Los koguis: los grandes custodios

Cuando profundizamos en el conocimiento kogui, nos damos cuenta de la importancia de esta cultura olvidada y, sobre todo, de la gran conexión y similitud con otras etnias de la antigüedad.

Una narración bellísima de los koguis de la Sierra Nevada de Santa Marta es la del árbol gigante de la creación, que está en el cielo, sobre el mar y sobre él una casa. Esta historia es prácticamente idéntica al mito anglosajón de Yggdrasil, pero con la diferencia de que la explicación es más amplia.

Los ancianos koguis conocen las historias, las han memorizado, pero, desafortunadamente, debido al aislamiento, al exilio obligado y al sufrimiento, este conocimiento se está perdiendo lentamente, se están olvidando el pensamiento kogui, el chamanismo natural y el concepto mamo de la preservación de la naturaleza.

Hace cientos de años, en la época de la conquista, los koguis pronosticaron los cambios climáticos debido a la depredación por parte de los “hermanos menores”. En esos momentos hablaron de la importancia de preservar la naturaleza a través del sistema de retribución universal: la Madre Tierra nos da el alimento, el aire que respiramos, somos hijos privilegiados y, como tales, deberíamos ser honestos y fieles. Pero no hemos sido así. Los koguis afirmaban que la Madre Tierra se ponía nerviosa, pues no veía la correspondencia entre sus hijos y entonces llegaban los malos vientos, los malos calores y las malas lluvias.

Cuando los koguis dicen que son el corazón del mundo, tienen razón, pues, así no lo comprendamos, cuando descubramos el gran legado de los mayas en sus hijos tayronas, arhuacos, koguis y kankuamos, sabremos de su verdadera trascendencia. Y es que, en ese momento, descubriremos qué parte del manual dejaron los seres azules de las estrellas en nuestra Sierra Nevada de Santa Marta, en ese instante entenderemos que los mamas y el concepto mamo son de suma importancia para el equilibrio planetario. Ellos son dueños de las llaves de entrada a los secretos de activación de escudos energéticos de protección, son maestros espirituales custodios del tesoro tayrona y de las entradas a la dimensión del tiempo, compuertas que fueron cerradas al momento del desembarco de Cortés y Jiménez de Quesada en América.

Cuando los ancianos hablan de la creación de los nueve mundos, de la Madre Agua y de la Madre Noche, están refiriéndose al alistamiento del planeta para la siembra; cuando se refieren al tigre, hablan del ser, de la migración de las almas al planeta azul; cuando cuentan las historias de la esfera, de las lombrices y los gusanos, nos hablan de la regeneración de la Tierra por las algas y las aguas minerales.

Las historias de los koguis son hermosas y llenas de significado, en ellas encontramos todo tipo de conocimiento, como el de los seres recién llegados, sin facciones, altísimos. Entonces, recordamos las historias del ‘Rig Veda’ y de las estancias vedánticas de Dzan. Son, simplemente, muchas similitudes.

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