la comida, consumirla, desarrollar nuestro trabajo, la relación con nuestros hijos y esposo o esposa, nuestros estudios, nuestras prácticas espirituales; es necesario entender que TODO es espiritual, es increíble que aún ignoremos que la materia, la energía, nuestros actos y nuestros resultados, también son espirituales, por esta razón, todo debe ser proyectado, iluminado y purificado, desde el punto de vista espiritual. 

• Y por último es necesario AYUDAR A LOS DEMÁS, comunicarles este mensaje positivo, introducirlos en esta onda de la espiritualidad proyectada y positiva, si observa que alguien a quien conoce está mal y agobiado, háblele de la meditación, regálele un baño o un sahumerio, dígale que lea la información anterior, sugiérale que cambie de actitud, tenga en cuenta que el cielo le retornará multiplicada por 100 su buena acción.

¿EL ÉXITO ES SOLO UN MILAGRO O EL RESULTADO DE CIERTAS CONDICIONES?

La gente a menudo se decepciona cuando sabe que un baño, sahumerio o esencia es para el aura, elevar la vibración, o causar una limpieza, etc., a muchos les gustaría que fuesen, incluso desde los nombres “arregla-maridos”, “conseguir-pareja”, “problemas con los hijos”, “arregla-cascarrabias”, “tempestad del dinero” o “generación espontánea de abundancia” y “millonario de la noche a la mañana”. Todo esto sería maravilloso, ideal y sería todavía mejor si lo pudiésemos comprar en un frasquito, se nos daría algo que estamos buscando. Un milagro.

PERO la felicidad NO es un milagro, la felicidad es el resultado de ciertas condiciones especiales, el éxito y la abundancia se producen cuando una mente estimulada trabaja con orden y objetivos, en un entorno apropiado, limpio, libre de energías negativas, con la fuerza mental a favor y eso es justamente lo que hacen los vegetales;  trabajan con la mente, limpian los ambientes, los adornan con buenas vibraciones, con notas más altas y ricas de energía, esta es la base del estímulo y del progreso, por esta razón los baños, sahumerios y esencias son para limpieza, aura, magnetismo, impacto mental, etc., es trabajar con la CAUSA, con el TERRENO, con la CREATIVIDAD, ese es el origen del Éxito.

Muchas personas dicen: “Yo soy ignorante, no estudié, casi no se leer, entonces ¿Cuál creatividad y fuerza mental?”  Una cosa es INTELIGENCIA y otra muy distinta es ENTRENAMIENTO, existen muchas personas que no han tenido ninguna educación, que no han ido al colegio y a la universidad, que no tienen las paredes llenas de pergaminos, que no saben cuál es la última moda del marketing, pero son inteligentes, intuitivos, casi geniales, pueden lograr cosas increíbles. El efecto de las plantas y aromas en la creatividad y el estímulo mental, no solo es para aquellos que tienen un pergamino, es para la gente con cerebro, con y sin entrenamiento. ¿A cuántas personas conocemos, con muchos títulos y postgrados, pero con un pésimo olfato para los negocios y a cuántas conocemos sin ningún entrenamiento y con buenas ideas y prósperos negocios?  Una mente entrenada puede desarrollarse más, no es se diga que no sirve de nada el entrenamiento.

El impacto mental y la buena vibración externa, son excelentes elementos para ser estimulados en la inteligencia, es una labor del despertar físico, del estar alerta, de despertar un estado de percepción, tampoco es el despertar de la conciencia espiritual, en el caso de las plantas es algo más físico, es una preparación para emprender cosas, para iniciar la cristalización de las ideas o de los sueños nuevos.  Por ejemplo:  diciembre es un mes de alta energía, todos limpian, se bañan con plantas, queman aromas, hacen agüeros etc., si esto es hecho correctamente, con las plantas apropiadas y en el orden correcto, queda abierto un camino despejado para mejorar, se presentan las condiciones del éxito, lo que se requiere para tener abundancia y prosperidad. 

Lo verdadero, lo cierto es TRABAJAR EN LA CAUSA, EN LO QUE HACE POSIBLE EL EXITO, cualquier otra cosa no sería verídica, nunca se podría decir, hágase tal cosa y le caerá dinero del cielo, o con tal otra cosa, usted recupera a su esposo y todos permanecerán unidos y con buen carácter, o con tal aroma se le despierta automáticamente la fidelidad a su marido, es necesario saber que SÍ HAY ENERGÍAS NEGATIVAS Y POSITIVAS, que SÍ podemos AYUDARNOS CON PLANTAS Y AROMAS, pero que siempre debemos ser OBJETIVOS y analizar muy bien quiénes mienten prometiendo milagros absurdos y quiénes hablan con la verdad. El esoterismo exige de nosotros un filtro fino y agudo, las ciencias de la energía son verídicas y efectivas, debe ser practicada con los elementos exactos, es decir con elementos compatibles y legítimos, para causar un despertar, un estímulo, un estado de alerta para que ocurra la materialización de una idea, nunca para que el hecho se presente ante nosotros como un fantasma de aparición súbita.

Para lograr la prosperidad se requiere OBJETIVIDAD, ESTIMULO MENTAL, CLARIDAD, LIMPIEZA y buena VIBRACIÓN, NO un milagro prometido en una bolsa o en un frasquito, es necesario actuar, pero en la REALIDAD, no diciéndonos mentiras de consolación.